Coro El tango se escribe con tiza

El coro de Paco Mora sigue en la brecha un año más. Autor y grupo recibieron un importante varapalo en el COAC 2018, al quedarse fuera de las semifinales (y muy lejos del pase) con 'Y sin embargo, te quiero', una agrupación que estaba en las quinielas para ofrecer un pase más. Con fuerzas renovadas Martínez Mora apuesta por un nombre que evoca lo añejo, 'El tango se escribe con tiza'.

Actuación en semifinales

Tangos, polkas, cuplés y guajiras para recordar a Antonio Rodríguez el Tío de la Tiza desde el escenario del Teatro del Círculo Modernista. Un recuerdo con vestigios de su obra tanto en el tipo como en el repertorio. Una tercera función de un espectáculo que convence más por el recuerdo al personaje y el sello añejo del tango que por las coplas. Aun así, elevan su calidad en el estreno de las semifinales. En los tangos, el primero sólo es correcto al tratar un tema metacarnavalero para resaltar la cantera corista. Se centran en "los maestros de base" que se dedican en clase a enseñar los tangos a los niños. Por ello, reconocen que por su trabajo se mantiene "la magia viva de nuestro tango". Mucho mejor la segunda copla tanto por un enfoque original como por su desarrollo. Tratan con tacto el drama de las mafias que se aprovechan de la miseria para que las pateras lleguen desde Marruecos a España. Parten de la riqueza que las playas generan para denunciar que se "juega con la muerte creando un infierno", por lo que "en vez de duros encuentran euros de los modernos". Sus cuplés no terminan de arrancar, por lo que mantienen la misma tónica que en todo el Concurso. Algo más simpático el primero a un trasplante capilar que le hacen a un componente del coro en el barrio de La Viña. Al final, el pelo acaba debajo de su nariz. Un poco peor el segundo al jugar con la subida del mar por el cambio climático y el nombramiento de Teófila Martínez como presidenta de la Autoridad Portuaria. Su tiza marca su camino.

El veredicto del Diario del Carnaval

Actuación en cuartos

• El tipo: el Tío de la Tiza, representado con alegorías de varios de sus coros.
• las coplas: Segunda representación del espectáculo 'El tango se escribe con tiza' en el Teatro del Círculo Modernista. Una obra que destaca más por el recuerdo y la sencillez que por su texto. Una propuesta que le sirve a Paco Martínez Mora para moverse en el ámbito que mejor domina, pero que no termina de cuajar por no ser novedosa a pesar del esfuerzo por explicar la vida y obra de el Tío de la Tiza y de la selección musical del popurrí. Sí resalta el sabor añejo del tango, lo más destacado de todo el repertorio. Saben hilar bien la primera letra dedicada al papel de la mujer en la fiesta. Parten de 'Las trovadoras modernistas' (1928) para contar los reproches que recibían sus componentes por ser mujeres y el cambio que ha dado el Carnaval gracias a la aportación de Adela del Moral, Charo Quintero y las hermanas Rivero. Mas corrientito el segundo tango -aunque con un mensaje claro- a todas las manos que han hecho grande a Andalucía a lo largo de toda su historia en muchos ámbitos y "los callos" que tienen las manos de los andaluces de buscar trabajo a pesar de ser tachados de vagos. Flojean los dos cuplés. Regalan a su Paqui en el primero un teléfono móvil, por lo que se pasa el día enganchada a él mientras que ellos se tienen que consolar con su Iphone 5 al no hacer ya el amor. Algo concursero el segundo a los parecidos que les sacan en su familia por su bigote, entre ellos el que tienen con Julio Pardo.

El veredicto del Diario del Carnaval

Actuación en preliminares

• El tipo. Antonio Rodríguez Martínez, el Tío de la Tiza, representado con alegorías de varios de sus coros.
• Las coplas. Un autohomenaje –con su poquito de maldad al copiar a los comparsistas de ahora– para comenzar el Concurso del Falla. El Tío de la Tiza se presenta en las tablas para recordar su legado en forma de coro. Tras el desengaño del pasado año, Paco Martínez Mora tira de una propuesta simplona y carnavalera para recuperar la senda perdida. El resultado es un coro agradable que destaca más por la explicación del personaje en forma de espectáculo en el Teatro del Círculo Modernista a lo largo del popurrí y la selección musical que por su originalidad, algo que se ve desde la presentación al justificar la idea por la necesidad de recordar al pionero del tango. Resalta el corte clásico de la música del tango, sin grandes complicaciones, bien ejecutado por el grupo y con un curioso remate final. Poco riesgo en las letras de los tangos. En el primero, aprovechan el impulso al Museo del Carnaval para reivindicar que en él figure en letras grandes el nombre del Tío de la Tiza. Bastante mejor la crítica del segundo a las personas que se dedican a llevarse las piedras del Gran Teatro Falla. Una de cal y una de arena en los cuplés. Pincha el repaso del primero a Chabelita –para amantes de la prensa del corazón–, en el que todos sus ligues se la quieren llevar y la Pantoja quiere que se la lleve la madre que la parió. Mejoran con el segundo a los huesos de Franco, que los tirarían en el Congreso al voleo para que “el que lo coja pa él”.

El veredicto del Diario del Carnaval