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Cuqui y Ketama, 23 carnavales de rebeldía callejera

Joaquín Santos 'Ketama' y Rafael Piñeiro 'Cuqui' han nutrido al carnaval callejero, con más de 31 romanceros, llenos de espontaneidad y muy poquita vergüenza.

Con una legión de seguidores rendidos a sus pies, ambos patearon las calles de Cádiz en 2024, con los romanceros, 'La hija secreta de Cuqui, la muñeca diabólica' y 'El trastero'.

Rafael Piñeiro 'Cuqui' y Joaquín Santos ´Ketama´.

En el antiguo pub Karamelo de Cádiz, en el año 1988, Rafael Piñeiro Cuqui, que cotizaba de camarero, y Joaquín Santos Ketama, que en su juventud ejerció la albañilería, se cruzan por unas reformas que necesitaba el desaparecido disco bar. Entre perlita y perlita y de conocerse de vista en los bares donde entonces paraban -El M16, El Flamenco y El Micro, entre otros muchos- en las madrugadas gaditanas, sellaron una amistad que dura ya 31 romanceros y continúa in crescendo.

Rafael Piñeiro, reconocido con el primer Cartelón de Oro que se otorgó en el año 2019 y que homenajea su fructífera trayectoria en el carnaval callejero, comienza mostrando sus cuidadas carpetas, rebosantes de ilustraciones, carteles y viñetas que realizó el autor y Antonio García García Gaga para los primeros romanceros que comenzaron en el año 1991. En años posteriores, colaborarían también con el autor José Luis Sabajanes Selu, Jesús Moreno y Manolo Piulestán.

'Qué par de presidentes' es el primer romancero que estrena Cuqui con Antonio Sevillano en la calle en el año 1991, de los más de 60 que tiene en su currículum. A partir del 1992, Rafael Piñeiro alternaría romanceros, entre otros, con Alejandro Villafruela, Alexcomix y María Jesús Díaz (su esposa). No sería hasta 2002, cuando apareciese el que hasta ahora es su compañero, Joaquín Santos Ketama. 'La hija de Cuqui, la muñeca diabólica', data del pasado año y es la penúltima creación del autor.

Rafael Piñeiro y Joaquín Santos en el Concurso Oficial con el romancero Roland Guarrón. / cedida

El incombustible romancero Joaquín Santos Ketama se hace presente con su impresionante grito de Tarzán' (dice que lo ensayó a sangre) para el romancero 'Tarzán y el misterio de las holoturias'. "Son 36 años saliendo a la calle", recalca. Este Tarzán a la gaditana se lanza en la liana hasta el año 1989 y desliza: "Empecé con el 'Mago y yo' en el Concurso Oficial de Romanceros (1989), iba disfrazado, mitad de Irigoyen y mitad de Mágico González. Llegué y pegué, gané el primer premio", recuerda. Los últimos versos que llevaría a las aceras gaditanas este singular romancero fue el pasado año 2024 con 'El Trastero', en el que también participaba Rafael Piñeiro.

Pedro Ramírez Púa, Perico el del Cartelón, Agustín González, El Chimenea, José Manuel Gómez, Paco Mesa, José Lo, el Moi y Gabriel Valle son algunos de los predecesores de Joaquín Santos y Rafael Piñeiro

Está dotado Joaquín Santos, fuera y dentro de las calles, de un ángel especialmente gamberro a la hora de representar sus repertorios. Antes de comenzar en la modalidad con Rafael, los presentó con Paco Hernández, ya fallecido, y Leo Power. Santos ha dado vida a curiosos personajes, desde Moisés en 'Los 24 mandamientos del Ketama', en el año 1995, hasta meterse en la misma piel del temido terrorista Ben Laden, en 2002, con el romancero 'La verdadera historia de Ketama Laden'. Con este último se desencadenaría un incidente que todavía ninguno de los dos olvidan.

