“En 2021 daré un paso al lado y no estaré sobre las tablas del Falla”
Faly Mosquera | Director de la comparsa 'Los salvajes'
“Por intentar despegarse de la chirigota la comparsa se ha desvinculado mucho del Carnaval para centrarse solo en el espectáculo y la competición”
El hombre récord del Carnaval gaditano, que cumple este año 44 concursos ininterrumpidos, llega esta noche al Falla con su comparsa ‘Los salvajes’. De manera sorpresiva anuncia en este entrevista que no estará sobre las tablas en 2021. Es Faly Mosquera, una referencia obligada en la modalidad de comparsas, uno de los mejores segundas de todos los tiempos y un excelente afinador de grupos.
–Después de 44 carnavales ¿qué le sigue empujando a ir cada día a ensayar?
–Es una forma de vida. Yo he vivido el Carnaval desde los 12 años y voy a morir con esto. Mi familia y mi trabajo me han permitido dedicarme de manera ininterrumpida 44 años. Creo que nadie lo ha hecho en la historia.
–Con esta longeva trayectoria, ¿está más cerca la retirada?
–Me gustaría irme sin hacer ruido. Ya en esta última época me he tomado esto con otra filosofía. Me gusta más el local de ensayo que el teatro. Todo tiene un principio y un final. Me gusta mucho el 2020, es un número muy bonito. Ya está hablado con mi mujer, y aunque se lo he dicho muchas veces, este año sí va en serio y ya me voy. Creo que ya está bien. Al menos en 2021 no voy a salir. Sí me gustaría que los dos autores que llevo continúen con este grupo, que es muy bueno. Quizás más que un paso atrás daré un paso al lado. Ellos saben que pueden contar conmigo para montar el repertorio, pero Faly Mosquera no pisará las tablas en 2021.
–Vaya sorpresa. Entiendo que lo que le cansa ya es el Concurso.
–El Falla es la competición como tal y no me gusta. Le estoy cogiendo coraje. Desde hace mucho tiempo estoy escuchando letras, conociendo a quienes las escribe, que no son verdad. Eso me hace daño, me molesta. Afortunadamente no he perdido muchas amistades, pero en el local de ensayo soy feliz. No me importa ir un par de días al local, pero para el teatro o la gente se ha cansado de mí o yo estoy cansado de la forma que está cogiendo todo esto.
–¿Sería una retirada definitiva o solo un parón?
–Hacerlo definitivo sería complicado. Voy día a día. De momento 2021.
–¿Siente que este Carnaval ya no es el suyo?
–A mí lo que más me fastidia de lo que se está viviendo hoy en día es la hipocresía y la falta de verdad. Los autores no dicen las cosas como las sienten. Últimamente con tal de ganar el aplauso fácil escriben cosas que no son verdad. Y luego, el nuevo aficionado está excesivamente constreñido en cinco o seis autores. Se alimentan demasiado de una sola forma de escribir o de montar los repertorios.
–Usted ha salido con grandes autores como Villegas, Romero, Bustelo o Quiñones y ha dirigido muchas de sus comparsas, para acabar confiando la autoría en dos componentes como Tomy Alemania y Chato Ramírez. ¿Cómo fue eso?
–Chato es un tío con muchas inquietudes y siempre ha colaborado en ideas de coplas o de tipos. Tiene una velocidad mental fuera de lo común. Después de hacer ‘Los camellos’, el autor, Kike Remolino, estaba pensando en volver a hacer chirigota y no lo tenía claro. Nos quedamos sin autor, y yo mismo planteé no salir al año siguiente. Y fueron Chato y Tomy los que dieron el paso adelante y se ofrecieron. Decidimos apostar por ellos. Y me gusta la idea porque me gustaría que siguieran juntos y merecen mucho la pena. Llevan cuatro años en semifinales. Están bien valorados, a lo mejor no tanto por la prensa, que vende lo que cree que debe vender. Voy a empujarlos para que sigan en 2021.
–¿Qué traen ‘Los salvajes’?
