Los malos de apendicity

El tipo. Indios y vaqueros en un saloon de Apendicity. Las coplas. Un sheriff cagueta que se lleva todas las cachetás de un bandido. Chirigota guionizada. Más teatro que contenido. La interpretación liderada por el Popo, que es lo que enciende al público, salva las lagunas de la obra. Tanda de pasodobles de corte serio. No está mal llevada la primera letra, en la que presentan su tipo de cowboys, unos villanos que asaltaban las diligencias y atracaban los bancos . Unas fechorías que podían hacer porque siempre tenían a un político a su lado para legalizarlas. Una historia que trasladan a España, en la que los políticos están "montados en el taco" por robar cada día, por lo que no entienden que los españoles vuelvan a votar a los mismos. Decae un poco la segunda letra a la retransmisión de los plenos municipales por Onda Cádiz, en los que el sheriff -por el alcalde- se rinde ante los más fuertes -PP y PSOE-, por lo que piden a los dos partidos que cabalguen juntos por el bien de la ciudad. Dejan muchas dudas los cuplés al cazar como Pokémon a una mujer fea y de un metro y veinte, y comparar la prótesis de 'El ojo de Cai' con el mojón del Whatsapp. Los malos acabarán en la cárcel.

En preliminares

las coplas. Una chirigota teatralizada. La interpretación y el guión por encima de las coplas, con el Popo por encima de todo y de todos. Un sheriff cobarde que no es capaz de defender una ciudad bonita y un malo que reparte muchas cachetás. Un poblado en el que se repite la historia entre los buenos y los malos, que al final acaban en la cárcel. Un repertorio con lagunas desde el inicio que se cubre con los teatrillos en la presentación, el popurrí y entre las coplas, y la musicalidad que ofrece este tipo. Pero pocos golpes. Adaptan bien la música del pasodoble con la idea, sobre todo en su inicio. A partir del trío, hay varias frases que son reconocibles. Sacan sus pistolas en la primera letra, bien hilada, para defender a Cádiz, un poblado chiquito al que dejaron en "el culo de España", le sacaron las entrañas y está al borde de la muerte. Queda un poco raro el resultado de la segunda copla, que empieza serio al considerarse antitaurinos, pero al final se vuelve humorístico al probar un día por accidente el rabo de toro, por lo que piensan que se matan a pocos toros. Sí resalta de todo el repertorio el primer cuplé, en el que hablan de la afición del ciclismo. Un día les roban la bicicleta, pero al coger al ladrón le dan las gracias y le ponen el casco. Sin embargo, el segundo es muy concursero y cae bastante al repasar las agrupaciones y decirle a Jesús Bienvenido que está guapo hasta disfrazado de mono. Duelo a muerte para poder llegar lejos.