Coro Al sonar las doce

El terror y el miedo se apoderan del Gran Teatro Falla. Una maldición que se rompe cantando en la Gran Final. El coro de Luis Rivero abre la noche más larga haciendo gala de su apuesta musical con unas voces que dan miedo. Es lo que más funciona de un repertorio que brilla más por el trabajo que lleva detrás, lo que propicia el lucimiento del grupo. Las letras, todas de estreno, mantienen la línea de su paso por el Concurso, por lo que se quedan por detrás de su propuesta. Reaparece la política en la primera letra, en la que comparan la situación del sur de España con la del norte a partir de lo que los diferentes nacionalismos consiguen en Madrid. Con la formación del nuevo Gobierno de fondo, denuncian “el chantaje” de los nacionalismos e, incluso, el beneficio que hasta Teruel ha sacado de la negociación del Ejecutivo, mientras que todas las comunidades del sur son “más pobres”. Bastante mejor el segundo tango dedicado a todos los motivos por los que se sienten orgullosos de ser cadistas. No se centran en la trayectoria del equipo –se olvidan de Cervera–, sino que muestran otros argumentos como la creación de los equipos femenino y Genuine, el trabajo de la cantera o la labor de llevar el cadismo por los colegios de la provincia. Mucha distancia entre los cuplés. Al menos, el primero es simpático al tratar el Brexit, por el que su madre deja de vivir en un piso de la calle Londres para no irse de Europa. Bastante previsible el segundo a los diferentes personajes que el coro representa. De ellos, los hombres lobo engañan con sus flequillos y los aullidos, por lo que son unas lobas. Tienen toda la final para deambular por las calles.

Actuación en semifinales

Las coplas son el mejor remedio para romper con la maldición de Cádiz. Almas que vagan por la ciudad mientras que los humanos duermen. El coro de Luis Rivero se sube a las tablas del Falla nada más caer la noche en busca de la sangre que le lleve hasta la final. La apuesta musical y la excelsa interpretación del grupo lo envuelven todo en su tercer pase, en el que consiguen un pequeño avance en las letras de tango, pero sin llegar a cautivar por el peso que tiene la propuesta en el resultado final al querer impresionar desde la oscuridad del tipo. En los tangos, destaca el primero por estar mejor enfocado al denunciar la situación de los sintechos en la ciudad a partir del propio tipo. Un terror que aparece al caer la noche entre las brujas malvadas del viento y el frío, y el mordisco que sienten de los vampiros que les lanzan al abismo. Por ello, agradecen la labor de Calor en la Noche, Cruz Roja y las cofradías, y denuncian que se les siga volviendo la cara. No luce tanto el segundo tango al usar el pecho femenino para hablar de refilón del cáncer de mama tras mostrarlo entre la pasión del amor y el lugar en donde brota la vida con su leche. Cuplés de miedo, ambos flojitos. En el primero, los anuncios que aparecen en el móvil cuando se habla de algo hacen que cuando su pareja se esconde al hablar aparezcan anuncios de tres o cuatro ganaderías. En el segundo, Cádiz se aleja de España por la subida del mar en 2050, por lo que Quim Torra busca piso en Bahía Blanca.

El veredicto del Diario del Carnaval

Actuación en cuartos

el tipo. Personajes de terror. las coplas. Voces que dan miedo. El coro de Luis Rivero se aferra a su propuesta musical en la presentación y el popurrí para intentar que el resto de los coros sientan pavor en la competición. Sustos que se quedan a medias porque su principal argumento es un envoltorio que saben dominar con un despliegue vocal que roza la perfección. Sin embargo, el contenido no aterra tanto en un pase algo plano. Mejor el fin que la forma del primer tango para denunciar los crímenes machistas. La sucesión de números hacen que el tango sea repetitivo y se le pierda el hilo hasta llegar a la resolución, en la que sí denuncian con acierto que todavía existan personas que nieguen la violencia machista. No casa con la competición una segunda letra metacarnavalera al reconocer el veneno que existe en la fiesta, por lo que se olvidan de las rencillas para acordarse de Julio Pardo, Nandi Migueles y Faly Pastrana a través de los recuerdos de sus coros a lo largo de su vida. Poca chicha en los dos cuplés. Está un poco por encima el primero, en el que Kichi se va a gastar en las lámparas de ‘La chusma selecta’ lo que se ha ahorrado de las luces de Navidad. Con un uso efectista de los cuplés de Vera Luque, no luce por facilón el segundo a la reunión del Gobierno de España en un cortijo al decir que es la primera vez que un político trabaja en fin de semana.

El veredicto del Diario del Carnaval

Actuación en preliminares

el tipo. Personajes de terror. las coplas. Seres del inframundo que despiertan cuando Cádiz duerme. Voces angelicales en cuerpos terroríficos. Tras un año de descanso, Luis Rivero eleva su apuesta musical a su máximo exponente, trayendo una propuesta en la que existe mucho más mimo en el continente que en el contenido en la presentación y en el popurrí, en los que el grupo realiza un derroche vocálico extraordinario, lo que, junto al apartado musical y a la puesta en escena, acaba tapando todo lo demás. Desde el inicio se ve que la propuesta se encamina por este rumbo con una versión de Thriller, de Michael Jackson, que no suena todo lo limpia de lo que suele acostumbrar este grupo. Luis Rivero muestra su sello con un tango muy reconocible por mantener inalterable su estilo, jugando con el silencio en el trío y la potencia en su final. Relato personal y de presentación en la primera letra, que cumple con la intención de presentar la música, en la que un corazón errante recobra la ilusión para volver a entregar un tango para decirle “te quiero” a Cádiz. Buen homenaje en la segunda letra a Chari Delgado, una mujer que nació entre cuplés de Eduardo Delgado y se hizo mujer con coplas de Paco Alba y de Nuestra Andalucía. Por sus disfraces y su puchero, entre otras cosas, “no hay mujer más carnavalera”. Doblete de Kichi en los cuplés por su físico, ambos reguleras. En el primero, todo el mundo está más delgado en Cádiz por el carril bici menos el alcalde, que está más gordo. En el segundo, el aumento de peso es porque se ha comido unas cuantas plazas de aparcamiento. El desfile de personajes hilvana un popurrí en el que la música y la escenografía sobresalen.

El veredicto del Diario del Carnaval

La previa

El coro de Luis Rivero decidió tomarse un año sabático en 2019 tras firmar sendos primeros premios en 2017 y 2018 con 'El mayor espectáculo del mundo' y 'Vive, sueña, canta'. El grupo, que se refuerza con voces tan potentes como las de Carmen Jiménez Barea, Sabina Sánchez o Rocío Velasco -que fueran componentes de comparsas de Faly Pastrana como 'La ola', 'Óyeme' o 'Febrero'- se presentó con un curioso flashmob para dar a conocer su regreso y su nombre, que será 'Al sonar las doce'.