Los gadiritas

Comparsa

Foto: Lourdes de Vicente y Fito Carreto
Foto: Lourdes de Vicente y Fito Carreto
Tamara García

12 de febrero 2015 - 06:48

Localidad: Cádiz

letra. Tino Tovar Verdejo.

música. Tino Tovar Verdejo.

dirección. José Luis Otero Trechera.

el tipo. Los fenicios que llegaron (y bautizaron) a Gadir.

En semifinales:

"Tierra porque sé lo que sientes". "Déjame que regrese con esta comparsa". Qué bien dicho y qué bien contado. No se cansa una de esta presentación. Que hoy, además, funciona como profecía del buen repertorio con el que desembarcan estos fenicios en semifinales. Dos pasodobles de altura (sensibles y ácidos, hermosos y dolientes) donde el Regidor Perpetuo se alza como símbolo de las penas de un barrio, de todo un pueblo, y queda arrancado del hermetismo de las juntas de gobierno y hermandades para pedir que vuelva a sus calles, a sus recogidas hasta la mañana. El grupo reza y mece la melodía para transformarla y transmitir la emoción del Nazareno por Santa María. En el segundo, la historia de Lola, una mujer hartita de trabajar para sus hermanos, para sus padres, para sus hijos, para sus nietos, les sirve como excusa para pedir el reconocimiento de las labores del hogar y que se pague un sueldo por ellas. Pues sí. Los cuplés no se quedan atrás, bastante buenos, a Belén Esteban y a l realismo del FIFA donde gaditanizan a Cristiano Ronaldo. El popurrí tiene sus momentos buenos. Gran pase.

En cuartos:

Vuelve a emocionar esta presentación que juega con las emociones, las texturas y las tesituras. De menor a mayor intensidad y con la tierra y las sensaciones primeras, las experiencias primeras, destiladas desde la pluma del autor. "Tierra te he llevado en mis hombros". "Tierra soy tu huella primera". Gran interpretación del grupo de unos versos de altura de los primigenios gaditanos que siempre estuvieron con nosotros, tanto, que hasta se acuerdan de Chano en la entrada de unos cuplés que hoy han resultado. Y es que, quizás, el punto débil del pase de cuartos de la comparsa es un primer pasodoble que, aunque bien hecho, lo considero menos interesante. Es una defensa de la comparsa actual ante los que "la tiran por tierra", eso sí, antes se rinde homenaje a los maestros y se reconocen los errores. Sin embargo esta letra palidece al lado de un segundo pasodoble donde un padre le tiene que hablar a su hija, aún niña, de sexo. La explicación la deberían de escuchar algunos adultos también. "En el amor y el sexo el respeto es lo primero y el placer es compartido", relatan ante las humillaciones a las que se someten muchas chicas protagonistas de vídeos sexuales que circulan por la red sin su consentimiento. Muy buena letra. Cuplés simpáticos sobre la de cantidad de jurados paralelos al Concurso en los medios de comunicación. De hecho, en el Marca ellos están empatados con el Bilbao. En el segundo mejor el desarrollo sobre el programa Hermano Mayor. Buen pase.

En preliminares:

"Tierra", protagonista absoluta de la carta de presentación de nuestros ancestros, de los primeros habitantes de Cádiz, de los habitantes de Gadir. A estos padres nuestros, a pesar de los siglos, no les falta la fuerza para cantarle alto y claro a las primeras veces. Tras una falseta hermosa, que se vuelve vertigionosa al orillar en las voces de los comparsistas, se presentan como nuestra "huella primera", nuestra "primera frontera", los primeros en "sufrir" y ver esa "mirada perdida" de Cádiz. "Déjame que vuelva", emocionante. Estos fenicios, bien podrían ser el Matán del yacimiento de San Miguel, mantienen la intensidad interpretativa en los pasodobles. Piezas confeccionadas con gusto, con dos o tres giros exquisitos y con la delicadeza propia de la canción de cuna y el arrebato del jondo. El grupo los canta de categoría. Se entrega. El autor, por su parte, se desnuda por completo en un primer pasodoble donde exhibe sus "temores", sus inseguridades cada año antes de pisar el Falla pues "no me acostumbré a perderte el miedo, a sacudirme la vergüenza", confiesa. Con remate, eso sí, que creo que tiene destinatarios, "no soy de los que se van de gira", "de los que ponen excusas". Aunque el siguiente, quizás, la estructura es menos original, los versos siguen siendo brillantes. Pero sí es cierto que los paralelismos ya los hemos visto de todas clases. "Cádiz apostólica y romana" en la que los ciudadanos portan sus cruces "del Nazareno al Monte Calvario". Pasos procesionales y pasajes bíblicos construyen una pieza para una ciudad que "está como un cristo".

Las chuflillas y un remate casi por bulerías le sirven de base a los cuplés . En el primero, no pasan un control de alcoholemia porque bebió agua de Loreto. Grupo de whatsapp familiar en el segundo cuplé pegadito al primero. Popurrí hermoso y simpático donde brilla, sobre todo, una última cuarteta muy bien ejecutada.

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