Coro El batallitas
Coro de Julio Pardo
El coro de Julio Pardo, uno de los grupos más conocidos y laureados de la fiesta, llegará al COAC 2019 con una importante novedad. Por primera vez en 27 años no será Antonio Rivas el compañero de Pardo en la autoría, recayendo esta labor en Antonio Pedro Serrano El Canijo, que este año no saca su chirigota. Rivas se despidió de la autoría con el cuarto premio de 'Don Taratachín' y el nuevo equipo que forman Pardo y El Canijo llevará al Falla 'El batallitas' en busca de un primer premio que se les resiste desde 2015 con 'La trattoría'.
Actuación en la Gran Final
FICHA
Localidad: Cádiz
Letra y música: Julio Pardo Merelo y Antonio Pedro Serrano Álvarez El Canijo
Dirección: Juan Lucena Morant
Representante legal: Juan Lucena Morant
En 2018: Don Taratachín (cuarto premio)
Gargantas que disparan como si fueran unos cañones gracias a las coplas. Batallitas que llevan colgadas sus medallas de gaditanismo antes de que el jurado dé los premios. El coro de Julio Pardo y Antonio Pedro Serrano el Canijo abre la Gran Final dándole valor a la última noche del certamen con repertorio de estreno y de calidad, sobre todo en la tanda de tangos, por lo que cuajan su mejor actuación. También se nota en la interpretación el progreso que ha tenido este grupo a lo largo del COAC al presentarse más poderoso en cada uno de sus pases. Dos buenas letras para abrir boca. En la noche más importante del Carnaval, dan una lección en la primera letra al público neófito que se estrena en esta sesión. Quieren desterrar los gritos de “campeones” y piden respeto a las agrupaciones, por lo que no quieren ni púbico dormido ni las butacas vacías en mitad de la noche. Por ello, solicitan que demuestren que son verdaderos aficionados a la fiesta. El Canijo hace aparición en escena para cantar un muy buen segundo tango –quizás, el mejor de todos los que han presentado– muy personal al dedicárselo a su madre y a su novia, que son Sevilla y Cádiz. Dos ciudades que a veces se llevan bien y a veces se odian. Una huele a escollera y brisa marinera y la otra tiene aromas de incienso y azahar en primavera. Dos lugares por los que el autor puede hacer “llorar cristales” si alguien se mete con ellas. Los cuplés bajan un pelín el nivel respecto a lo ya ofrecido. En el primero, algo mejor, piden que los restos de Franco vengan a Cádiz para que salgan de postulante con ‘Los del patio’. Desbarra un poco el segundo al pedirle “un mamazón” a Alexa, el altavoz inteligente de Amazon. ¡A los cañones!
Actuación en semifinales
Los más pesados de la Tacita se ponen en pie de guerra para defender su pendón. Un batallón para pelear con uñas y dientes por las cosas de Cádiz . Gaditas hasta la médula que luchan por sus tradiciones y sus cosas mientras que cuentan historias que, sin embargo, no terminan de engatusar. Sí lo hace el grupo con una interpretación algo más reposada que en sus anteriores actuaciones, lo que le da un poco más de brillo a un repertorio que se mantiene en la media de lo ya ofrecido. Con el sello perenne de sus dos autores, los tangos dejan un poso que no consigue enganchar. El relato del primero decae un poco por lo rebuscado de su desarrollo, lo que hace que no llegue demasiado. Una mujer que ha sufrido malos tratos vuelve a encontrar el amor, por lo que los golpes que recibía se transforman en las patadas que les da el bebé que tienen en su interior al estar embarazada. Algo más lograda la segunda letra de piropo a Cádiz a partir de los cañones que existen en las esquinas. Usan estos elementos para introducir tradiciones como el flamenco, el Carnaval, la Semana Santa o el Juan Sebastián Elcano. Suben varios peldaños con dos cuplés simpáticos. En el primero, Pablo Iglesias no se queda solo en Podemos porque le ha pinchado las ruedas a Echenique. Cierran la tanda llevando dos donuts en los cuernos por lo cargados que van en el Mercadona. La lucha sigue.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en cuartos
- el tipo. Un ejército gadita.
- las coplas. Una fuerza local ultragadita que se convierte en la resistencia ante la invasión. Una batalla en la que disparan con fuerza gracias a su potencia vocal. Este sermón en forma de coplas no se convierte en un tostón, a pesar de todas las batallitas que cuentan. El coro de Pardo y el Canijo ofrece un pase con altibajos en las letras. El sello pardista es inconfundible tanto en la música del tango -con un estilo muy reconocible- como en el esquema que sigue el popurrí al desarrollar las diferentes batallas de Cádiz. Desiguales los dos tangos. Brilla mucho más la batalla de los padres con sus hijos en la primera letra, en la que cumplen con la misión de crear buenos soldados para la vida. Un crecimiento que saben hilvanar con cierta maestría al emplear toda la terminología militar para contar la labor que hacen los padres en la rutina diaria del crecimiento de sus niños. Mucho más facilón, contundente y corriente la segunda copla a la actualidad política andaluza por la simpleza de su conclusión. En este caso, disparan contra PSOE, Podemos, PP y Ciudadanos para echarles la culpa de que en el Parlamento hayan entrado "12 fascistas" con Vox. Simpaticotes los dos cuplés. En el primero, la foto oficial del Cádiz CF ante la fachada del Falla será el único ascenso que celebrará la plantilla -ya veremos en junio-. Su mujer se vanagloria en el segundo de que ellos empalmen tres días seguidos, pero lo hacen viendo series de Netflix sin parar. La guerra será cruenta.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en preliminares
- el tipo. Un ejército gadita.
- las coplas. Un gaditano tostó. Ése que es capaz de echar a Napoleón y, a su vez, le para una conversación a Miguel Villanueva. Historias de 30 siglos que sirven para montar un ejército en defensa del pendón de Cádiz. La entrada de Antonio Pedro Serrano el Canijo como autor en el coro de Julio Pardo no ha supuesto un giro radical en esta agrupación, manteniendo una línea continuista con sus virtudes y sus defectos. Impera el aire marcial en la interpretación, lo que les permite mostrar su potencia vocal. Como personaje, el tipo queda más logrado en la explicación de la presentación, en la que estos gaditanos tostones sueltan su sermón, que en el popurrí, en el que entran en las diferentes guerras gaditanas, pero que no consigue romper. Entran en el tango, que mantiene el sello de Pardo pero es algo más reposado, con un curioso silencio de la orquesta que ejecuta a la perfección. Letras para cumplir con la primera fase. Vuelven a presentar a su personaje en la primera copla, en la que se aseguran que su batalla es querer a Cádiz, por lo que siempre lucharán por ella. Más directo y peor ejecutado el segundo al juez que apoyó la absolución de la Manada, por lo que esperan que sueñe todas las noches que la víctima fue su hija, su esposa y su madre. Tanda simpática de cuplés a Procopio, al que le recuerdan que aunque diga que es de Podemos viste ropa de Spagnolo y al carril bici, que el Kichi lo ha hecho para cuando venga Echenique. ¡A las armas!
El veredicto del Diario del Carnaval
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