Mi primer día

El tipo. Empleados en su primer día de trabajo. las coplas. Cuando se encuentra un empleo, todo es ilusión. Esta comparsa barbateña trae al Falla una idea curiosa, ya que explican todo lo que siente un novato en su primer día de trabajo. La alegría por cumplir su sueño, los nervios, las ganas de aprender y experimentar, y la ambición, dentro de un mundo, el laboral, tan competitivo. Una propuesta que, sin embargo, se pierde en el popurrí con otros primeros días. Aun así, avanzan respecto a su participación de hace un año, aunque no terminan de llegar al nivel que alcanzaron con 'El arquitecto' o 'Los coco'. En los pasodobles, sin estridencias y con una correcta factura, tocan un tema espinoso como es el del feminismo y la utilización del lenguaje. Salen airosos al defender que por cambiar el género de las palabras no se defiende la igualdad y aportan todas aquellas palabras en femenino que son la esencia de la vida, como la verdad, la libertad, la pasión, la risa, la justicia o la esperanza. En el segundo, tiran de cierto sensiblerío al contar todo lo que le dice un padre a un niño que va a nacer con síndrome de Down y que todavía se encuentra en la barriga de su madre. Un padre que está "loco" por verlo nacer y que espera poder contemplar todas sus primeras veces. Dupla de cuplés para reventar temas al resto de agrupaciones. El primero se lo dedican al dichoso Caranchoa, mientras que el segundo va los mannequin challenges.