Chirigota Las cosas del destino

Se presenta otra de las interesantes novedades en la modalidad de chirigotas del COAC 2019. El regreso a la chirigota de David Márquez Mateos Carapapa junto a Iván Romero y a cargo de parte del grupo de 'Los pastelitos'. Julio Álvarez lidera un conjunto que cuenta con caras tan conocidas como las de Borja y Yeray Romero Castellón o Juan Cózar para llevar a las tablas 'Las cosas del destino'.

Actuación en la Gran Final

El destino tenía muy claro que iba a conseguir su objetivo de cantar en la última noche del Concurso. Y es que todo está en sus manos, aunque se llegue a pensar que su clasificación para la final ha sido una sorpresa. Tras haber mostrado todo lo que tenían para alcanzar su meta, en su última actuación bajan las prestaciones ofrecidas tanto en cuartos como en semifinales. Esto se nota en los pasodobles, ya que abren la tanda con una letra a esta composición y a Cádiz. El destino lanza una moneda al aire y les señala que tienen que cantarle a esta ciudad, por lo que lo hacen a partir de lo que mamaron en los mostradores de La Viña. Unos sones por los que los caprichos del destino hacen que se encaprichen con la Tacita. Repiten el segundo pasodoble -el mejor de su repertorio- a la subida del Salario Mínimo Interprofesional, que no les sirve para cubrir los gastos de su casa, por lo que su madre y su suegra les tienen que ayudar. No remontan con los cuplés. Corrientito el primero a la patera que llegó con inmigrantes a Santa María del Mar. Tuvieron tanta mala suerte que el patrón les dejó enfrente de Comisaría. Un poco malo el segundo a su olvido de comprar condones, por lo que su pareja les manda que se den una duchita porque después "paja lo que paja". El destino les sonríe.

Actuación en semifinales

Que nadie intente llevarle la contraria al destino porque se juega su futuro. El tipo les vuelve a dar juego en la presentación y en el popurrí para meter nuevos cambios con acierto. Como son el destino, ya saben que están en la Gran Final, por lo que sólo hay tres plazas libres. Además, reducen a la mitad a Miguel Ángel Fuertes por no querer montar la escenografía. La chirigota de Iván Romero y David Márquez Mateos completa su mejor pase por las tablas del Falla. Una clara línea ascendente que explota en las semifinales. El soniquete sencillo del pasodoble ayuda mucho a que entren mejor las letras. La lacra del machismo acapara una primera copla bien llevada. Lo hacen con las culpas que lanzan los hombres a las mujeres por provocar con su vestimenta, salir sola a correr por el campo o calentarse por estar bebida. Al final, consiguen darle la vuelta al denunciar el patriarcado y creer a las mujeres. La nostalgia invade una buena segunda letra por lo que darían por volver a su niñez. Por ello, esperan que sus hijos piensen lo mismo, por lo que si esto sucede sabrán que han sido buenos padres. Dos cuplés notables para elevar el listón de la modalidad. En el primero, el médico les dice todo lo malo que tienen tras un mes de baja, por lo que ellos se alivian al creer que les iba a dar el alta. Aunque juegan con un puntito concursero, rematan bien el segundo al reconocer que en el Concurso "nos vamos a comer un carajo" por culpa del reguetón de 'Daddy Cadi'. A Osé le ha gustado esta actuación.

El veredicto del Diario del Carnaval

Actuación en cuartos

• el tipo. La personificación del destino.
• las coplas. En sus manos tienen el poder de cambiarlo todo. Incluso, el de meter algunas actualizaciones metacarnavaleras al repertorio que son resultonas -sobre todo en el popurrí- para dar un pase con el que mejoran las sensaciones de la preselección, aunque no terminan de explotar al usar un humor facilón con recursos ya conocidos. Ya en la presentación dicen que Pacoli es un Gusiluz y Subiela ha pasado de no tener pelo a que le salga azul. La música del pasodoble sigue enganchando como en su primer día por la sencillez de la melodía. Más metacarnaval en la primera letra al reconocer que hay que aceptar todas las opiniones sobre la fiesta, pero piden a los aficionados que no sean talibanes de sus agrupaciones preferidas por lo que le pasó el año pasado al Sheriff, al que echan de menos. Está un poco por encima la siguiente copla a la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 900 euros y lo poco que les sirve para poder cubrir todos los gastos de su hogar, por lo que viven en la miseria y gracias a la ayuda de su madre y su suegra. Simpáticos los dos cuplés. Un poco mejor el primero a un primo tan feo que es capaz de desbloquear el móvil con el culo. Bajan con el segundo a lo que crece el muñeco reborn que le regalan a su mujer al encontrársela con otro hombre en la cama. Su destino está en manos del jurado.

El veredicto del Diario del Carnaval

Actuación en preliminares

• el tipo. La personificación del destino.
• las coplas. El destino lo decide todo en nuestras vidas. Incluso, hasta dónde puede llegar una agrupación en el Concurso del Falla. Ellos mandan más que Dios, tanto que si un tramoyista no les quiere poner el forillo le provocan un accidente laboral. Actuación de más a menos de la nueva chirigota de Iván Romero y David Márquez Mateos el Carapapa, que se ve lastrada, sobre todo, por el popurrí al caer en los recursos facilones al tirar, especialmente, de mucho famoseo para completar esta pieza. La presentación sí es algo más resultona al desarrollar la idea con sus elecciones cotidianas que influyen en nuestro día a día, como cuando vamos al supermercado y cogemos el carro que no devuelve el euro y tiene una rueda doblada. Sí cumple con creces la música del pasodoble, con un sabor clásico que se pega rápidamente. De hecho, ya en la primera letra, de presentación, defienden esta idea al pedirle a David que les traiga un pasodoble sencillo y de los que Cádiz echa de menos. No están afortunados con la segunda letra, en la que utilizan el carril bici para criticar al alcalde. Una idea demasiado simplona, ya que lamentan que en la ciudad se esté construyendo las vías ciclistas mientras que no hay trabajo -como si una cosa afectara a la otra-. Simpaticona, pero poco más, la tanda de cuplés a un jerezano que va a Turquía a ponerse pelos en las patillas y a una carrera de colores en la que se cuelan borrachos y su mujer al llegar a casa sólo les ve el color morado. Se jugarán su destino en su segundo pase.

El veredicto del Diario del Carnaval