Chirigota 'Comparsa Los calaíta (fuimos a por tabaco). Una chirigota de toda la vida...'
COAC 2025
La chirigota de Ale el Peluca para el Concurso del Falla de 2025
En la pasada edición, no pasó la primera fase. En 2024: 'Sácamela de la boca'
Guía COAC 2025: todas las agrupaciones y orden de actuación
Cádiz/El fenómeno de este Concurso del Falla, con una ola que lo arrasa todo. Con una idea y un tipo muy asentados gracias a una gran interpretación, todo entra muy facil. La chirigota de Ale el Peluca, con mucho futuro por delante, se estrena en la Gran Final con un pase en el que se nota la presión de la última noche del certamen, sobre todo en unos cuplés con muchas dudas y por la repetición de los iconos que les han funcionado a lo largo del COAC. Lo hacen desde el principio con una nueva referencia al niño de Wisconsin en la presentación al dirigirse al jurado para que decir que “se acojonaron” por el cuplé al apuntarles. Irregularidad en los pasodobles. En el primero, en el que sí tiran de su surrealismo, funciona menos el apartado humorístico que el serio al iniciarlo con los yonkis de Cádiz, que tienen “las piernas como un mirlo” y la cara “más chupada que las cabrillas”. Al final, todo este camino desemboca en el botellón en Carnaval al hablar que cada vez “hay más enganchados” al llegar “febrero a la ciudad” con “alcohol, sexo, drogas y miedo”, siendo Cádiz el “lugar perfecto para celebrar el Carnaval”. Bastante mejor llevado el segundo a Andalucía, jugando al inicio con la dualidad del payaso reflejada en ellos como chirigoteros para rematarlo señalando que Andalucía “está tan rota y dolida al ser de España su bufón”. Con algunos problemas de mascamiento de letras, no pegan tanto los cuplés en este pase. La primera dupla le cae a Errejón, que les persigue en una tienda de 20 duros al ir a comprar una peluca y su perro se roza con ellos. Las autorreferencias regresan con los siameses en la segunda tanda al preguntarse por el color de la pelusa del ombligo al llevar diferentes jerséis y aparecer en un palco, al igual que el niño de Wisconsin en semifinales.
Semifinales
Un homenaje que recibe la aprobación de su propia familia, ya que hasta su hijo les acompaña en escena. 12 Eugenios que cantan con la misma tranquilidad con la que el recordado humorista contaba sus chistes. Surrealismo que cae de pie y que hace que el público les lleve en volandas. Una chirigota muy trabajada tanto en lo interpretativo, que es lo que más brilla y más tira del público, como en las letras, con las que demuestran que no están de paso en el Concurso del Falla, tanto en el presente como en el de su futuro prometedor. Una trayectoria ascendente, aunque también tiran de las armas propias del Concurso del Falla, sobre todo al repetir las autorreferencias en los cuplés a lo ya cantado anteriormente. En esta ocasión, en los pasodobles destacan mucho más el uso de la ironía para que los mensajes calen con más fuerza. Entran de lleno en el metacarnaval en la primera copla al hacer una crítica a los autores por preferir cantar piropos a otros temas reivindicativos. Lo sueltan finamente al decir que “teniendo una Caleta que es tan coqueta, cantarle a otra cosa es perder el tiempo”. Una denuncia que sirve para colar otros temas como Palestina o la sanidad, por lo que rematan certeramente al decir que “es un mensaje que está tan vacío como tan lleno de verdad”. Igual de fina es la crítica a la Iglesia por problemas como “no permitir el amor entre iguales” o la pederastia para acabar rematando con el uso de la religión para matar a otro hombre “aprovechando en su nombre por el invento de tu Dios”. Recuperan la autorreferencias en los cuplés para mantenerse en pie. Así, los siameses reaparecen en la primera parte del primero al hablar de la postura de los canis conduciendo. Se sale de esta senda la segunda parte, la más brillante, al hablar de que si miras a un mosquito te quedas bizco, pero ellos se quedan “bizcos, cojos y mancos” al caerse por un barranco con un coche al mirar fijamente a una mosca. Concurserismo en la segunda tanda al hablar del sapo del Bizcocho y recuperar al niño de Wisconsin para apuntar al jurado por el pase a la final.
