Qué corgaera

El tipo. Comparsistas en La Caleta. Las coplas. Corgaos que intentan conquistarnos con una comparsa, mientras que el resto lo hace con otras armas. Pero la idea, como en su parodia ironizan los puretas, no cuaja al no quedar perfectamente hilado y justificado el teatro -a pesar de los golpes de Iván Romero y Manuel Morera- con el repertorio, sobre todo en el popurrí. Aun así, se agradece la sencillez y la manera de cantar, sin estridencias, por lo que las coplas entran con mayor facilidad. Defienden correctamente en la primera letra la pureza del flamenco frente a las nuevas modas, que hacen que "no haya quien lo conozca", por lo que se lamentan de que no haya sido denominado antes Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La segunda letra no concuerda con la realidad de los colectivos que ayudan a los sintechos dándoles por las noches comida o mantas, ya que aseguran que los que van a ayudar realmente lo que hacen es ayudarse ellos mismos para irse con la conciencia tranquila. Regulares los cuplés, aunque algo mejor el primero a los recortes en la Semana Santa, por los que la Santa Cena pondrán de comida un paquete de magdalenas. Bastante pero el de la zambobá que se pegan.

En preliminares

las coplas. Un paisaje con el que inspirarse. Locos por conseguir el querer del público. Una comparsa para volver a conquistar al Falla y a Cádiz. Con el mismo esquema de los dos años anteriores, la agrupación de Iván Romero baja un escalón respecto a lo ofrecido en las ediciones precedentes. En este caso, el teatro entre las coplas, en el que se suma este año Manuel Morera, no se justifica tanto al no hilar la idea y servir simplemente -con su gracia y sus golpes- para presentar las diferentes coplas y las cuartetas del popurrí. A su favor están su manera de cantar y la composición de cada una de las piezas, de manera sencilla y sin estridencias, como se ve en el pasodoble. Regresa el metacarnaval en la primera letra, en la que arremeten contra los cultos e inteligentes que critican el Carnaval y creen que la fiesta es una ofensa para el Gran Teatro Falla. Por ello, piden a los derrotistas que se quiten la venda y que disfruten del mejor concurso del mundo. Buena crítica en la segunda pieza a los padres que se pelean en los partidos de fútbol de niños, por lo que les reclaman que valoren más a sus hijos por los estudios y den ejemplo. Simpática tanda de cuplés, sobre todo el segundo al que juega a tirar una bombona como si fuera una botella. Por su parte, en el primero, una mujer tiene una charla de las que se puede conseguir un regalo y se lleva un coche, una vajilla y un trabajo fijo para toda la vida.