Los autores del Carnaval de Cádiz quieren cambiar el COAC cuanto antes: "No hay más remedio que tomar decisiones"

Los próximos COAC amenazan con solaparse con las fechas navideñas, por lo que hay obligación a replantear el formato

La presidenta del jurado del COAC 2025, sobre la chirigota negacionista 'Abre los ojos': "Fue tenso. Ahí se veía que no había ensayo"

El coro 'El lado ocurso', durante una de sus actuaciones en el COAC 2025
El coro 'El lado ocurso', durante una de sus actuaciones en el COAC 2025 / Lourdes de Vicente

Carnavaleros y colectivos consultados por este periódico tienen claras tres cosas: que es el momento de actuar con determinación, que se deberían endurecer las condiciones en la inscripción y que el modelo que salga de estas reuniones tiene que ser durarero y no solo un parche para estos dos próximos años. Por otra parte, el hecho de plantear una reunión tan pronto significa que es un asunto que preocupa.

El Ayuntamiento de Cádiz ha convocado el próximo miércoles 2 de abril a los colectivos que integran el Consejo de Participación del COAC (también los de Fiestas) con el objeto de estudiar propuestas y de analizar la situación del Concurso de Agrupaciones y su futuro, que no es en este momento nada halagüeño (con la fórmula actual) teniendo en cuenta las más que tempranas fechas de los dos próximos años: la final del 2026 sería el 14 de febrero y la de 2027 ¡el día 6! Con el actual modelo y si se mantiene (o se incrementa) el número de grupos de 2025, el COAC se metería en fechas navideñas, hecho que todo el mundo quiere evitar.

Antifaces de Oro: un incremento de la fianza

Antifaces de Oro aboga por acortar el Concurso con medidas como “implantar medidas que disuadan presentarse a agrupaciones de poca calidad. Para ello proponemos aumentar la fianza, por ejemplo a 600 o 1.000 euros, con pérdida de la misma para las agrupaciones que no alcancen un mínimo de calidad de juicio del jurado (por ejemplo, las que no lleguen a 130, o 150 puntos). Junto a eso, establecer que las agrupaciones no cobren derechos de imagen o publicidad en fase clasificatoria. “Con estas dos medidas, las agrupaciones de escaso valor se pensarían su participación ya que no sólo no obtendría 1000 euros, sino que además podrían perder la fianza. Les costaría dinero”.

Otros miembros de esta asamblea honoraria proponen que las agrupaciones que hayan pasado a semifinales el año anterior, y las que obtuvieron puntos suficientes para pasar pero no tuvieron plaza, queden exentas de participar en la ronda clasificatoria. “De esta manera se recortan unas 30 agrupaciones, es decir cinco días”, señalan. Otra propuesta es acortar los tiempos entre grupo y grupo. “Hoy dos grupos no caben en una hora, cuando antes cabían casi cuatro. Si en clasificatoria hubiera un mismo forillo para todos reduciríamos un tercio la duración del espectáculo de las clasificatorias, y por tanto un tercio de las sesiones al caber más grupos cada noche. Otra alternativa sería eliminar el popurrí en la clasificatoria, que viene a ser reducir unos 8 minutos la actuación de cada grupo, de una media de 25 que ahora se llevan en escena”.

Otra de las propuestas es utilizar el formato del concurso de 2022, el posterior a la pandemia en primavera, con sólo tres fases. La clasificatoria con siete grupos al día en vez de seis, semifinal que sería algo más numerosa que las actuales semifinales, (casi como los actuales cuartos en cuanto a número de clasificados) y la final. Eso reduciría entre cinco y ocho días.

En cuanto al jurado podrían presentarse los candidatos que quisieran optar al cargo, con o sin su equipo ya perfilado. “Los representantes legales de las agrupaciones inscritas votarían en secreto al candidato que mejor les parezca, así se evitarían suspicacias de que el alcalde pueda elegir alguien afín a su ideología y coarte con ello las coplas. Alternativamente, si va a seguir poniéndolo el alcalde, podría también darse a conocer quién va a ser, con suficiente antelación para que los grupos puedan decidir si se presentan o no. O sea, sería conocer su nombre en agosto, como muy tarde”, estiman los Antifaces.

