Una función menos divina de lo esperado

La chirigota del Canijo y el cuarteto del Morera gustan sin llegar a despuntar en una jornada que prometía ser de las mejores y que se quedó en buena a secas

La chirigota del Canijo fue una de las protagonistas de la noche. /Julio González
La chirigota del Canijo fue una de las protagonistas de la noche. /Julio González
Diego Marchán /Cádiz

08 de febrero 2014 - 02:20

Lo malo de las grandes expectativas es que quizás no sean justas con los que acaparan tantos focos. Algo así pudo pasar (al menos para un servidor) en una octava función de clasificatorias que prometía mucho, muchísimo, y no acabó de romper. Ni la chirigota del Canijo ni el cuarteto del Morera, las dos estrellas en cartel, terminaron de despuntar aunque por repertorio y calidad se espera de ellos un progreso a lo largo del Concurso. El Cascana puso el toque canalla y valiente en una noche con ciertos altibajos.

Flojo arranque de la mano del coro Una morena y otra rubia, discreto en repertorio e interpretación, y la cosa fue a peor con la comparsa Les truand. Ninguna pudo aprovechar un ambiente de lujo, que aguardaba con expectación la llegada de las dos agrupaciones más esperadas de la noche, la chirigota del Canijo y el cuarteto del Morera.

Las divinas de la muerte sacaron partido a un tipo divertido y original, personificando a la muerte así en femenino, una parca muy fashion. A destacar el segundo pasodoble, al cambio de chaqueta de unos sindicatos vendidos al poder y el dinero, y el primer cuplé a las operaciones del Rey, además de los buenos golpes de un popurrí muy completo en el que sacan toda la punta a la idea que llevan a las tablas, “matando” al propio autor. Una idea bien desarrollada y muy trabajada, de eso no hay duda. Lograron que el Falla pasara un buen rato, aún sin terminar de despuntar. Habrá que medirles por derecho cuando regresen con letras de Concurso.

Caso parecido el de la Clínica privada ‘Sana sana, culito de rana’. El esperado retorno de Morera y compañía convenció al público pese a ofrecer una actuación basada más en las interpretaciones que en el repertorio en sí. Ver sobre las tablas a Carlitos Meni o al propio Morera es ya un espectáculo, pero hay que esperar mejores historias en próximos pases. Tuvieron, eso sí, algunos golpes de nivel y lograron levantar al teatro como hacían cada año antes de tomarse un descanso en 2013.

Voluntariosa, como siempre, la chirigota de Santoña, que se llevó el aplauso del Falla como premio a su esfuerzo, al igual que la comparsa de Dos Hermanas, muy arropada por su gente. El Cascana irrumpió con fuerza en una noche que se estaba desinflando peligrosamente para poner su puntito sinvergüenza y reivindicativo. Pocos golpes pero de calidad y dos pasodobles sin pelos en la lengua fueron sus armas, el primero para los ciudadanos que sólo protestan tras una pantalla de ordenador y el segundo para la polémica por las credenciales negadas a los medios digitales, con la de “colaos” que hay cada noche en el teatro… Una chirigota que, mejor o peor, nunca desaprovecha la oportunidad para repartir estopa a diestro y siniestro. Y se agradece entre tanta copla almibarada.

La comparsa El rata, con mejor intención que ejecución, puso un digno final a una noche que prometía ser divina y que se quedó en buena a secas.

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