Los pastelitos

El tipo. Cantantes de Capuchinos que cantan en plan latino. Las coplas. Coreografías de guardería y letras de Pocoyó. Bailes e interpretación para intentar llegar al corazón del público. El montaje frente al repertorio. Gana el envoltorio, resultón y efectista. Novedades de actualidad carnavalera en la presentación, con poco efecto, sobre lo complicado que es encontrarle unas gafas al pregonero o lo que harían con las dos pichas del Vera. El desarrollo de las letras no está al nivel de la música de pasodoble, que también se ve deslucido por la introducción de golpes hablados. Escritura tragicómica en la primera pieza, en la que salen con una animalista. Al final, le dan la vuelta para criticar a los que se alegran de la muerte de un torero, por lo que por ese deseo ya no habrá diferencias entre los animales y los animalistas. El segundo deja una sensación extraña por el punto concursero que tiene al dedicárselo al Cádiz Club de Fútbol. Una afición por la que sienten pena al ver vacío el asiento de sus padres. Demasiado facilona. No luce demasiado una regular tanda de cuplés, en los que un hombre se pone nervioso por una llamada inoportuna y conduce sin arrancar el coche, y un hombre que en sus partes tiene a Abraham Mateo y los Gemeliers. Demasiado rollo latino.

En preliminares

Las coplas. Chirigota de artistas comerciales, de los que venden discos a pares sin decir nada la letra. Lolo Seda regresa a la chirigota muy fiel a su estilo, con una idea basada sobre todo en el efectismo en escena, que sirve para calentar al público. Y el tipo de cantantes latinos se presta mucho a ello por la elección de las músicas, los bailes y el teatro para el consumo rápido, lo que se une a un grupo que sabe defenderse con esta propuesta. En la presentación, sosa en golpes, se definen como artistas nacidos de un casting de 'La Voz' y que son criticados por cantar canciones con letras que parecen de Pocoyó. Mezcla de inglés con ritmo latino y un "hello, my friend" para poner al Falla en situación con sus armas. Tragicomedia en los pasodobles, con una música de Juan Carlos Aragón condicionada por el desarrollo de las letras, pero que se vuelve agradable y sencilla desde el trío. La primera letra, por este sistema a la hora de escribir, se vuelve un tanto incongruente al hacer humor con un hombre al que su novia le pone los cuernos y para vengarse manda un vídeo a sus amigos manteniendo relaciones sexuales. Primero se ríen, pero después dicen que pasan vergüenza cuando se cruzan con ella. En la segunda, pasodoble de autohomenaje al cuarteto de los Niños -que este año no participa- al salir en la chirigota tres de sus componentes. Una declaración de intenciones, ya que no cambian la fama por ser cuarteteros. No se entonan demasiado en los cuplés, con el blanqueo de dinero de los futbolistas y el de la casa de Güiza en Grazalema y a un "chocho" -literal- muy velludo contra el que rebotan. Lista de éxitos latinos para un popurrí resultón.