Faly Pastrana: "Espero que se valore lo nuestro, lo que levanta el vello, lo de Cadi Cadi"

Guardián de las tradiciones, defensor de lo puramente gaditano, paladín de lo tradicional, Faly Pastrana no defrauda a quienes de él esperan que siga custodiando el santo grial del tango gaditano. Esta noche, sexta de preliminares, regresaba al Concurso con 'Los guardianes de Momo', tropa cascabelera de veteranos coristas entregados al mensaje propuesto por su autor.

Faly, que toca la guitarra en la esquina opuesta al jurado, reconoce que le ha costado reengancharse al tren de las coplas después de cinco años ausente. Sobre la actuación de su coro señalaba que "hoy jugábamos en casa, evidentemente, porque estábamos en familia, pero creo que el resto del público ha captado lo que queremos decir. La defensa de Cádiz y lo que a mi juicio está mal en el Carnaval. Nadie lo dice, pues lo digo yo".

En el momento que sonaba una de las falsetas de uno de los tangos, Pastrana decía a su coro "no venderme caballas", código secreto de consumo interno para recordar que "hay que cantar con mesura y no gritar". Ensalzó la actuación de un grupo nuevo para él, salvo algunos lugartenientes fieles como Willy Olmedo o Manzano, que "se ha adaptado muy bien a mis directrices, y eso que yo soy muy pejiguera".

Los tangos se inician con una guajira, un cante de ida y vuelta que nos recuerda "que el tanguillo viene de América, es mestizo. que mama de los compases cubanos".

Sobre las expectativas del coro el Concurso dijo esperar que el jurado "afine bien en la calidad y no olviden que la pureza del tango es muy importante. Y que eso, bajo mi punto de vista, está por encima de los espectáculos. Que no se pierda lo nuestro, lo que nos levanta el vello, lo de Cadi Cadi... espero que se valore eso en las distintas agrupaciones que lo traigan".

La interpretación del popurrí contó con la sorpresiva aparición de Luis Ripoll, un buen amigo de Faly, coetáneo en trayectorias carnavalescas que cantó un pasodoble de su puño y letra con la música de una de sus comparsas, 'El tren de los escobazos' de 1996. "Se la debía. Estaba muy desencantado con el resultado de su comparsa el año pasado. Se merece este homenaje. Ha aportado una letra que la ha clavado con la filosofía que llevamos en el coro. Los dos tenemos el mismo Carnaval en la cabeza", concluyó Pastrana.