El hombre que susurraba a las almohadas

El tipo. Pacientes de Zamacola que despiertan del coma 42 años después. Las coplas. Un mundo totalmente cambiado por el que es mejor seguir ingresado que salir a la calle. 42 años son demasiados. No está ni el Letrán. Actuación en coma. Una idea original a la que le falta desarrollo en el popurrí. El panorama del primer pasodoble es para seguir anestesiado, aunque la música sí puede devolverte a la vida. Critican en esta pieza la maldad de las naciones ante el drama de los refugiados, algo que recuerdan que todos hemos sido. Un "genocidio aterrador"al que seguiremos asistiendo mientras que "los chulos del norte" miren para otro lado. En la segunda, con un perfil concursero, se lamentan de cómo el dinero se ha adueñado del Carnaval con la llegada de las televisiones y los derechos de autor -algo a lo que el Carnaval ya no va a renunciar-. 30 monedas por las que vuelve la censura y se olvidan de que la fiesta es popular. No funcionan demasiado los cuplés. En el primero, se dejan el patinete de su hijo en un bar, pero siguen dando camballás del morazo que llevan. Algo mejor el segundo a la denuncia de un robo, por lo que al llegar la Policía consiguen que haya luces en Navidad. La almohada les pide que vuelvan a Zamacola.

En preliminares

Las coplas. Lo que cambia el mundo tras tantos años en coma. Despiertan y comienzan a ver la realidad. Su aspecto cambiado y cargas como la hipoteca les hacen pensar en volver a quedarse dormidos. Con una idea original, esta chirigota mejora las prestaciones de hace un año, aunque se queda un regusto amargo por todo el juego que el tipo podría haber dado en su popurrí. En los pasodobles, está muy lograda su música desde el trío hasta el final, sobre todo en la parte que va pianita. Su despertar del coma les sirve para desarrollar una buena primera letra en la que cuentan todo lo cambiado que está Cádiz, con muchos aspectos negativos como la pérdida de la lucha obrera, el taconeo de las mujeres que iban a la Fábrica de Tabacos, los Astilleros o el Muelle Pesquero. Una ciudad que "o despierta del coma o se le acaba la vida". Nueva crítica al PSOE en la segunda pieza, un partido que traicionó al país, por lo que se acuerdan "de tus muertos enterrados en cal viva". Tal vez, el final es excesivo. Mejor el primer cuplé a lo que provoca en Cortadura las multas por mariscar carajos de mar, por lo que salen 15 o 20 corriendo de las dunas. El segundo cae un poco al dedicárselo a un niño que juega con una botella en vez de con los regalos de Reyes.