La asamblea honoraria plantea facultar al presidente del jurado para que decida optar entre seguir el sistema de puntuaciones o como viene haciendo el jurado de la cantera, clasificando en cada fase a las agrupaciones que de consenso por el jurado así crean oportuno. “Esta opción debería darla a conocer antes de ser nombrado, o antes del comienzo de las inscripciones, o antes del comienzo del concurso. En caso de optar por no puntuar debería decidir también qué agrupaciones no merecen recuperar la fianza por su baja calidad”.

También propone Antifaces valorar el arraigo y tradición aparte de la impresión general, para que las agrupaciones no pierdan el referente de Cádiz. “Incluso establecer un equipo asesor que no es jurado para que se le pueda consultar con carácter no vinculantes detalles técnicos sobre letras músicas o afinaciones”, concluye el colectivo.

Rober Gómez: Sin reparto de dinero en la fase clasificatoria

Rober Gómez, autor, ha anunciado que quiere ser candidato a ser presidente de la Asociación de Chirigotas, tras la dimisión de Jaime Fernández de la Puente. Y ha dejado claro sus pretensiones con una serie de propuestas para un modelo de Concurso actual “que hay que cambiarlo”, sobre todo “de cara a la cruda realidad que se nos presenta en 2026 y 2027”

Gómez, que se deberá a las opiniones de sus asociados si consigue llegar al cargo, propone una preselección de diez grupos por día, siendo los cinco primeros cabezas de serie salidos entre los semifinalistas y los cuartofinalistas del concurso anterior con cupo para los que vengan de la cantera, “y las cinco últimas las agrupaciones debutantes o las que se quedaron fuera de cuartos el año anterior”. Esto reduciría la clasificatoria a 14 días en el caso de inscribirse unos 140 conjuntos.

Estima el autor que eliminaría las entradas para los familiares, “para que nadie se llame a engaño”, y las credenciales en la preselección, que se recuperarían en cuartos de final. Además, en esta primera fase no se cobrarían derechos de retransmisión, coincidiendo con una de las ideas de los Antifaces. “No debe haber privilegios en el debut, el privilegio es cantar en el Falla. Lo que se consiga en cuartos hay que ganárselo, así evitamos a esas agrupaciones que vienen a pasarlo bien y sin respeto”, indica. “Cuanto más avance este modelo más avanzará la calidad, habrá mejores preliminares y un botín más goloso en cuartos. Las agrupaciones se lo currarán más. Mejor esto que sacar la preselección del Falla”, apostilla

Y es que “hay que tomar medidas impopulares, que no gustarían a todo el mundo, si queremos darle categoría al concurso”.

Aboga Rober Gómez por que en la final todas las letras sean inéditas y que la puntuación de la preselección valga y se arrastre. “El primer día tiene que tener valor y el público lo agradecerá”, señala.

Otro asunto a mejorar es la “transparencia” de los cuadrantes del orden de actuación para cuartos de final y semifinales, “con sorteo del orden de cada día con el cuadrante por adelantado y, por supuesto, un día de descanso entre fase y fase”. Para Gómez “el primer cuadrante que hay que hacer es el de la cantera, que no puede esperar, como este año, más de un mes a cantar entre semifinales y final. La cantera debe tener prioridad en las fechas”.

"Las asociaciones no deben tener privilegios como entradas de protocolo, ya que luego no se pueden pedir explicaciones ni criticar al Ayuntamiento si te dan tres palcos"

También, como Antifaces, Gómez ve necesario que el jurado se conozca antes de la inscripción en el COAC, y considera que las asociaciones que integran el Consejo de Participación del Concurso no deben tener privilegios como por ejemplo entradas de protocolo, “ya que luego no se pueden pedir explicaciones ni criticar al Ayuntamiento si te dan tres palcos”. En definitiva, la palabra clave que resumiría las peticiones del colectivo de chirigoteros para el COAC es “transparencia”.

El Jona: “Pondría una o dos agrupaciones más por sesión“

Jona Pérez Ginel, autor de comparsas, expone que “de cara al año que viene lo primero que se me viene a la cabeza es recortar las preliminares metiendo una más por día y si no fuera suficiente, dos”.

