Jona, autor de 'El cementerio': "Las clasificaciones en el COAC nos dicen que vamos prosperando y que nos estamos asentando"
El coplero llega con una comparsa convertida ya en una de las favoritas a entrar en la final, después de su tercer premio de 2024 con 'Los sacrificaos'
Sobre la polémica con los coros: "Yo defendía en el pasodoble que esa modalidad tiene privilegios y hasta ahora nadie me lo ha rebatido"
Comparsa 'El cementerio'
Dejó de ser un eterno semifinalista para convertirse en candidato a la final en los últimos años. Reafirmarse y asentarse en la parte alta es el reto de Jona este año con ‘El cementerio’.
Pregunta.–Después de entrar en la final con ‘Los sacrificaos’ en 2024, ¿cómo afrontó la preparación de esta comparsa?
Respuesta.–Con más exigencia y con la intención de ratificarnos. E intentar que en los años venideros ya se cuente como una comparsa candidata a estar en la final a priori sin problemas. Mantener el nivel, seguir avanzando y si se puede dar un pasito más, pues mejor.
P.–El nombre de la comparsa, ‘El cementerio’, ya impone. ¿Que se van a encontrar los aficionados?
R.–‘El cementerio’ consideramos que era un nombre que tenía fuerza y que describía lo que vamos a representar en el Falla. Es una idea basada en Cádiz, eso sí se puede adelantar.
P.–Después de varios años en el pelotón de semifinalistas, de aspirante a entrar en la final, ya ha tocado dos premios desde 2022. ¿Siente que ya se ha asentado en la parte alta?, ¿que es ya una realidad como aspirante a la final?
R.– Este año puede ser determinante para que se ratifique ese asentamiento. Esto es complejo y cuesta hacerse con un nombre, pero una vez que encuentras el hueco ya todo se hace más fácil. Pero para eso hay que tener una larga trayectoria y muchos premios, y nosotros solo tenemos dos. Será una cuestión de seguir ganando premios y conseguir ese estatus de comparsa finalista.
P.–No es fácil mantener un grupo año tras año sin el premio de una final.
R.– Por supuesto. Estuvimos en esa tesitura. El año pasado si nos hubiésemos quedado fuera de la final ya hubieran sido tres años seguidos y eso, quieras o no, crea rupturas, desilusiones entre los componentes. En la comparsa hay mucha gente con talento que se hubiera abierto otras puertas. No se ha dado, afortunadamente, y seguimos casi los mismos un año más, salvo bajas por paternidad o temas laborales.
P.–Anunció Martínez Ares que no salía y en la final se quedaba un hueco, pero apareció Bienvenido. Así que la final sigue estando igual de difícil.
R.– Claro, porque Bienvenido traerá una comparsa que aspirará a todo -hacemos la entrevista horas antes del debut de ‘Las ratas’-, aunque es verdad que Martínez Ares es difícil de suplantar. Pero será igualmente un concurso reñido porque la gente que viene de abajo empujando fuerte estará seguro al mismo nivel o mayor nivel que el año pasado.
P.-¿Cree que la ausencia de Martínez Ares resta atención al concurso de comparsas?
R.-Creo que el aficionado va a seguir la competición con interés. Aunque sin duda es una baja importante, con un peso y una atención que los demás no tienen.
P.–¿Qué diferencia hay entre el Jona de ahora y el de 2008, cuando sacó su primera comparsa de adultos, ‘La escuela del Carnaval’?
R.–Menos pelo (risas). Ha habido una madurez, la que te dan la edad, las vivencias, la paternidad, la estabilidad laboral… Afrontas las temáticas desde un prisma diferente, captando las ideas de manera distinta a aquellos tiempos. Cuando eres joven te crees que puedes cambiar el mundo y te das cuenta luego de que no puedes hacerlo. Los años te van curtiendo, y en nuestro caso, las clasificaciones en el COAC nos dicen que vamos prosperando y que nos estamos asentando.
P.–Dejó usted un tiempo la autoría para salir con la comparsa de Chapa, Noly, Aranda y Subiela. ¿Le vino bien para ver el Carnaval desde otro punto de vista?
R.– Eso fue determinante. Lo hice porque estaba ya un poco quemado con las circunstancias que se daban con la comparsa. Traíamos mucha gente de la cantera como Manolín Santander, Kevin, Mota, Waxi… mucha gente de calidad que, obviamente y por su talento, cada vez que despuntaban se los llevaban los grandes autores. Y eso va cansando. También estábamos teniendo problemas con componentes nuevos. Y yo veía que no prosperábamos en esa clasificación, aunque fuera en la tabla de semifinales. Estábamos estancados en los últimos puestos de las semifinales, aunque es verdad que entonces había más autores con peso. Era otro concurso. Me apetecía disfrutar como componente del talento de otros autores, que antes solo había salido un par de años con Luis Rivero. Aproveché para disfrutar y para aprender. Me sirvió porque aprendí a valorar cuestiones que antes no valoraba.
P.–Antes de cantar ha sido usted protagonista de letras de tango respondiéndole por su pasodoble de ‘Los sacrificaos’, en el que criticaba los privilegios de los coros. ¿Cómo se lo ha tomado?, ¿se reafirma en su postura?
R.– Lo afronto con deportividad, como es normal. El Carnaval está para decir cosas y si alguien discrepa con esa letra que cantamos, lo veo bien. Pero me gustaría que en esos tangos se rebatieran esos datos que yo daba. Y de momento no lo han hecho. El tango y el coro no hace falta que me lo defiendan porque yo también los defiendo. Son parte de nuestra cultura, de nuestra tierra. Yo lo que defendía en el pasodoble es que la modalidad de coros tiene una serie de privilegios que hasta ahora nadie me ha rebatido.
P.–Por último, ¿qué opina de esta fórmula de concurso?
R.– Es tedioso y para los que cantan en la mitad o al final, es un problema. Yo ya estoy descartando pasodobles de los que se pisan. Es un sinvivir. Es bueno que acabe una sesión tan temprano, no se puede tener todo. Pero quizás se podría haber acortado un pelín la preselección poniendo una agrupación más por día.
MIi agrupación del 1/4 del siglo XXI: ‘Los condenaos’
Reconoce que es difícil elegir una sola, pero se queda con ‘Los condenaos’, la comparsa de Juan Carlos Aragón en 2001. “Supuso la irrupción en comparsas de un autor que ya estaba haciendo cosas fantásticas en las chirigotas. Le dio aire fresco a la modalidad con un grupo que había sido mi referente de la infancia. La primera vez que me encontré con una repertorio en el que también sus piezas fijas te hacían reflexionar, además del magnífico ramillete de pasodobles que llevaba”.
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