Cuarteto Matando el gusanillo
Cuarteto de Rivas y Zambrano
Cuarteto Matando el gusanillo
Antonio Rivas, desligado del coro de Julio Pardo, se centra en la autoría del cuarteto 'Matando el gusanillo' junto a Manolo Zambrano para llevar al Falla su segundo proyecto en común: 'Matando el gusanillo'. Se mantiene el grupo de 'Mission impossible: Los astromantas' y se recupera para la causa al mítico Emilio Blancanieves de la recordada chirigota de los Carapapa.
Actuación en preliminares
- FICHAel tipo. El dictador Francisco Franco y dos gusanos de izquierdas.
- las coplas. El caudillo está de moda, por lo que sale en dos cuartetos -y en una chirigota-. Encima, lleva 40 años parado en su ataúd, por lo que ya es como un gaditano. A su lado tiene a dos gusanos de izquierdas que no paran de intentar hilar golpes uno tras otro sin mucho efecto. Floja puesta en escena del cuarteto de Antonio Rivas y Manuel Zambrano al no ser capaz de construir una parodia a partir de la idea, por lo que se acaba convirtiendo en una sucesión de chistes malos. Alguno es más resultón, como la explicación del comunismo, que al decir "todos por igual, compañeros" se parece a lo que dicen los costaleros en Sevilla. A partir de ahí, deslizan cualquier cosa posible, como cuando le dicen a Franco que si sabe lo que es un ordenador y replica que él lo que ordena es mandar al paredón. Asimismo, el dictador está más muerto que un gato en un restaurante chino. Franco es una joya porque ya tiene hasta el estuche. Uno de los gusanos, por su parte, tuvo una novia que se metió en la droga porque era una gusana de canutillo. El dictador está más muerto que Iniesta en el minuto 60. Y así todo hasta conseguir completar la parodia. No consiguen que el público mate el gusanillo con dos cuplés discretísimos. En el primero, se compran un móvil tan malo que cuando le piden al GPS que busque un bar que es nuevo les dice que lo busquen ellos "con los huevos". No se enmiendan con el segundo a lo mal que cocina su mujer. El tema libre sigue la misma tónica de un repertorio que se pierde ante tanto intento fallido.