Comparsa La manada
Comparsa de Fali Mosquera
La comparsa de Fali Mosquera mantiene la línea marcada en 2018 con 'Los zincalé' (semifinalista), con Francisco Javier Ramírez Chato como autor de letra y Tomy Alemanía como compositor. Incorpora, además, varias novedades en el grupo, como Chico Vallejo. Continúan voces como las de Agustín El Zoleta o Antonio Parra Aceituna.
Actuación en semifinales
FICHA
Localidad: Cádiz (Cádiz).
Letra: Francisco Javier Ramírez Muñoz 'Chato'.
Música: Tomás García Delgado 'Tomy Alemania'.
Dirección: Rafael Mosquera Muñoz.
Representante legal: Rafael Mosquera Muñoz.
En 2018: Los zincalé (semifinalista).
Una manifestación de hombres para defender la igualdad de las mujeres. La comparsa de Chato, Tomy Alemania y Faly Mosquera culmina las semifinales insistiendo en su concepto feminista. Una actuación que mantiene el camino recorrido por este grupo a lo largo del Concurso al usar una idea en el que destaca más el momento de su uso que el mensaje. De hecho, se desquitan en el segundo pasodoble de las críticas recibidas por el Diario, las redes y la radio al ver "maldad y oportunismo" en esta propuesta y poner en duda su palabra. Por ello, argumentan que su intención es darle voz a las mujeres. Un mensaje que, nuevamente, es discutible. Precisamente, la mujer también sirve de hilo en el primero, con más crítica que desarrollo, en el que pasan de los piropos que ha recibido Cádiz a asegurar que está siendo tratada como si fuera una mujer al vivir sus obreros con la mano en el cuello o ser una ciudad olvidada y maltratada. Cuplés de comparsa para cerrar esta fase. En el primero, se ponen calzoncillos en la cabeza al salirles rizos tras trasplantarse pelo. En el segundo, una tele inteligente les contesta "pasapalabra" al decirle a su mujer que el próximo viernes cantarán con su comparsa en la Gran Final.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en cuartos
- el tipo. Una manada de hombres feminista.
- las coplas. El Falla sirve como altavoz para hacer llegar el mensaje del feminismo, pero en boca de hombres. Las mujeres forman la manada, pero los que cantan son hombres. Una mezcla de reivindicación y Concurso que hacen que esta propuesta tenga muchas fisuras por su objetivo, que no es lo mismo que su contenido. La garra y la vehemencia en la defensa de la idea completan una escena que no cuaja por este motivo. Las letras se mantienen en la misma tónica que en su pase de preselección, estando el efecto por encima del desarrollo. Decaen en el primer pasodoble al volver a aparecer una vez más la situación política andaluza. En esta ocasión, cambia el enfoque al utilizar los colores que representan a los diferentes partidos políticos, por lo que piden que se busque una solución con una bandera blanca ante la aparición del "verde facha". En el remate, los colores se convierten en una excusa para decir que "los marrones" se los comen los obreros. Siguen con la línea del tipo en el segundo para decir que el mundo sería diferente si Dios fuera una mujer. Entre otras cosas, no tendrían que escribir esta comparsa. Regulares los dos cuplés. Algo mejor el segundo a que con Amazon llega todo en un día, por lo que piden un menudo porque está más bueno al día siguiente. En el primero, un poco más flojo, Carli y Subiela se compran un móvil que se desbloquea con la cara, por lo que sólo pueden hacerlo juntos.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en preliminares
- el tipo. Una manada de hombres feministas.
- las coplas. Hombres que hacen suya la voz de la mujer para denunciar las injusticias que sufren. Un mensaje loable pero que no casa al ser hombres los que dedican un repertorio completo al feminismo cuando son ellas las que deben liderar esta lucha. Una concepción de la idea que se une al hecho de estar inmersos en una competición y el momento en el que se elige este tipo, por lo que esta comparsa tiene un punto de oportunismo del que es muy complicado despojarse. A esto se suma la garra del grupo en escena, por lo que el cóctel es propicio para que el público se venga arriba. Un concurserismo que se ve en la presentación y el popurrí -aunque el mensaje que deja es muy defendible porque es real-, pero que también salta a los pasodobles, en los que sí tiene cierto brillo la música. En la primera letra, que es aceptable, aprovechan que cierran la primera fase para defenderla frente a los que echan las culpas a las agrupaciones de fuera por la situación de las preliminares. Tiran del tipo en la segunda letra, al mismo nivel, al tocar el miedo que sufren las mujeres al salir a la calle y denunciar "las penas de mierda" a los violadores. Reguleras los dos cuplés. Resalta algo más el primero a la coincidencia de volver a cantar el último día, por lo que el año que viene cantarán detrás de 'Los cleriguillos'. Bastante peor el segundo a los que se llevan piedras del Gran Teatro Falla, por lo que se pueden "llevar ésta" -ya saben el qué-.
El veredicto del Diario del Carnaval
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