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El Comité de Árbitros reconoce el grave error en el penalti

El creador

Comparsa

Rafa Burgal /Cádiz

04 de febrero 2016 - 06:56

Localidad: Cádiz

Letra y música: Constantino Tovar Verdejo

Dirección: José Luis Otero Trechera

el tipo. El Dios creador de la mente de un niño.

Las coplas. Un mundo en el que manda la fantasía. Una mente privilegiada al alcance de los más pequeños. Imaginación y sensibilidad. Dos características con las que cumple Tino Tovar para poner en pie la idea más diferente de todo el Concurso. Y los niños, como son los más sinceros, son los que dicen la verdad. Ante la cercanía del fallo, Tino se la juega con dos letras enormes. Ambas son críticas, pero muy diferentes. Le toca al rey Juan Carlos I en la primera copla para recordarle que hace un año que abdicó, pero que no ha rendido cuentas. El que "se presentó como ejemplo", pero que se destapó como mujeriego o cazador de elefantes. Lecciones de democracia e igualdad, mientras que fue puesto en el trono por Franco o tenía yates en Baleares. Una Corona deshonrada por la imputación de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Un vividor que les hace recordar la letra de la ranchera: "No tienes ni trono ni corona, pero sigues siendo el rey". Un remate magnífico. En el segundo, Tovar demuestra que se puede tratar con delicadeza el drama de los refugiados. Un amigo que le dice a otro lo que debe hacer para escapar de la guerra a partir de todos los juegos de niños. Debe salir corriendo en "el contra", decir que no juega cuando le digan "pies quietos", buscar un escondite o no jugársela al "piedra, papel o tijera" en la frontera. Una carrera para que "no acabe tu juego en la orilla de una triste playa". Cuplés simpáticos de temática carnavalera. En el primero, los carnavaleros mandan vídeos a través de las redes sociales para felicitar los cumpleaños, pero ellos esperan que los llamen para un vídeo porno, mientras que en el segundo aseguran que van a temblar más con el fallo de comparsas que con el terremoto de hace unos días. Creadores de ilusión en una modalidad competitiva.

EN CUARTOS

l

as coplas. Creadores de un mundo propio. El que solo puede estar en la mente de un niño. O el que solo puede estar en la cabeza de Tino Tovar. Pura magia. Una idea que, aunque pueda chocar por lo que tiene de fantasía, se resuelve bien en el popurrí. Aunque no es del estilo de Tino, se desquita en el primer pasodoble de la cuarteta que le dedica en su popurrí 'Comparsa Los invencibles', de Antonio Martín. Un planteamiento erróneo el de Martín al jugar con el nombre de 'El creador' y Paco Alba. Tovar le replica diciéndole que no se siente el creador de la comparsa, que solo es un aprendiz y el único profeta es Alba. Sin embargo, falla en el final al mezclar en esta historia a Enrique Villegas, que se merece una letra por sí solo fuera de las guerrillas carnavaleras. En el segundo, recoge un tema como el del alcoholismo, que ya ha aparecido varias veces en el Concurso, pero lo hace con la sensibilidad que suele tener Tino. Un hombre que deja en la barra los escombros "del hombre que un día fui". Recuerdos de una resaca de la que es mejor estar muerto antes que hacerle daño a "mis seres queridos". Travesuras con Kichi, al que al ir a repartir ropa una monja le ofreció una rebequita, y con la trompeta de Juan Carlos Aragón, que les hace subirse a una silla como la cabra de los gitanos.

EN PRELIMINARES

las coplas. Pura fantasía. La imaginación de un pequeño se une a la de Tino Tovar. El alma de un niño es capaz de crear un mundo utópico. La sensibilidad de Tino hace el resto. Desde la presentación nos invita a un viaje de alegría -con un mensaje que hay que guardar, sobre todo en su popurrí- en el que debemos dejar volar a nuestra mente. Una creación que se consuma con un segundo pasodoble en el que Tovar cumple el deseo de su madre de escuchar una letra dedicada a ella en las tablas del Falla. "Mi creadora, mi verso te escribo y presume mañana en el barrio de la copla que te hizo tu hijo". Emocionante. Como para no presumir de hijo. En el primero, Tino tira de elegancia al contar la historia de una aficionada que compró entradas para escuchar a su comparsa y explicar todo lo que lo que siente en todos los pasos que da en el teatro para escucharla. " Tu momento, tu noche. Cómo voy a quedarme en mi casa". No hay excusas. La música, para volar. En los cuplés, primero tratan la destitución de Rafa Benítez y le dan un toquecito a Quique el Largo por si no llega a cuartos. En el segundo, quizás un poco peor, hablan de los aciertos y los desaciertos en sus creaciones. La mejor creación, la persona que le dio la piña a Rajoy. Se liberan de las ataduras de los dioses para crear su propio mundo en el popurrí. Un planeta que habrá que visitar. Y vivirlo.

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