'La misión' de (San)tander se queda en las mejores manos chirigoteras
Concurso 2022
Creyentes y seguidores de la palabra del profeta más chirigotero se dan cita en la calle de la Rosa para acompañar a Manolín Santander, Sánchez Reyes, Carlos Pérez y el resto de sus predicadores
"Hoy no he podido ni andar por La Caleta, el cariño ha sido inmenso", agradece el hijo del desaparecido carnavalero
Se fue pero su palabra está viva. Sólo hay que poner oído a las coplas de este Concurso 2022 en el que ha resucitado la esencia que el gran profeta de la chirigota viñera difundió durante toda su vida. Más allá de las modas, más allá de los contextos más o menos favorables, Manolo (San)tander no se cansó de evangelizar sobre las bondades de lo nuestro, del gaditanismo castizo y del carnaval de raíz, hasta el último aliento de su vida carnavalera. Se fue pero su palabra está viva. Y su misión. 'La misión (el Evangelio según Santander)' es venerada y predicada por su hijo, Manolín Santander, por su compañero de éxitos, José Manuel Sánchez Reyes, y por su más ferviente pupilo, Carlos Pérez, que hablan "un mismo idioma". ¡Vaya manos, vaya lenguas, vaya tipismo! Se preparan en el corazón de la calle de la Rosa, que es una fiesta.
Desde las cuatro y media de la tarde creyentes y seguidores, amigos de toda la vida y familiares, entran y salen de la Asociación Provincial de Pensionistas y Jubilados, mientras los chirigoteros, que regresan por primera vez al Concurso del Falla sin su líder, sin Manolo Santander, se convierten en unos particulares misioneros que el propio autor del Me han dicho que el amarillo ideó desde la cama del hospital.
"Ya estaba mi padre ingresado y un día en el hospital, viendo la película La misión, que la pusieron en la Primera, me dijo que esa era una buena idea para la chirigota, pero él lo veía como La misión el Evangelio según Fletilla. Ya se puso él a maquinar... Pero, bueno, ya después cuando él falleció y pasó el tiempo y nos decidimos a volver al Concurso pues recogimos, también como una forma de herencia, esa idea pero en vez de a Fletilla, pues se la hacemos a él, a su evangelio", rememora su hijo que no oculta que lleva "todo el día muy emocionado, vamos, llorando".
Manolín se ha levantado este domingo "a las siete de la mañana", "no podía dormir más", "luego he pegado un cabezazo y he querido irme a andar a La Caleta pero, prácticamente, no he podido". "Todo el mundo me ha parado, de abrazos, de cariño, de fotos, de darme ánimos...", agradece aunque no oculta que esta "expectación" por la vuelta de la chirigota de la marca Santander le crea "un poco de presión".
José Manuel Sánchez Reyes, el cincuenta por ciento de los últimos éxitos de la agrupación, reafirma ambos conceptos, el de la fuerza que imprime el amor de los aficionados y la tensión añadida. "Desde que Manolo nos dejó, la gente ha sido muy cariñosa con nosotros pero es verdad que, claro, para nosotros es una responsabilidad mantener la altura de Manolo que es insustituible", aduce Sánchez Reyes.
"Yo no sé si he hecho lo que la gente espera, pero nosotros estamos muy contentos, eso sí te lo podemos asegurar. Y que hemos hecho lo que creemos que mi padre hubiera hecho". "Es verdad que en cada cosa nos preguntábamos, ¿esto como lo diría Manolo? ¿Cómo lo haría", van engarzando dos de los tres autores de la chirigota. Carlos Pérez, el tercero en concordia, lo que siente es mucho "agradecimiento". "Yo llevo 10 años en la agrupación y, ahora, que esta gente cante las cosas que me he inventado en mi casa... Eso es muy bonito", reconoce enfundado ya en la piel de esta versión chirigotera de la película de 1986 (y de recordadísima banda sonora, por cierto) que le anima a confesar los pecados... "¿El pasodoble? El pasodoble lleva hecho cinco años y medio...", ríe
Carlos y Manolo se cruzan una mirada cómplice, las risitas de Sánchez Reyes y Emilio López (con su padre, nuestro querido compañero Emilio López, siempre en el corazón y en el sombrero, donde lleva su silueta), avisan de que aquí hay gato encerrado. "Venga, te lo contamos, nos saltamos el confinamiento para hacer el pasodoble. Quedábamos todos los miércoles". "A ver, Diego Arias, Celestino Mutis y Barquilla de Lope, y con un supermercado en medio... la jugada era perfecta". "Sí claro, y yo con la guitarra, al supermercado...", ríen traviesos.
Sánchez Reyes, 30 años de Carnaval
La juventud y el empuje de Manolín Santander y Carlos Pérez encuentran poso donde asentarse en la veteranía carnavalera (sólo carnavalera, ¿eh? que el autor está muy lozano) de José Manuel Sánchez Reyes que este especial Concurso cumple 30 años de Carnaval. "Sí, vaya año inolvidable para cumplir los 30 años... Es tela de curioso", dice.
Tres décadas han pasado desde que irrumpiera en el certamen con la autoría de la chirigota juvenil 'Si te he visto no me acuerdo' de 1988 "con mi gente de la Salle-Viña", rememora. Desde entonces, formaciones en solitario ('Club de fans de Estrellita Castro', 'Los pulicías de las penículas'...) y en buena compañía (José Guerrero Yuyu, Juan Carlos Aragón, Francisco Abeijón Carapalo, Manolo Santander...) han escrito una trayectoria carnavalera con tinta indeleble de talento e imaginación. Y ánge. Mucho ánge. De Cadi.
"¿Lo mejor de este tiempo? La gente, siempre me voy a quedar con la gente que me ha dado el Carnaval. Unas personas maravillosas con las que he tenido la suerte de estar en agrupaciones y escribiendo. Los últimos años con Manolo que han sido todo un aprendizaje... Lo mejor siempre la gente y lo aprendido", dice, modesto, un hombre que siempre prefiere pasar desapercibido pero que no puede, aunque lo intente. Porque Jose Sánchez Reyes siempre brilla. ¡A por otros 30, poeta!
El tipo de 'La misión'
'La misión (El Evangelio según Santander)', la chirigota de Manolo Santander Grosso, José Manuel Sánchez Reyes y Carlos Pérez, respeta los cánones que dejó marcados su gran apóstol. También en el tipo, cómo no. Chirigoteros, chirigoteros, estos misioneros con una estola que en su cara delantera predican con los grandes nombres de la historia de la modalidad y, en la trasera, con una calle del barrio de la Viña. Juan Poce y San Félix, por ejemplo, se encuentran en el tipo de Carlos Pérez. "Yo soy un gran pocista, como lo era también Manolo. Y que haya gente de mi edad que no sepan ni quién es... Tiene tela, ¿eh?", lamenta.
"El rosario del burgaíllos", "ah, la panera", "mira, el evangelio con el pasodoble de 'Las viejas glorias' dentro", van llamando la atención los autores sobre el tipo ideado por Emilio Santander, confeccionado por Paqui Romero y con todos los detalles de artesanía realizado, como es habitual, por el postulante de la agrupación José Rodríguez Goma.
"La escenografía -de Imaginarte- nos lleva a la Cascada del Parque, lo más selvático que tenemos en Cádiz y es al estilo cómic que hemos traído los últimos años", explican Santander y Sánchez Reyes al alimón. "ah, y los zapatos, fíjate, son los mismos desde el año de 'Los cazadores'". Una lección de aprovechamiento y reciclaje. Lo dicho la chirigota de Santander, fuera de modas, como todo lo eterno.
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