Manolo Santander: eterno en su Cádiz, en su barrio y entre sus rivales y discípulos

El paso de los años podrá mitigar el dolor por su muerte, pero no borrar su legado. Tan vivo, que la plaza que lleva su nombre se quedó pequeña. Tan importante, que un buen número de agrupaciones desafiaron a las calores para ensayar estos días atrás coplas de su extenso repertorio. Veteranos chirigoteros que fueron rivales y noveles carnavaleros que se han preocupado por seguir sus pasos. Y así, en La Viña, donde el coplero custodió el santo grial de la chirigota de Cádiz, la noche del 3 de septiembre de 2024, cinco años después de su marcha, volvió a brillar la estrella de Don Manuel Santander Cahué.

El público, que tuvo la oportunidad de escribir palabras de cariño al coplero en un libro de firmas estrenado para la ocasión, abarrotó la plaza Manolo Santander para presenciar un acto que condujo Germán García y que comenzó con la actuación de la chirigota del Sheriff, Rober Gómez y Juan Pérez, que interpretó el pasodoble 'Desde algún tiempo a esta parte' de 'Bien nos diste coba, Cristoba' (1992), regalando al público el 'Loquito por verte a mi vera' de 'Los valientes' (2004). Luego inició su primera tanda de coplas la antología del homenajeado liderada por su hijo Manolín, abriendo con la presentación de 'Los del perejil lacio' (1988) y recordando, entre otros temas, el último pasodoble del maestro, el de medida de 'La maldición de la lapa negra' (2019), o una letra de 'Los destripadores de la calle Londres' (2014).

La chirigota 'Los del Canal Sur' entonó el pasodoble de 'El submarino amarillo' (2010), 'Los Plácidos Domingos' se arrancaron con 'Los piratas de la cascada' (1983) y 'Los locos de la colina' (1986), añadiendo su final de popurrí de este año, y 'Carnaval, me cago en tus muertos' hizo lo propio con 'Los primerizos' (2009), un pasodoble con música de Juan Carlos Aragón. Waxi y Manolín cantaron a dúo 'La furia española' (2003) -letra dedicada a La Petróleo- y 'Los de la roca' (2007), mientras que Germán García Rendón y Lali recordaron el pasodoble que el primero de ellos escribió en 2019 a Manolo Santander en la comparsa 'OzBDC'.

Un pasodoble del pregonero

Luego, acompañado a la guitarra por Manolín, el pregonero del Carnaval 2025, el carnavalero y cantante roteño Antoñito Molina, se sumó al acto para cantar otro pasodoble de 'Los de la roca', titulado 'Sentaíta en gallinero'. "Es un regalo de la vida estar hoy aquí", dijo el artista antes de contar una anécdota vivida con Manolo Santander "la primera vez que vine a tocar a La Palma con mi banda de Rota".

Nuevas coplas de la antología como el pasodoble de 'Los bichos, fuerzas nasales' (2008) dieron paso a la actuación del cuarteto de Gago, que se acordó de la vertiente cuartetera de Manolo Santander, evocando una parodia y dos cuplés que hizo, junto a El Libi, para 'El velatorio' (1988). Continuaron el reguero de coplas Emilio Santander, Cuqui Gatica, Selu Millán y Champín, que ya habían cantado antes en el número 67 de la calle Hospital de Mujeres, casa natal de los hermanos Santander, junto a los de Gago. Ya en La Viña entonaron coplas como un pasodoble y cuplés de 'El Atlético Agujetas' (2001), pasodoble de 'Las viejas glorias' (1996) o de 'El séptimo de caballería' (1999).

Siguió la noche con la chirigota de Vera Luque, que también interpretó un pasodoble de 'Bien nos diste coba, Cristoba'; 'Los chabolis' con el pasodoble de 'Los de capuchinos' (2000) y su final de popurrí del Carnaval 2024; y 'Los exageraos' con una letra que hizo Manolo Santander en 'El séptimo de caballería' a la chirigota del Love.

Llegaba el final con la comparsa 'Las herederas' que dirige Palmira Santander, que ofreció el pasodoble que su padre le dedicó en 'Los de Cádiz norte' (2017) y el final del popurrí de 'La chirigota clásica' (2024). El cierre lo puso de nuevo la antología de Manolo Santander con otras coplas, entre ellas un pasodoble de 'Lo más feo de Cádiz' (2004) a La Caleta custodiada por Paco Alba y Fernando Quiñones, clausurando la gala junto a 'Las herederas' con el pasodoble 'Me han dicho que el amarillo' de 'La familia Peperonni' (1998), cantado a la vez por el público asistente, entregado a una emotiva noche de coplas donde no faltaron las lágrimas en recuerdo del chirigotero que nunca claudicó ante las modas y mantuvo firme el pendón de la chirigota clásica de Cádiz.