–Una idea muy fresca, muy actual. Nuestros autores intentan aportar y decir cosas nuevas o diferentes. Hay autores ahora que se pierden en lo mismo, con mucho metacarnaval. Y siempre mirando el ombligo a Cádiz, sin decir a la población qué estamos haciendo o qué está pasando en nuestra sociedad.
–‘La manada’, la comparsa que sacaron en 2019, y su defensa del feminismo fue una apuesta arriesgada. ¿Qué sabor de boca le dejó?
–A mí, que he cantado coplas muy machistas porque eran otros tiempos, lo más me gustó fue poder decir lo que dije. Estoy totalmente de acuerdo en la igualdad absoluta entre el hombre y la mujer. No entiendo eso de paridad, porque si hay que ocupar cinco puestos y son cinco mujeres las que lo merecen... y viceversa. La comparsa me dio la oportunidad de decir cosas que hay que decir.
–En un Carnaval como el de ahora, con tantas redes sociales, tan analizado, con tanto foco mediático... ¿cómo se mueve Faly Mosquera?
–No soy de redes sociales. Al principio les cogí miedo, porque hay mucha gente que las utiliza, con el anonimato, para faltar al respeto. Mis hijas me hicieron un Facebook. Me escribieron algunos para decirme que si me había enfadado con ellos. “¿Por qué”, les preguntaba yo. Ellos me decían que me habían pedido amistad y yo no los había aceptado. “¿Pero no somos amigos ya?”. Total, un lío. Yo ni sabía que tenía un Facebook. Y le dije a las niñas que me quitaran eso. Ya le ha cogido asco porque bien utilizada pueden ayudar pero mal utilizadas es de cobardes. Mi comparsa tiene un Facebook con mi nombre, pero yo no sé ni cómo es.
–Y la maldad de las redes se sobredimensiona en Carnaval.
–Totalmente. Y otra cosa. Hay agrupaciones que intentan que sus repertorios se entiendan por las redes después de no haberse entendido en el Falla. Te meten las coplas por los ojos. Se equivocan porque las coplas tienen que llegar a la primera. Pero bueno, cada uno utiliza sus armas.
–Aprovechemos que trabaja usted en el hospital Puerta del Mar para realizar un diagnóstico actual de la modalidad de comparsas. Estado de salud, venga.
–Ya tiene una edad, 60 años. Con tanto intentar despegarse de la chirigota entiendo que la comparsa se desvinculado excesivamente del Carnaval para centrarse solo en el espectáculo y en la competición. Ha perdido un poquito de la esencia de la fiesta. Entiendo que se evolucione, pero sin perder los cánones, como está ocurriendo. De aquí a poco tiempo el pasodoble en la comparsa será una pieza de museo y a lo mejor lo cantan tres o cuatro tíos.
–Y en cuanto al cante, qué piensa un obseso de la afinación como usted.
–Se ha mejorado mucho en los últimos años. Si la comparsa que gana lleva cinco contraltos, marca el paso y crea tendencia. Pero afortunadamente la voz de la segunda, que para mí es lo que distingue a una buena agrupación, está cogiendo la importancia que ya tuvo en su tiempo y que le dieron Enrique Villegas y Paco Alba, y sobre todo Jesús Monzón, que para mí ha sido mi ídolo.
–¿Ha tenido que ver en esto el giro que le dio a su comparsa Juan Carlos Aragón?
–Claro. Yo me alegré mucho porque Juan Carlos cuando cambió e hizo su comparsa más entendible, se notó en las comparsas, que intentan despegarse de tantos contraltos y gritos. El contralto debe florear el cante sin pisar la melodía, y en eso era un fenómeno Caracol, que ha sido el mejor. La comparsa no está para ingresarla, pero necesita una revisión en consultas externas. No debe perder el norte de donde viene. Y el norte está en La Viña, que es la cuna de esto.
–Ha dicho muchas veces que es un chirigotero frustrado. ¿Se va a ir sin salir en chirigota?
