"El Carnaval tiene que apostar por decir lo que no se puede decir abiertamente el resto del año"
José Manuel Cossi | Coautor del cuarteto de Gago
El coautor del cuarteto del Gago afronta su primer COAC como edil del PP, algo que no le ha condicionado a la hora de escribir: “Le hemos seguido dando sus toquecitos como a cualquiera”
Es la cara menos mediática del conocido como cuarteto del Gago.José Manuel Cossi, coautor de esta agrupación con Miguel Ángel Moreno, está cómodo en ese segundo plano, asegura, pero este año quizás su posición llame más la atención. Y es que este será el primer cuarteto que firme siendo concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Cádiz. Reconoce que a muchos les sorprende esta faceta. “Mucha gente no entiende que en mi día a día soy una persona seria, la gente piensa que si haces Carnaval tienes que estar todo el día de cachondeo”, afirma. Pero mientras se pueda seguirá haciendo lo que le gusta y apostando, apunta, por un carnaval para reír y criticar lo que sea vea necesario.
–¿Pensó en dejar el Carnaval cuando fue elegido concejal?
–Pues sí, la verdad es que lo pensé, porque no sabía hasta qué punto me iba a requerir tiempo la política, que he comprobado que es mucho. Y también porque la repercusión de lo que haces, vinculado al tema político, puede ser diferente. Desde el primer día que tuve vinculación con el Partido Popular yo hablé con el cuarteto y también a nivel interno de partido, y me animaron a seguir adelante; siempre que se pueda, claro. Lo vamos a intentar y yo espero que no se note. Estoy contento con el reto de seguir siendo yo mismo y hacer las cosas igual.
–¿Y no le condiciona a la hora de escribir?
–En absoluto. Primero porque el cuarteto no es una cosa unilateral mía, ahí somos dos autores y el cuarteto también tiene su parte de peso en todo el repertorio. Y por otra parte, porque creo que el Carnaval está para decir, y jugar con el doble sentido, para hacer crítica y la crítica tiene que estar abierta a todo: al gobierno local, al autonómico, a la política y a otros temas no necesariamente políticos. Yo ya llevo en esto de la política más dos años y nosotros hemos seguido dando sus toquecitos en los repertorios al Partido Popular como a cualquiera.
–Recuerdo la interpretación del ex concejal de Fiestas Vicente Sánchez, en ‘Esta boca es mía ‘.
–Esto es Cádiz y es Carnaval. Tenemos que reírnos de lo que consideremos y criticar lo que consideremos dentro de lo necesario. Desgraciadamente parece que hemos entrado en una dinámica que todo el mundo parece que tiene la piel muy fina, que no se puede hablar de determinadas cosas. Hay a veces un halo de censura en las cosas y el concurso no puede ir por ahí. El Carnaval tiene que apostar por lo que a lo mejor no se puede decir tan abiertamente el resto del año, o hacerlo con la suficiente capacidad de ironía, doble sentido como para que no sea hiriente, sino que incluso te haga reír y pensar un poquito en lo que no hacemos bien.
–¿Cree que puede tener algún votante en su cuarteto?
–En una entrevista decía Miguel (su compañero en la autoría) que a Cossi no lo iba a votar nunca, pero yo aspiro a que me vote hasta el Gago si hace falta (ríe). Creo que a cambio de la concejalía de Fiestas lo podría conseguir. La verdad es que hablamos de política mucho, no lo evitamos y si no estamos de acuerdo no pasa nada, eso es la vida y debería ser así también la política. Nos seguimos llevando bien, y yo intento que esa sea también la dinámica en la política.
–Usted la verdad es que, aunque coautor, siempre ha estado escondido como en un segundo plano en el cuarteto.
– No es una elección personal, a mí me da igual, pero los que están al pie del cañón a diario son ellos. Yo escribo con Miguel el repertorio y luego el ensayo lo lleva él, que es el alma mater del cuarteto y el que hace la bisagra entre lo que escribimos y lo que se plasma en escena. Yo estoy cómodo con eso, para mí es bueno también, cada uno tiene su papel y a mí me toca la cara menos visible y estoy cómodo con ello. En los ensayos no estoy y cuando voy hago de crítico, a analizarlo con la mayor capacidad crítica con todas las cuestiones que se valoran ahora mismo en un concurso: el ritmo, que es muy importante que no haya tramos del texto demasiado amplio donde no haya algunos golpes, cómo desarrollan el personaje y se mueven,... Mi relación con el ensayo es mínima.
–¿Se han planteado alguna vez cambiar de estilo viendo que ha tenido más éxito otro tipo de cuarteto?
–Hubo un momento crítico, cuando encabezamos una serie de segundos premios seguidos y descansamos un año por esa misma reflexión. El Carnaval lo haces para disfrutar pero también para competir. Pero concluimos que lo que sabemos hacer es esto, por suerte y por desgracia es lo que nos sale. Y lo que tenemos que intentar, que creo que hemos conseguido, es evolucionar en ese estilo. Si lo analizas con un poco de detalle, desde ‘Pal desembarco’ o ‘Qué pena de muerte’, que eran tipos históricos, hemos pasado a abrir el abanico a temáticas más cercanas, a un lenguaje más abierto. La gente espera hoy un humor más directo e intentamos mezclar esos golpes con eso que llaman humor inteligente, con lo que tampoco defraudamos al que era teóricamente nuestro público. Mantenemos la esencia pero hemos incluido ciertos elementos para hacerlo más atractivo a otro tipo de público, y dentro de nuestra forma creo que nos hemos ido adaptando.
–Por lo tanto la mecánica y los gustos sí les ha afectado de alguna manera.