Ketama enfunda la marcha atrás con una de las muchas historias tronchantes que cosechan ambos, y le recuerda a su compañero Cuqui, ahora con gracia, el susto que pasaron por culpa aquel romancero: "Íbamos por el Corralón con el romancero, yo disfrazado de Ben Laden y el Cuqui de mujer afgana, y de repente nos acorralan tres o cuatro marines de la Base Naval de Rota y me preguntan si creo que mi indumentaria tiene gracia", relata Ketama con incertidumbre. "Por mucho que intentábamos explicarles la idiosincrasia de estas fiestas a los cuatro armarios empotrados, cada vez más me acorralaban, sobre todo a mí, porque colecciono aviones y como detalle del tipo, llevaba uno pegado al hombro, como el que se estrelló en las desaparecidas Torres Gemelas. Menos mal -prosigue Santos- que la gente que concurría al Corralón se dio cuenta del apuro y llegaron para hacer fuerza, espantando a los marines, que se achantaron y picaron billete. Si no, nos dan la del pulpo, ¿verdad Cuqui?", finaliza. Cuenta Rafael de extranjis, que está trabajando en un libro donde recopila historias con prometedoras anécdotas de todo lo vivido con sus romancero en el Carnaval callejero de Cádiz.

Entre cuarteta y cuarteta, recitadas por la archiconocida voz del Ketama, "honrarás a tu padre y a tu madre, pero picha no le pida más para el coche de Puntales", Cuqui espera turno y desgrana su visión personal del Concurso de Romanceros: "Al Ketama le gusta competir, a mí no, yo me he rebelao a lo largo de los años, contra los continuos cambios en las normas del Concurso. Ahora me arrepiento".

Rafael Piñeiro Cuqui ha llevado su descontento, de distintas maneras, al Concurso Oficial, cuando pensaba que esos cambios que se realizaban en el reglamento no beneficiaban a la modalidad. El autor ideaba una manera de ir a contracorriente y apunta que "si el reglamento cambiaba y constaba que solo podía hablar uno, en vez de dos, durante la representación, hablábamos los dos y nos descalificaban".

Hasta en el antiguo Estadio Ramón Carranza, Rafael y Joaquín se han dejado caer con su romancero. / cedida

En el año 1992, con 'Los cañones del 10 de Antonio López, un romancero pacifista', a Rafael se le ocurre presentarse al Concurso Oficial de Romanceros en la Plaza de San Antonio con un amigo alemán recién llegado a Cádiz. "Wolfie se puso en el escenario a leer el Diario de Cádiz en alemán y yo, desde abajo donde estaba el público (en el reglamento de por aquel entonces, aunque estuviera permitido dos componentes en escena, solo podía hablar uno), hacía la traducción simultánea al español", explica Cuqui. "El secretario del concurso, de conocerme año tras año, me miraba y con la cara me lo decía todo. La líamos y también nos volvieron a descalificar. La gente allí presente no se lo podía creer", confiesa.

Desde hace dos años Cuqui no se presenta al concurso oficial. Ha pasado por épocas y deja entrever que este año volverá, aunque pudiera ser el último. Ketama sí ha seguido participando con romanceros de la autoría del mismo Cuqui.

"Se ha perdido la forma de escribir romanceros que caracterizaba, por ejemplo, a Ketama o a El Chimenea, que con su propio estilo convirtieron al romancero en esencia pura de Cádiz", comienza Rafael y Ketama lo inventa al idioma callejero: "El otro día me fui a La Caleta y me harté de comer babetas, pero lo que estaba buscando eran coñetas y como aquí en La Caleta no hay coñeta, me fui a la playa de las almejas y llené la maleta ¡Qué de coñeta Dios mío, qué de coñeta! ", pone como ejemplo de aquellos romanceros libres a los que hace referencia Cuqui.

Joaquín y Rafael, fieles a su estilo, defienden a ultranza la figura del cartelón. "Cada vez se la da menos importancia al cartel y es fundamental en el romancero", apunta Cuqui. Ellos han conseguido en dos ocasiones el premio al mejor cartelón en el Concurso Oficial con los romanceros 'Ketamasutra' en 2020, dibujado por Jesús Moreno' y en 2022, ilustrado por Cuqui, 'Rolan Guarrón'.

Joaquín y Rafael con sus penúltimos romanceros, 'El trastero' y 'La hija secreta de Cuqui, la muñeca diabólica', en la calle Rosario.

