Coro Gloria bendita

Un coro celestial de angelitos que quieren pecar. El coro de Procopio y García Argüez realiza un tercer pase que no se separa demasiado de lo ofrecido anteriormente, ya que no termina de enganchar con sus letras y por una propuesta que, a pesar de algunos mensajes certeros, se acaba perdiendo por la falta de un hilo que una la presentación con el popurrí. Una indefinición que en algunos pasajes también tiene su traslado a los tangos, en los que el empeño de parecer diferentes hace que se acaben perdiendo. Esto se nota especialmente en el particular Ave María que rezan en el primo tango al dedicárselo a Doña Jenny, una virgen de un barrio de extrarradio, una madre joven y abuela en un barrio pobre que es “una diosa humana de los milagros que del infierno creaste la gloria”. Más contundente y directo el segundo a la exhumación de Franco. Con algún mensaje discutible por dar algún palo de ciego al decir que “la ministra iba de luto oficial” o que la televisión le hizo la campaña a la ultraderecha, sí acierta en su final al reclamar que los asesinados que aún siguen en las cunetas son los que se merecen los honores. Cuplés para cumplir con el reglamento. Bastante flojos los dos. En el primero, regresa el sambenito del gusto que tienen los gaditanos por las drogas al decir que la búsqueda de voluntarios para probar que curan enfermedades hace que en 15 minutos se forme una cola que le da tres vueltas y media a Zamacola. Muy desafortunado el segundo comparar a José Blas Fernández con “un perro” que Kichi recoge de la calle como en el caso de los padres que adoptaron a una enana. Se quedan a las puertas de la gloria.

El veredicto del Diario del Carnaval

Actuación en cuartos

el tipo. Angelitos con caras de niño. las coplas. En el Falla se está como en la gloria. Niños angelicales a los que no dejan ir a la tierra al estar metidos en una internado celestial, por lo que acaban montando un coro que “no llega ni a coro chungo de Carnaval”. El grupo de Procopio y García Argüez mantiene la línea plana de su primera actuación con un pase en el que no despuntan ni las letras ni la idea, que acaba convirtiéndose en una excusa para darnos desde el cielo algunas lecciones sobre lo que está mal en nuestro mundo de una forma algo deslavazada, siendo algunas de ellas un poco efectistas. Estas entran un poco mejor por la alegría del tipo y la selección musical, pero no terminan de llenar al no crear un conjunto que tenga cierta solidez. Aunque sin excesivas complicaciones, al tango le falta algo de empaque a su melodía. El planteamiento de la primera copla es discutible y, en cierto modo, algo paradójico al echar en cara a los carnavaleros que se dediquen piropos a Cádiz con “letras blancas del ombliguismo, el topicazo y el chovinismo”, por lo que son los propios autores los que “nos clavamos nosotros mismos el lápiz rojo de la censura”. Una letra que desaprovechan, ya que la podrían haber dedicado a cualquier otro tema. Algo más comprometida la segunda a la petición que le hacen a “Jesusito de mi vida” por los niños de la tierra. Una defensa más poética cuando es a capela, y más dura cuando le meten potencia al hablar de los abusados, los explotados, los inocentes y los humillados. Pecan en dos flojetes cuplés. En el primero, se compran un calendario del Despojado para ver si se pasa “el año volado”. En el segundo, piden que los carruseles de coros respeten a los botellones. Estribillo publicitario con Gloria. El cielo es más frío que el infierno.

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Actuación en preliminares

el tipo. Angelitos con caras de niños. las coplas. Eso de que en el cielo se vive como en la gloria es una gran mentira, ya que su estética se parece más a un colegio de pijos en donde los ángeles viven internados. Por ello, la Madre Diosa quiere montar un coro celestial, aunque estos ángeles no sirven ni para montar un coro de Carnaval. Chapa y Procopio le dan una vuelta de tuerca al estilo del coro para presentar un repertorio en el que resalta más la alegría tanto en lo musical como en escena, aunque después no tiene ese reflejo en el desarrollo del popurrí, que se desvía de la trayectoria trazada, aunque deja cuartetas curiosas, y algo efectistas, como la del plástico. Este contrapunto hace que no termine de cuajar. Sí es más clara esta línea en la presentación al contar las peculiaridades de estos angelitos, que aunque son angelicales, también pecan. Cambio de tercio en el tango, algo más recio aunque la melodía no rompe. Letras para intentar romper los esquemas tradicionales de los coros. En la primera, se salen de la definición del tango como “su majestad” para situarlo como una copla que “no es de la aristocracia ni patrimonio de gente rancia ni es arte noble”, por lo que “es del pueblo”. Llama la atención el factor sorpresa con el que juegan en la segunda letra, en lo que parece que es un tango reconociendo a Canal Sur su labor para fomentar el Carnaval. Nada tiene que ver el inicio con el final ya que el homenaje es a El Melli, Ordóñez, Izquierdo y Quiñones por grabar las cintas de las agrupaciones. Dardo directo con poco efecto en el primer cuplé a los ofendiditos, ya que piden perdón y “los de siempre” saltaron diciendo que “con El Perdón no cachondearse”. Poco estiloso el segundo al decir que Greta Thunberg tiene “un carácter de este tamaño”. De Cádiz al cielo.

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La previa

Tercer año como grupo de una de las sensaciones de la modalidad en los últimos concursos, el coro de Procopio y El Chapa. Esta agrupación se estrenó en 2018 alcanzando las semifinales con 'Tiempos modernos' y repitió clasificación con 'Gran reserva' este 2019. Su estilo reivindicativo, unido a su musicalidad y su buen conjunto, les ha convertido en uno de los imprescindibles de la modalidad del tango.

Como curiosidad, cabe recordar que el coro anunció que se llamaría 'Carrera oficial' en el COAC 2020 junto a un logo que provocó el enfado de la cofradía de El Perdón. La agrupación acordó finalmente cambiar la imagen y poco después alteró también el nombre, registrándose en el Concurso como 'Gloria bendita'.