–Claro, al fin y al cabo tú ofreces un producto para que a la gente le guste. Evidentemente te tiene que gustar a ti primero, esa es la primer cuestión. Pero segundo, por respeto a la modalidad y por como nosotros entendemos el cuarteto, lo hacemos de una manera que intentamos respetar la rima en la parodia, que se cante el tema libre aunque intercale texto, pero porque es nuestra forma de verlo. El público demanda en todo, no solo en carnaval, cosas más inmediatas y las tecnologías y todo esto ha llegado a un punto que hacerte pensar mucho tampoco atrae. Es decir, que en algunos juegos especialmente complejos sí nos arriesgamos, pero sabemos que son puntos que tardan segundos en funcionar y a veces no funciona, y un minuto seguido sin respuesta del público se considera en el cuarteto crítico, claro.
–¿Y qué vamos a encontrar en ‘Vida y obra de Juan Carlos Primero Bajode'?
–Puedo decir que la parodia está basada en hechos reales... (ríe). El de este año cuando lo veas, si lo analizas con ‘Qué pena de muerte’, por decirte, me parece que hay grandes diferencias y había una forma de humor que usábamos y que ahora usamos menos porque creemos que son menos efectivas .
–¿Cuánto de verdad hay en que el cuarteto es la modalidad más difícil?
–Creo, con el corazón en la mano, que tiene una dificultad importante en dos factores: una es que el repertorio es mucho más extenso que en otras modalidades y otra que se exige una capacidad de hacer reír continuamente. Por otro lado, requiere una capacidad interpretativa y escénica que no tiene nada que ver con las otras modalidades, encontrar componentes es complicado y a nivel de autor es un esfuerzo importante de letra. El contrapunto, del que nunca se habla, es que musicalmente no es exigente, en una comparsa o un coro eso requiere horas y horas de ensayo y en el cuarteto encontramos cuartetos de primer premio que están afinados por mi prima Manoli.
–¿Cómo es el proceso de creación con Miguel ?
–Lo primero es buscar un tipo que dé juego, que dé cancha. Nosotros metemos el repertorio muy metido al tipo siempre y sin perder la esencia del tipo de humor que se hace en Cádiz, que yo creo que es la dificultad del cuarteto de Cádiz. Intentamos fabricar el humor desde la temática de la actualidad y de la óptica de cómo en Cádiz se ven las cosas. El Carnaval es un espejo donde la gente se mira y demuestra cómo se ve el mundo desde Cádiz. Una vez elegido ese tipo, se definen los personajes porque es una modalidad muy teatral y los personajes son claves y hay que darles ciertos perfiles. Así, empezamos a elaborar en bruto un repertorio, tirando de lluvia de ideas y se va puliendo. Porque eso tiene muchas vueltas. Se lleva al local de ensayo y luego allí se perfecciona, surgen gags añadidos y esas cosas.
–Sin intentar hacer mucha campaña, ¿qué cambiaría ahora mismo en la organización del Carnaval?
–Pufff. Teniendo en cuenta que es una patata caliente, entiendo un poco lo que opinan el Ayuntamiento y el PSOE, que hay que recuperar el protagonismo del Ayuntamiento en la organización, porque esto se ha ido de madre. Mi opinión es que se intentó abrir a todas las partes de la fiesta en la organización y eso ha derivado a una descomposición absoluta del Patronato y por ende en una serie de decisiones que están en el aire. Fíjate que este año el presidente del jurado ha tenido que elegirse por parte del Ayuntamiento, que es una cosa absurda. Porque se abre más la organización y ahora te devuelven a ti la responsabilidad, y con el agravante que ha pasado. Y es que el Ayuntamiento nos dijo a la oposición si aprobábamos nombrarlo y yo le dije que sí (la relación con ellos es buena y no había ningún problema), pero luego por ejemplo no dio por hecho que iba a ser quien ellos decidieran. Al final ha pasado que había dos propuestas y nosotros hemos apoyado la que hemos considerado mejor y ha generado una polémica.
Para mí el Carnaval tiene que aspirar a ser mucho más que la semana de Carnaval, a generar de alguna manera actividad económica, industria y hay capacidad para eso y Cádiz tiene la marca del Carnaval para poder venderla complementaria a su marca turísticamente, pero en la medida que esa toma de decisiones se diluye en un montón de agentes se ha perdido el criterio, el control y entender que hay unas prioridades de ciudad que están por encima de las particularidad de una agrupación o una modalidad.
–Usted saca también una callejera (este año será ‘Los muertos de Cadi’), ¿qué diferencia hay hoy en día entre el concurso y el Carnaval de la calle?
–Para mi gusto son el ying y en yang. La calle yo creo que sí ha conseguido, por lo menos una parte de las agrupaciones, mantener más el espíritu del Carnaval que Cádiz ha hecho siempre, mezclar el humor con la crítica. La calle sigue siendo irreverente, golfa y lo que tiene que ser el Carnaval, por eso creo que Cádiz va a echar mucho de menos a Juan Carlos Aragón, que era uno de los pocos autores que respetaba al 100% ese espíritu. Aunque quizás se ha ido de madre en número agrupaciones, pero bueno, es oferta-demanda, una cuestión natural.
–He escuchado que iban a hacer una chirigota en vez del cuarteto...
–Miguel tiene ganas de hacerla con Bocuñano, que los dos sacan para la calle ahora. Pero a mí me da pena dejar el cuarteto, le tengo mucho cariño a la modalidad. Pienso que somos pocos, que ha costado mucho este bagaje y cambiar me cuesta trabajo. Será que estoy mayor pero el cuarteto ha costado tanto tiempo y tiene su sello... Interrumpirlo un año no es grave, pero cortar y dejarlo ahí a mí no me hace ilusión, la verdad.
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