–Lo hubiera hecho si esta decisión de no salir la hubiese tenido antes, para salir con Manolo Santander, con quien hice muchos concursos de coplas antiguas en verano. Yo tengo poca vergüenza, a pesar de tener estas hechuras y esta voz, que se cree por eso la gente que soy un sieso manío. Para nada. Me encanta el cachondeo y sigo a las chirigotas. Yo he cantado con ‘Los cubatas’ en el verano del 86, porque Villegas siempre me echaba por ser díscolo antes de los veranos. Eso era un Carnaval diferente. Una maravilla.
–La pérdida de Manolo Santander, su amigo, ha debido ser muy dura para usted.
–Era mi amigo. Lo conocía hace mucho tiempo. El punto de unión fue el Carnaval, pero salíamos juntos con nuestras novias los fines de semana. Se da la coincidencia de nacimos el mismo día, del mismo mes y del mismo año. Todos los 21 de noviembre o lo llamaba yo o me llamaba él para felicitarnos. Como autor era una referencia en chirigotas. Pero ante todo se me fue un amigo. Le voy a echar mucho de menos. Probablemente yo hubiera acabado saliendo con Manolo. Hablábamos el mismo idioma. El mejor homenaje que le podemos dar es cantar sus coplas. Yo le he pedido a mi autor que no le escriba nada.
–¿Y eso?
–Unido al autor está mi amigo. Y las cosas que le tenía que decir ya se las dije en vida. Como amigo suyo cuando le cantan cosas lo agradezco. Su obra está ahí y el mejor homenaje, tanto para él como para Juan Carlos, es que el Carnaval continúe.
–¿Y a Juan Carlos Aragón?
–Juan Carlos tenía su forma de actuar y yo otra. Nunca crucé dos frases seguidas con él, pero este año vamos a echar en falta a su comparsa. Era un grandísimo autor. Pero yo lo que no voy a ser es falso. No me gusta la hipocresía.
¿Qué opinión le merece la organización del Concurso?
–Por día cometemos más errores y los cometemos todos. No podemos intentar mejorar esto siempre 15 o 20 días antes de empezar el Concurso. Ni puede ser que haya tantísimas asociaciones. Eso no es operativo. Como órgano consultivo, a lo mejor. Debe volver a manos del Ayuntamiento. No creo que debamos decidir nada, más bien sugerir. Como lo de los cabezas de serie de ahora, que no lo entiendo. Entiendo que cierren función. Que canten en el segundo sitio, no. Pregúntale a Subiela si cree que tiene ventaja por ser cabeza de serie cuando le ha tocado el primer día a las ocho y media. Con las últimas agrupaciones, otra vez el patio de butacas que parece que han soltado una vaquilla. Lo mejor es que todos entremos en sorteo puro y duro. Y lo de la preselección es otro gato al que no se le pone el cascabel.
–Cuente.
–Que no, que todo el mundo no puede venir al Falla. Lo siento, pero no. Al teatro hay que ir con un mínimo de nivel y hay que demostrarlo. Se ven verdaderas barbaridades. Y no solamente agrupaciones de fuera, también de aquí. Que hay gente que saca charangas graciosas y se apuntan al teatro. Hay que pasar por un tamiz. Y si tenemos que ser todas las agrupaciones, pues nos ponemos a ello. No pasa nada. No sé cómo se haría esa criba, pero hay que hacerla. Yo jugué al fútbol hasta que en el Cádiz B me dijo Luis Escarti: “A ti te encanta el Carnaval, ¿no? Pues a cantar coplas que tú no vales para el fútbol”. Me hubiese encantado jugar en el Bernabéu o el Nou Camp, pero no tenía el nivel para eso. El Concurso debe ser más dinámico. Un jurado no puede estar allí escuchando coplas más de 30 días. Eso es un disparate.
–Y hablando del jurado, ¿qué tal su experiencia como vocal de infantiles y juveniles este año?
–Está siendo genial y quedan las dos finales. Me he reído, he disfrutado, me he emocionado... espectacular. Se ha visto el inicio de todo esto, la raíz. Y lo que nos espera. Todas las agrupaciones van afinadas por el libro. Todas. Qué bien tratados los temas y qué mensajes más bonitos.
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