Concurso de Romanceros en Cádiz y la provincia

El romancero gaditano no solo tiene su bastión en las calles de Cádiz y en el Concurso Oficial. Estos han traspasado fronteras y la provincia gaditana es, desde hace años, lugar de peregrinación de estas agrupaciones que buscan además de darse la vueltecita, engrosar sus vitrinas con suculentos premios.

Es el caso de Rafael Piñeiro y Joaquín Santos, que empiezan su andadura dentro de la modalidad, recorriendo concursos oficiales y no oficiales de Cádiz. Antes, reflexionan sobre la poca consideración que tenían los romanceros, hasta conseguir la posición que tiene en la actualidad.

"El Concurso Oficial de Romanceros de Cádiz se ha organizado en la Plaza del Mentidero, San Juan, Plaza San Antonio, el antiguo Club Marte, en el Baluarte de la Candelaria, el Cine Terraza, en la Peña de los Dedócratas, el Instituto Politécnico de El Corralón y en el Colegio San Rafael, que fue el detonante", recuerda Cuqui. "Impedimos este último concurso y no entramos a participar debido al aforo tan pequeño y la multitud de gente que esperaba en la calle para entrar, un desbarajuste", añade. Les hicieron caso, gracias también a la fuerza de la Asociación ARGA (Asociación de Autores e Intérpretes de Romanceros Gaditanos de Carnaval), creada en el año 2008 por Rafael y Joaquín con algunos compañeros de la modalidad para paliar la dejadez de las autoridades con el romancero gaditano.

Consiguieron estos gaditanos romanceros de la Asociación ARGA, que posteriormente fundarían también la Asociación ARO -las dos activas en la actualidad- que el Concurso Oficial de Romanceros de Cádiz se asentara en el Teatro del Títere La Tía Norica y en el Gran Teatro Falla.

Romanceros premiados de Ketama y Cuqui

Rafael Piñeiro y Joaquín Santos han conseguido dejar a lo largo de esta corta vida del romancero gaditano una huella profunda en la historia del humor callejero. Y lo demuestran enumerando algunos de los galardones conseguidos hasta ahora. Con 'El Mago y yo' de 1989 y 'Un hombre llamado Ketama' en 1997 obtienen el primer premio en el Concurso Oficial de Romanceros de Cádiz. También lograrían aquí cuatro terceros premios más, uno de ellos con el romancero 'El Señor de los Ladrillos'. Se hacen, además, con un primer premio en el año 2007 en el Concurso de Romanceros de La Viña, con 'Corporación Destrostética' y en el 2019 con 'Obi Wan Ketama' y 'Cuqui Sky Walker, una historia de star por casa', quedan segundos. El año 2019 sería el último lamentablemente que se convocaría el certamen en el mítico tablao de la calle La Palma. También a 'Ketama rey de los humos', 'El sexo y el chocolate' y 'Todo el mundo alucinaba con la nevera del Ketama' les esperaba el segundo premio.

Inauguran el marcador del Concurso de Romanceros en la Casa de la Cultura de San Fernando, Cuqui y Ketama en 2009 con el primer premio 'El solterón, también llamado el impar'. Los dos romanceros regresarían a la Isla en 2015, pero esta vez en el Palacio de Congresos y se agencian un segundo premio con 'Viviremos como podamos, podemos'. Con este romancero hacen doblete y se llevan un segundo premio en el concurso viñero de la calle La Palma. Con los 'DesKICHIados' en el año 2016, un segundo premio, y en 2017 vuelven a dar el campanazo con 'Tarzán y el misterio de las holoturias'. "Aaaaaaaaaaaaaaaa", pedazo de chillío del Ketama, con un primer premio. En la vecina Puerto Real acumulan, entre otros, un primer premio con 'La verdadera historia de Ketama Laden'.

Hay que festejar la creación, desde el año 2023 en la localidad gaditana de Conil, del concurso de romanceros Villa de Conil y en el que Rafael y Joaquín se llevarían un primer accesit con 'Roland Guarrón'.