“Como concursante, no dejaría descanso entre fases, porque se para el ritmo, aunque entiendo que si es necesario por los que trabajan allí a diario, que se haga”, añade. También es partidario de “estudiar bien la forma de dar un telonazo en casos como el vivido este año con los negacionistas".

En otro orden de cosas, ve necesario “publicar previamente los cuadrantes entre fases para aportar transparencia a los competidores. En caso de que haya un orden (coro, chirigota, comparsa y cuarteto), que también es cuestionable, que se mantenga de preliminar a final”. Jona entiende que se podría “disuadir de alguna forma a las agrupaciones que vienen por venir, pero es algo muy complejo”.

Nandi Migueles: “Sin un número fijo de grupos, jamás se arreglará esto“

El autor de coros considera que lo que salga de estas reuniones que se avecinan debe propiciar “un cambio definitivo” con vigencia para muchos años “y no solo para estos dos próximos años”. Para Migueles una buena medida para acortar el concurso es que los grupos semifinalistas del año anterior no pasen por la preselección y concursen directamente desde cuartos de final. “Y la preselección debería tener un cupo de agrupaciones fijo. Las nuevas agrupaciones pasarían por una criba anterior. Si no se establece un número fijo de concursantes, jamás se arreglará esto”.

A su juicio serían inevitables medidas antipopulares para dar paso a un concurso equilibrado y de calidad, pero “lo impopular será polémico el primer año y ya al segundo todos sabremos a qué modelo de concurso atenernos”. Sí tiene claro que cualquiera que sea la fórmula elegida “debe mantener las seis agrupaciones por sesión”.

Entiende también que el concurso ideal se haría “con solo tres fases” y apunta que el alto número de agrupaciones no está siendo sinónimo de calidad. "En todo caso, de modernidad, porque ya hay demasiadas cosas que no suenan a Carnaval. Hay que tener claro qué queremos, si la modernidad mal entendida o preservar la esencia de esta fiesta”, argumenta.

Sevilla Pecci: por un modelo durarero, pues "basta ya de parchear"

El presidente de la Asociación de Autores aclara que aún no se ha reunido con sus asociados para consensuar propuestas, así que habla “como autor y aficionado”. Aunque, eso sí, le han llegado diferentes ideas de sus asociados. Y tiene más que claro que “no hay más remedio de tomar decisiones”.

"El Ayuntamiento tiene mucho que decir y que decidir, porque el Consejo de Participación es solo consultivo. Vamos a ver qué nos cuenta en la reunión de la semana que viene”, indica. Mas valora positivamente “que por una vez” el Consistorio quiera acometer el COAC del año siguiente con tiempo".

Aunque es consciente de que “hay muchos frentes abiertos y es complicado encontrar una propuesta consensuada” en el mundo del Carnaval, quiere dejar claro que las tempranas fechas de los próximos años obligan a encontrar una solución. Asimismo, destaca que hay una idea común entre muchos autores: que el modelo actual de concurso “está obsoleto” y que es “inviable por su duración”, lo que perjudica “a su prestigio. Por ello, las sensibilidades de los autores se centran en establecer “un modelo de concurso que sirva para años venideros, porque ya basta de parchear porque el concurso está perdiendo fuerza y dinamismo”. “Esto ha cambiado mucho y ya no podemos pensar con la mentalidad de los años 90”, apostilla.

“Esto ha cambiado mucho y ya no podemos pensar con la mentalidad de los años 90”,

Sevilla Pecci dice que personalmente “agotaría todas las opciones” antes de sacar la preselección del Falla, pero a cambio autores a los que ha consultado plantean “endurecer” las condiciones de la inscripción en el COAC. “O subir la fianza o no repartir tanto dinero en la preselección”, apuestan algunos. Se decantan por un concurso de tres fases o bien, de mantenerse en cuatro, que los cuartofinalistas del año anterior no pasaran por la preselección.

Por último, piden corregir el “despropósito” de este año con la cantera, con más de un mes de espera entre semifinales y final. El número de agrupaciones infantiles y juveniles sigue creciendo porque, como bien dice Sevilla Pecci, "cada vez, afortunadamente, salen más niñas y vienen más grupos de fuera de Cádiz”. Por lo tanto, alerta de que “un año nos vamos a ver con 40 o 50 agrupaciones de la cantera y a ver qué hacemos para encajarlas en el COAC”.

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