Comparsa Músicos sin fronteras
Comparsa de Pepito Martínez
La comparsa de Pepito Martínez se renueva con hasta diez caras nuevas, empezando por la autoría de letra que en esta ocasión recaerá en Ramón Ruiz tras defender en 2018 los contenidos de José Manuel Cardoso. Tras dos años consecutivos sin alcanzar las semifinales, con 'Los incontrolables' (2018) y 'Tres mil años' (2019), lo intentarán en este COAC 2019 con 'Músicos sin fronteras'.
Actuación en cuartos
- el tipo. Músicos.
- las coplas. La música siempre suena en libertad, por lo que su única prisión es la que forman las cinco líneas de un pentagrama. Las melodías y los ritmos del mundo están por encima del resto en un segundo pase de una comparsa que se lo juega todo en su recorrido del popurrí. Un despliegue que, sin embargo, no llega al resto del repertorio. Por arte de magia, las letras de los pasodobles -que no están mal- guardan una relación confusa con las de los cuplés. Aunque este recurso ya se ha visto en varias ocasiones en el presente del Concurso del Falla, cantan un primer pasodoble bastante logrado usando el lenguaje de signos para eliminar las barreras que sufren las personas que no pueden oír su música sin fronteras. Sin embargo, en el primer cuplé se olvidan de la inclusión al cantarle a Mariano Rajoy, que se convierte en presidente de una comunidad de vecinos, por lo que una vecina dice que está contenta porque "la Junta de Andalucía nos da una paga por el tontito". Cierran la tanda de pasodobles dedicándole la segunda letra al precio que tienen los esfuerzos que hacen profesores, estudiantes y opositores por la educación mientras que sufren los recortes o se vende con casos como el de los másteres de la Universidad Rey Juan Carlos. La docencia vuelve a aparecer para cerrar los cuplés al cantarle a la película de terror La monja, cuyo personaje confunden con una maestra del colegio de Las Esclavas, por la que acaban pegándole por el miedo que sienten.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en preliminares
- FICHAel tipo. Músicos.
- las coplas. Las canciones son universales. No entienden de banderas ni de colores. Melodías que todo el mundo canta y que hacen vibrar a los corazones. La comparsa de Pepito Martínez no termina de convencer con una idea que acaba cayendo en el efectismo al unir todos los estilos musicales posibles en el recorrido por el mundo que hacen en el popurrí, estando finalmente el continente por encima del contenido y perdiéndose las buenas maneras de la presentación, en el que la idea tiene mayor cuerpo. No termina de enganchar la música del pasodoble, que suele ser el punto fuerte de esta agrupación, al quedarse a medio camino con un estilo algo más sobrio que no termina de romper y un remate suave que queda algo raro al separarse del resto de la melodía. A esto se suma que algunas voces altas llegan a chirriar un poco. Más intención que desarrollo en las dos letras. La primera es un totum revolutum entre todos los problemas creados por los localismos o los pensamientos sobre la inmigración para rematar recordando que entre todos hemos levantado fronteras. La siguiente, al mismo nivel, parte del amor en la cama para darle la vuelta al denunciar el acoso que sufren las mujeres por parte de los hombres, por lo que piden que hay que poner una solución a este problema desde la cuna. Doble remate con Lopetegui en los dos cuplés, que en el primero le dice a Guillermo Cano que da coraje que le echen y en el segundo repite la coletilla cuando les echan de casa por hacer un grafiti a su mujer como el de 'La gaditaníssima'.
El veredicto del Diario del Carnaval
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