Los depredadores
Comparsa
FICHA
Localidad: Cádiz
Letra: José Luis Zampaña Quintero y José Antonio Cheza Martínez
Música: José Antonio Cheza Martínez
Dirección: José Antonio Cheza Martínez
Representante: Francisco Javier Salazar Martín
En 2016: Los arqueros
El tipo. Un animal depredador convertido en hombre. Las coplas. Galanes que han embaucado al jurado para llegar a las semifinales. Aunque por dentro son unas auténticas fieras. Porque una cosa es la apariencia y otra la realidad. Hombres que se alimentan de las miserias de los demás. Nos dejan en los huesitos. Pase al mismo nivel que el resto de su participación en el Concuros. Copla de desagravio en el primer pasodoble en favor de Pedro el de los Majaras por la cantidad de cuplés que ha generado el tipo de 'El ojo de Cai'. Una letra que es "un desafío" contra "tantos gaditanos desagradecidos" con la historia de la comparsa portuense, con coplas que "levantaron a Cádiz". También se lleva un cosqui el Diario de Cádiz por manchar lo que ha llegado desde El Puerto -se supone que por la elección de las puntuaciones que acompañan a las crónicas-. Ellos se rinden ante los Majaras y piden que Cádiz se levante ante el pregonero. ¡Esto es Carnaval! En la segunda letra, meten una comparación con un poco de calzador entre América y España. En América, el yanqui "guillotina al sudaca desgraciado". En el sur, ellos veneran a los que no rinden su suerte a "ningún opresor", mientras que en España "se pone el culo y se cierra la boca" con Rota y Morón. Al final, le dan la vuelta para decir que aquí sabemos lo que es resistir ante un norte que "nos acribilla", por lo que los andaluces son "los sudacas de España". Flojean muchísimo en los cuplés. En el primero, dos vecinas dudan sobre lo que hacer de comer, mientras que ellos dudan de a cuál de las dos se van a tirar antes -sin ningún pudor, como buenos depredadores-. En el segundo, su mujer quiere irse de viaje, pero al mirar la cartilla sólo les da para ir a La Caleta con dos tortillas. Las apariencias engañan.
En cuartos
Las coplas. Depredadores al acecho que nos dejan en los huesos. Galanes y embaucadores, pero esconden un instinto cruel y cazador. A pesar de sus dotes para hacernos caer, el repertorio no consigue que caigamos a sus pies. Tanda de pasodobles que no convence por el desarrollo de ambas letras. En la primera, falla la mezcla de dos temas tan diferentes. Una persona mayor le escribe una carta a su hijo al enterarse que está luchando por la memoria histórica, por lo que se muestra orgulloso de él. En un giro final desacertado, el padre le pregunta a su hijo cuándo se olvidó de su memoria, que se pudre en un asilo. Tampoco es demasiado edificante la comparación de Europa con un burdel, en el que dejan a España "abierta de patas" y vendida "como una puta barata". Floja dupla de cuplé , ambos con el mismo remate y con temática metarcarnavalera. En el primero, se meten con la cantidad de instrumentos que utilizan las comparsas. En el segundo, cuentan las armas de los grupos para entrar en semifinales. En los dos, ellos tienen un bajo, que es Nene Cheza.
En preliminares
las coplas. Depredadores hambrientos que quieren convertirnos en sacos de huesos. Galanes y embaucadores, pero con un instinto cazador que les hace ser políticos bandidos, banqueros estafadores, sacerdotes pervertidos -tal cual-, cabrones asustaviejas o empresarios explotadores. Una propuesta con la que Cheza y Zampaña intentan recuperar su puesto en las semifinales. Una empresa para la que mejoran un poco el nivel de 'Los arqueros', por lo que estarán al límite del segundo corte. En el debe, el desarrollo de la idea decae especialmente en el popurrí, que cae en los patrones típicos de la última pieza en la modalidad, con cuartetas de temática social, carnavalera y romántica. La música del pasodoble está por encima de las letras, aunque luciría un poco más si se eliminaran algunas estridencias. Introducen su sentimiento antimonárquico en la primera copla para dar paso a su creencia en los Reyes Magos, Miguel Clares como Cartero Real -al que llaman Rey de Los Pabellones- y el gesto de Enrique Miranda por cederle su puesto. Se exceden en la pluma en la segunda letra, en la que comparan la enfermedad de "un maricón que está enfermo de amor puro y verdadero" con la de "un beato facha y carroñero". Bocaditos flojitos en los cuplés a los payasos asesinos, que en Cádiz asustan dando "pollazos en la frente" -sin anestesia- y al amor de madre, aunque la suya prefiere que les devuelvan los tupperwares. Nos quedamos con hambre.
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