Los nostálgicos de la Transición

En cuartos

Las coplas. Un coro de EGB. En una modalidad muy cerrada, mantienen el puntito de frescura a base de muchas pamplinas, sobre todo en el popurrí. Con más potencia que en el primer pase, el coro que comanda Valdés intenta meterse en la competición con dos tandas irregulares. En los tangos, tratan con nota el tema del cáncer infantil en el segundo alejándose de los dramatismos al lanzar un mensaje positivo a un niño a partir de los personajes de dibujos animados. Más corriente el primero al tema de La Manada, en el que se avergüenzan de ser hombres y de todo lo que ha rodeado a este caso. Luce en los cuplés el primero, en el que el Concurso de Sevilla ha durado menos que ellos en la cama. Más efectista el segundo, que lo cantan con un móvil por ser nuevo, pero al llamarles la parienta se lo guardan para semifinales.

En preliminares

El tipo. Personajes de dibujos animados. las coplas. Un coro muy animado. Personajes de cuando sólo había dos cadenas de televisión. Con sus virtudes -y también sus defectos-, el coro chirigotero sabe explotar la idea, aunque se desarrolla con altibajos, yendo a más en el popurrí, que es la pieza más destacable. La ristra de pamplinas desde el inicio hace que se mezclen desde la presentación chistes logrados con otros que se ven venir de lejos. Si no triunfan, están disponibles para cumpleaños, bautizos y comuniones. Brilla la música del tango del Lacio, con un corte melódico al que le falta un poquito de pellizco. Las letras están un poco por debajo. La primera, de presentación, al cambio de la chirigota por el coro. No destaca la ironía en el tratamiento del 1-O, que acaba con una caída en pompa y la aplicación del 155. Mejoran con el primer cuplé a lo que se ahorran en agua por ir al gimnasio. Más flojo el segundo a un taxi ocupado. Un poquito de maldad con Procopio y la historia de Tico - y su Don Tico- lucen en el popurrí. Habrá mas capítulos.

La previa

José Manuel Valdés sigue defendiendo su manera de entender el coro, con un tango de estilo clásico que se une al estilo desenfadado del resto del repertorio. Repite José María Barranco el Lacio con la música del tango. Humor con un puto surrealista y, a veces, un poco salvaje que hará pasar un buen rato al público.