Cuartos de final
El tipo. Eugenio. Las coplas. El humor catalán atrapa al Falla con una pose seria y mucho surrealismo. La chirigota del Peluca cae de pie por una interpretación muy trabajada, que es lo que realmente acaba cautivando. Muy cuidada para jugar con el choque que produce un tipo que se sale de la normalidad de una chirigota, su principal valor y su debe, sobre todo en el desarrollo de las letras de los pasodobles. Meten algunas actualizaciones en la presentación, como que son igual de serios que el público de cuartos o un toquecito a la presentación de ‘Las ratas’. Irregulares los dos pasodobles, condicionados por una música que se enrevesa, lo que hace que las ideas se acaben dispersando dentro del punto de paranoia que tienen en su desarrollo . Mucho mejor estructurada la primera copla al fútbol moderno. Se quejan de que ya no se puede fumar en los vestuarios o de que los chinos están aprendiendo a regatear con los cuadernillos Rubio. Al final, le dan la vuelta para hacer una crítica por el negocio y la posibilidad de librarse de la cárcel ante un delito. Pinchan con el dudoso mensaje ni de izquierda ni de derecha ni de centro de la segunda letra, además del humor, al hablar de que cuando eran niños les inculcaron hacerlo todo con la derecha y que cuando pasaron a usar la zurda perdieron la virtud, pero el centro no les valió tras perder los brazos y las piernas. Las autorreferencias dan efecto a dos de los cuplés al recuperar el tema de la picha de los siameses y el chiquillo de Wisconsin, que afina la puntería para darle a Trump. De los otros dos, luce el de la risa peculiar de Mirian Peralta, mientras que el restante se pasa de escatológico.
Preliminar
El tipo. El humorista catalán Eugenio. Las coplas. Una gran paranoia de repertorio. Un cambio de registro total y absoluto al pasar al reposo y la serenidad de un personaje como Eugenio. Llevado a un repertorio de Carnaval, junto con un repertorio muy absurdo en muchos pasajes, deja un resultado muy curioso, pero que no consigue ir más allá por su concepción y desarrollo. Deja momentos con cierta lucidez, aunque otros muchos pasan muy desapercibidos por una interpretación llevada al extremo y muy trabajada. Desde la presentación, el choque entre el personaje y lo que es una chirigota consigue esbozar algunas sonrisas. Esta locura coge mucho más cuerpo en el desarrollo de los pasodobles, con una música que se presta al enrevesarse. Los mensajes se lían en las letras. En el primero, hablan de que los gaditanos son “pejigueras” con los que vienen de fuera, por lo que le dan la vuelta para contar todos los pueblos que han pasado por Cádiz para decir que cuando gane una chirigota de Sevilla nos vendrán “a conquistar”. Mucho más loco el segundo al adoctrinamiento por decir “que viene el coco” y encontrárselo en la cocina cogiendo “alcauciles” –sin ningún sentido–, dejando al final un dudoso mensaje. Irregulares cuplés de dos en dos. Algo mejor la paranoia sobre los siameses de la primera tanda. Mucho peor la segunda al llevar a la confusión entre la comparsa del Chapa y el frustrado Balón de Oro para Vinicius. Mucho pamplineo reposado en el popurrí con una gran maldad al decir que le gusta “un tiroteo a un chiquillo de Wisconsin”.
La previa
La chirigota 'Sácamela de la boca' fue un canto a la provocación y la irreverencia, dos aspectos que nunca que nunca pueden faltar en el Carnaval, en el pasado Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla de Cádiz. El tipo se predisponía a ello, por lo que, en este sentido, el repertorio no defraudó. Con este buen sabor de boca, el 2025 se presenta, a priori, con el mismo objetivo de agradar y llevar el humor al extremo de la locura y la poca vergüenza con 'Comparsa Los calaíta (fuimos a por tabaco). Una chirigota de toda la vida...'.
El repertorio lo asume al completo Alejandro Pérez el Peluca, que es quien le da el nombre a esta chirigota, tras dividirse el grupo en dos. De hecho, la otra parte sacará con David Corrales Sise y José Manuel Soto la chirigota '5 minutitos más...'.
Esta será la segunda incursión de Ale el Peluca en la categoría de adultos, habiendo participado anteriormente en la fiesta desde la cantera con el cuarteto juvenil 'Cádiz, 3.000 años de historia pa esto' (2016) , la comparsa juvenil 'La isla deseada' (2019), la chirigota juvenil 'Quillo, tu cara me suena' (2019) y el cuarteto 'Esto Skype y aquí hay que momart' (2019).
Con todo, y tras lo visto y escuchado en 2024, solo queda por ver el camino que elige la chirigota del Peluca, si va a seguir jugando con los límites del humor y la locura o si se encamina hacia otra senda.
La ficha
Localidad: Cádiz.
Letra: Alejandro Pérez Sánchez el Peluca.
Música: Alejandro Pérez Sánchez el Peluca.
Dirección: Alejandro Pérez Sánchez el Peluca.
Representante legal: Alejandro Pérez Sánchez el Peluca.
En 2024: 'Sácamela de la boca'.
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