Popurrí

Pot pourri proviene del francés y significa, literalmente, olla podrida. En términos musicales un popurrí es una serie de músicas conocidas o partes de músicas unidas en una sola obra.

Antiguamente en carnaval era una pieza del repertorio a la cual se le daba muy poca importancia. Tan poca, que durante los años 80 en las bases del concurso ponía claramente que sólo se puntuaría la letra y los engarces entre las distintas cuartetas ya que las músicas no eran originales. De ahí que durante esos años los popurrís fueran auténticas obras de arte. Baste con escuchar los popurrís de esa época de Antonio Martín, Pedro Romero, Enrique Villegas, Joaquín Quiñones o las comparsas de El Puerto, por poner algunos ejemplos.

Corría en año 97 y durante los ensayos de la comparsa ‘Los Piratas’, cuando ya teníamos prácticamente terminado el popurrí, unos cuantos componentes nos dimos cuenta que nos gustaban más las músicas originales que había compuesto Antonio Martínez Ares que las que teníamos montadas de otros autores (Tabaco y tinto de verano de Javier Ruibal, Mi primo el Nano de Joaquín Sabina y alguna otra más). Unos pocos convencimos a Antonio para que hiciera el popurrí entero original y así lo hizo, quedando así un popurrí para la posteridad.

Y eso que en los primeros días que empezó a entrar gente en los ensayos a escucharnos nos decían que había que cambiarlo porque era muy raro. De hecho, se formó un debate y finalmente ganamos los que pensamos que teníamos que seguir tal como estaba ya que era una maravilla. Y es que, sin saberlo, cantaríamos el primer popurrí original de la historia del carnaval.

Después de ese año, la gran mayoría de las comparsas empezarían a montar popurrís originales en música y letra.

Y una de las razones más desconocidas para el gran público es que el principal motivo de que un popurrí sea entero original no es ni más ni menos que el económico.

El popurrí es la pieza que más tiempo dura del repertorio y los derechos se pagan por minutos, y ya se sabe lo que vale un minuto en televisión. Así que esa parte del repertorio es el que genera más dinero cuando la retransmiten en televisión, por poner un ejemplo (aparte de radio, cds, etc).

Lo cierto es que tal y como están montados hoy en día no se podrían llamar popurrí ya que no están compuestos por obras conocidas y de distintos autores.

Decía mi gran amigo Paco Rosado que se le debería de denominar Suite, aunque tampoco sería un termino correcto, ya que esa pieza es fundamentalmente musical, no lleva letra ni se canta.

Lo cierto es que hoy en día, salvo excepciones, se han perdido los engarces entre las distintas cuartetas. Un popurrí está compuesto de una serie de canciones que empiezan y terminan, y entre una y otra hay un silencio para buscar, de manera forzada en numerosas ocasiones, el aplauso fácil del público. A lo sumo meten un punteo de guitarra o el típico “Un, dos, tres” a viva voz de uno de los guitarras.

Tanto es así que, que si mira a la hora de registrarlo en SGAE, los autores lo hacen como canciones independientes, poniéndoles título a cada una de las partes que lo componen.