Cuarteto Brigada amarilla (Agüita con nojotros)
Cuarteto de Morera
El cuarteto de Morera, en su regreso al Concurso tres años después, arrasó en la modalidad con 'El equipo a minúscula (comando Caleti)', quizás el mayor pelotazo del COAC 2018. Dejar atrás a los inolvidables Trinchera y Gadita será uno de los retos del cuarteto liderado por Manolo Morera, Iván Romero y Carlos Mení de cara al próximo Concurso del Falla con 'Brigada amarilla (Agüita con nojotro)'.
Actuación en la Gran Final
FICHA
Localidad: Cádiz (Cádiz).
Letra: Manuel Jesús Morera Rioja, Iván Romero Castellon y José Carlos Mení Quintero.
Música: José Carlos Mení Quintero, Iván Romero Castellon y Manuel Jesús Morera Rioja.
Dirección: Manuel Jesús Morera Rioja.
Representante legal: Manuel Jesús Morera Rioja.
En 2018: El equipo a minúscula (Comando Caleti) (primer premio).
Unos auténticos expertos en apagar fuegos. El Alegría y el Desagradable forman una pareja inseparable. Mení y Morera tiran de la actuación con sus personajes en una parodia en la que vuelven a darle una vuelta de tuerca a la historia. Con un camino diferente, el relato pasa del cumpleaños de Manolo el Desagradable al incendio del Gran Teatro Falla en el primer día de trabajo como tramoyista del Malapata. Con una actuación que va de más a menos, culminan su pase por el Concurso con buenos golpes, que se ven acrecentados por cómo dominan los bomberos la escena, aunque se siguen repitiendo los esquemas que usan desde su estreno. El Desagradable se enfada porque le celebran un cumpleaños con muchos invitados, por lo que cada persona ha dado un céntimo para su regalo. Tampoco le gusta el regalo de un vale para comer en gastrobares, ya que parece que la gente se ha vuelto “chicoters”. La parodia se viene arriba en el segundo acto –con caída de Mení al tirarse por la barra– al trasladarse la acción al Gran Teatro Falla. Con el telón echado, piden que salgan primero los que sean de Cádiz, por lo que sólo se van dos. Le cae al pregonero, Joaquín Sabina, ya que le dicen que va a ser pregonero y Dios Momo a la vez por culpa del incendio. Al final, el Malapata descubre que no hay fuego, sino que el humo procede de una máquina que lo fabrica para la escenografía. Vuelven a fallar en los cuplés. En el primero, se dan de alta aunque no han ido ni a ensayar por el miedo que tienen ante los problemas que tienen los carnavaleros. En el segundo, repiten el chiste del trío, pero en esta ocasión les ponen en la cama a ‘Los cristalitos’. Rescatan en el tema libre la parodia de semifinales sobre el intento del Bar El Pringue de conseguir una estrella Michelin.
Actuación en semifinales
El cuarteto de Manolo Morera, Carlos Mení e Iván Romero se mete de lleno en la competición, por lo que el duelo por el primer premio va a ser de altura. Lo hacen siendo muy fieles a su manera de entender el cuarteto, pero con mucha más brillantez tanto en los golpes como en el hilo de la historia de la parodia, la pieza que más destaca. A pesar de la mierda que tiene, el Bar El Pringue intenta conseguir una estrella Michelin. Aunque al final todo se acaba convirtiendo en un desastre porque los camareros son el Alegría y el Desagradable. Con una gracia que es innata, meten mucho surrealismo en los golpes. El Alegría le dice al inspector que este bar es muy positivo, por lo que en vez de lagrimitas de pollo hay sonrisitas de pollo. Por su parte, el responsable de Michelin encuentra un pelo en un plato, pero le dicen que es suyo por quedarse calvo. Al final, se marcha enfadado por el mal servicio, virando la historia de nuevo hacia el incendio de la casa del Malapata. Esta vez sí consiguen apagarlo, aunque antes el Alegría se equivoca de casa. Los cuplés siguen siendo su punto más débil. Aun así, no están mal los dos de esta fase. En el primero, algo escatológico, unos investigadores descubren que se pueden hacer ladrillos con caca humana, por lo que ellos pueden construir un chalet en Chiclana. Mejor el segundo a los pijamas de animales que usan sus familiares. Un día se equivocan y llevan al perro al colegio en vez de al niño. La güija que hacen en el tema libre le da menos brío a esta parte del repertorio, pero les sirve mantener intactas sus aspiraciones.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en cuartos
- el tipo. Los bomberos el Alegría y el Desagradable, el Pringue y el Malapata.
- las coplas. La casa del Malapata se sigue quemando, pero no hacen nada para evitarlo. Con las mismas armas, la idea se convierte en un pretexto para mantener un esquema en el que se suceden los golpes, aunque no con mucha potencia. Morera y Mení se hacen dueños de la escena para mantener en pie a un cuarteto al que no termina de funcionarle la ausencia de hilo en la parodia y el tema libre. El Alegría pasa dos veces por delante de un control de la Guardia Civil porque no le paran la primera vez y avisa que detrás va el Desagradable sin seguro. Por su parte, el Desagradable suelta algunas gracias de arte con la moda de los tatuajes, por la que uno que tiene muchos va a cagar cartuchos de tinta. Al final, se olvidan del incendio en la casa del Malapata porque se quema el parque de bomberos. Bajan en los cuplés. Abren la tanda con un hombre al que congelan cuando le da un infarto para poder curarlo posteriormente, pero acaba muriendo de un resfriado. La cierran con su temor a que Franco esté congelado cuando exhumen su cuerpo. En el tema libre, que se mantiene al mismo nivel, la historia cambia al intentar cambiar el itinerario de una procesión ya que el hermano mayor es el dueño de la finca.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en preliminares
- el tipo. Los bomberos el Alegría y el Desagradable, el Pringue y el Malapata.
- las coplas. El Alegría es una persona que ve todo con positividad, tanto que se pone el bikini que le iba a regalar a su novia antes de que le dejara y celebra quedarse un día más en el tanatorio por la muerte de su padre. Manolito el Desagradable es todo lo contrario, ya que le molesta hasta que le digan buenos días. Por su parte, el Pringue tiene un bar con mucha mierda, por lo que aparece un inspector de Sanidad y le multa por tener dos cucarachas, aunque le puede caer pena de muerte si mirara la freidora. Por último, el Malapata tiene tanta mala suerte que se va a poner pelo en Turquía y el pelo le crece para dentro. Con esta base, Manuel Morera, Carlos Mení e Iván Romero defienden el primer premio con una propuesta más teatral en la que los personajes vuelven a ser su punto fuerte para enganchar al público. En este caso, el peso lo lleva el Desagradable. Consiguen hilar más golpes en una parodia de presentación en la que al final se descubre que el Alegría y el Desagradable son bomberos que van a apagar un incendio en casa del Malapata. Bajan un peldaño en los cuplés, en los que ven que la única diferencia entre Teófila Martínez y Kichi es que antes iban a sellar el carnet del paro en autobús y ahora lo hacen en bicicleta, y están tan metidos en el Carnaval que les echan de un tanatorio en mitad de los cuplés. Dejan en el aire la salvación del Malapata para la próxima actuación.
El veredicto del Diario del Carnaval
También te puede interesar