El Noly de Cádiz se gradúa en el conservatorio de Capuchinos

Carnaval del bueno, puro, sin artificios, en el número 5 de la calle Portería de Capuchinos. Allí donde Manuel Sánchez Alba 'El Noly', su hermano Joaqui y sus amigos jugaban a ser copleros imitando a Juan Poce, Fletilla o Chimenea, luce desde este sábado una placa que recuerda que en esa finca vio la luz un día el Beethoven de La Viña. El preámbulo del acto, en la iniciativa del entusiasta Miguel Domínguez Parrilla, bno pudo tener más sabor. La chirigota del homenajeado venía haciendo pasacalles con sus componentes portando plumeros. ¿Hay algo más de Carrnaval, de Cádiz, que un plumero? Ese palo rematado con flecos de papel con el que Noly aconseja tocar el bombo para que la copla huela a lavaero y al inigualable compás de esta tierra.

En un acto presentado por Lola Macías y en el que Noly estuvo arropado por amigos, familiares, aficionados, la edil de Fiestas Beatriz Gandullo y mucha gente del Carnaval, el homenajeado recordó que en esa casa nacieron 'Las brujas pitis'. "Es un momento muy emotivo para mí", decía el excelso músico.

Tras el descubrimiento de la placa su chirigota interpretó algunas de sus mejores coplas, entre ellas los pasodobles de 'Los vikingos', 'Los bisabuelos de las viudas de los viejos del 55' culpando a La Viña de la enfermedad del 3x4, 'Los listos', 'Los inventores' y ese Cádiz que es una confitería, 'Los caballeros de la edad media' que no sabían "cantar de otro modo que al son de caja, bombo y platillo" y 'Las brujas pitis' "salidas de un cuento", uno de los himnos de la chirigota clásica. Y en medio del grupo, el Noly avisando de pianos, alertando de dulzuras,.

Como colofón, su chirigota le sorprendió con un magnífico pasodoble hecho para la ocasión por Ramón Peñalver, con música de 'Las viudas', en la que calificaba a Noly como heredero de Paco Alba. "Si en Belén nació en el Mesías, Capuchinos le dio vida al mesías del pasodoble", remataba la copla para goce del numeroso público que no fue ajeno a escalofríos impropios de una calurosa mañana.

"¡Que viva por siempre mi hermano Joaqui!", dejaba caer Noly para recordar a quien puso letra a sus músicas en aquellos maravillosos carnavales de los 80. El conservatorio de Portería de Capuchinos reconoció así a su más aventajado alumno: el que hace magia con la guitarra sin estudiar solfeo.