¿Y por qué no en Zamora? Hasta allí se marchó Cuqui para impartir el pasado mes de octubre un taller sobre romanceros, y ya están preparando el de 2025. Gracias a esta participación gaditana, han incluido los organizadores la modalidad en el concurso de murgas, que en Zamora se ha celebrado el fin de semana anterior al Carnaval gaditano. Este certamen ha contado con la participación de cuatro integrantes del taller de Rafael, que presentan con sabor a Cádiz sus repertorios escritos durante el mismo al público zamorano. Este agradecimiento a Rafael Piñeiro y a la ciudad gaditana por parte de los romanceros ha incluido un ensayo general que se anuncia con un cartel ilustrado por Selu Sabajanes y en el que aparecen Joaquín Santos y Rafael Piñeiro con su cartelón en la calle .

Ilustración de Selu Sabajanes, que han utilizado los romanceros zamoranos para presentar los ensayos generales en su ciudad . / cedida

Su idea conjunta de defender el romancero, sembrado con su propia tierra, haciéndole el caso justo a la métrica y a la historia, desde la esponteanidad, creatividad y riqueza del momento, marca la gruesa línea que ha unido durante 37 años a Joaquín Santos Ketama y Rafael Piñero Cuqui. Para el Carnaval callejero de febrero de este año, contará con cuatro nuevas composiciones de este último. 'Abre los ojos', composición que realizará Cuqui en solitario, y 'San Francisco de Hachís y San Martín de Porros, uno de Santa María y otro de los chinchorros' junto a su colega Joaquín Santos Ketama, son los romanceros que regale Cuqui a sus seguidores. También tiene preparada Rafael una colaboración con el romancero de Paco Camacho 'Ni la Marvel ni DC supera a este personaje, VagoMan un villano muy malaje' y cuenta con una cuarta incursión en el romancero de Carmen Laínez, que se llamará 'Okupas'.

El origen del romancero gaditano

Javier Osuna, investigador y estudioso del Carnaval gaditano desde el Archivo Histórico Municipal de Cádiz, rebela el origen del romancero gaditano y da nombres de los primeros conquistadores callejeros. Las similitudes con el actual, prácticamente, no han cambiado después de 45 años de la resurreción de la modalidad.

"Tras las elecciones generales de junio de 1977, llegó el Carnaval de 1978 y nuestro Archivo Histórico Municipal, a partir de las autorizaciones de salida, registrará dos romanceros: 'El pato de la manopla' (cartel humorístico) y 'Los reporteros' (cartel explicativo), de Perico el del Cartelón. Dos cuestiones. Una, todavía se les denomina "cartel explicativo" y "cartel humorístico", frente al nombre de "romancero", que enseguida tomará carta de naturaleza, habiendo abandonado el enigmático nombre de "truco", tan común en los años 50. Y dos, aparece una de las figuras más constante del romancero y nada estudiada, como es la de Pedro Ramírez Púa (que así se llamaba) Perico el del Cartelón. De hecho su sobrenombre es del Cartelón y no Perico el del romancero.

"Así, en 1979 vemos a Perico al frente del cartel '625 rayas' y en 1980 el "cartel explicativo 'El Conseguidor'. En el año de la intentona golpista de 1981, será el romancero 'Los expulsaos de la selva', una vez más de Perico, junto a dos pesos pesados del Carnaval contemporáneo, que vienen juntos de haber revolucionado la modalidad de coros con 'Los dedócratas', Marcos Zilbermann y José Manuel Gómez, este último responsable de casi todo lo que se ha cocido en la calle y en el Concurso Oficial de Agrupaciones de Cádiz (COAC). De todas las modalidades es, junto al cuarteto -con el que en cierta forma comparte semejanzas-, la única que no tiene un estudio a fondo: apenas dos comunicaciones de congresos y poco más. Una vez que la modalidad está más viva que nunca pide a voces un estudio que explique y nos ilustre los orígenes de esta modalidad, que conoció el XIX, los años 20, el Carnaval de la II República, las Fiestas Típicas y el Carnaval democrático", finaliza.

Romancero `La viuda y compañía' de José Manuel Gómez y Marcos Zilberman. / Cedida por el Archivo Histórico Municipal.

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