La Corredera
Muchas felicidades...
Comparsa
Localidad: Cádiz
Letra: Miguel Ángel García Argüez
Música: José Manuel Aranda Perales y Manuel Sánchez Alba el Noly
Dirección y representante legal: Ángel Subiela Gómez
En 2017:Los equilibristas (4º premio)
En la final
En la Gran Final consiguen estos pajarillos romper con las rejas de su prisión carnavalera. Tras todo un Concurso 'Entre rejas' -el guiño a la comparsa de Antonio Martín es innegable-, consiguen una libertad para toda la vida. El éxtasis -justificado por el tipo y el momento- para romper con sus cadenas consigue levantar al Falla al final del popurrí. La comparsa que dirige Ángel Subiela ha ido creciendo a lo largo del certamen con su canto a la libertad hasta conseguir una notable cuarta actuación, en la que juegan con mucha habilidad al despiste en sus dos pasodobles de estreno, ambos de tinte emotivo -pero muy bien trazados para no caer en el sentimentalismo barato-, aunque el segundo guarda un puntito reivindicativo. Nos engañan con brillantez en la primera copla al hacernos creer que relatan la historia de la visita a la cárcel de una mujer a su pareja. Siente que se le acelera el pulso, se le mezclan los sentimientos y se siente rara cuando lo ve a través de un cristal. Una prisión que en el giro final dura nueve meses, como un embarazo, que es lo que realmente cuentan hasta llegar al día que puede ver a su pequeño prisionero. Buen homenaje a Paco Alba en la segunda letra, en la que un hijo se dirige a su padre para decirle que él no es el niño que deseaba ya que al crecer no se parece en nada a él por no haber seguido sus pasos y haber preferido seguir su propio camino. A pesar de esto, le reconoce que le respeta, le idolatra y ha hecho el esfuerzo de seguir su modelo, aunque los tiempos han cambiado. Aun así, siempre amará al "padre sabio que nunca seré". Una charla en la que esta comparsa habla en nombre de todos sus hermanos para que sepa que no le olvidarán. Repiten en la tanda de cuplés el cantado a Siri en semifinales. Estrenan el segundo, bastante simpático, a su hijo Manuel, que con cinco años es un terrorista. Cuando le castigan mandándole a su cuarto, le contesta con arte que lo del cuarto mejor ni mentarlo esta noche por el recuerdo de 'Los equilibristas'. Obtienen una libertad bien merecida.
En semifinales
Prisioneros de las coplas que cantan encerrados en su jaula. Una vida entera cantándonos mientras que nosotros disfrutamos de ellos. Un canto a la libertad de una comparsa con buena pluma que aspira a todo. Letras para competir, aunque de diferente manera. En la primera, destaca más la originalidad al cantarle a la buena relación de una pareja separada. Un calificativo de exmujer que les parece que es chocante por todo lo que han vivido, sobre todo porque sus hijos han comprendido el esfuerzo que han hecho para salvar la familia con la separación. Por esto, ella será la magia más fiel, cómplice y su compañera. La segunda es mucho más rotunda al comparar a las personas que salen a la calle par manifestarse con las que no se pueden mover de sus casas por estar enfermas. Dos caras distintas por las que piden con acierto menos patria y defienden que la Ley de la Dependencia es lo más importante para que ellos puedan tener independencia. Los cuplés se sitúan en la media de la modalidad al poder usar Terelu Campos su papada para forrar los muebles de la salita y decirles Siri que se escondan el pestiño cuando le dicen que quieren hacerle un niño. ¿Podrán abrir la reja en la final? ¡Pájaro, pájaro, echa a volar!
En cuartos
Las coplas. Prisioneros como un pajarillo. Aves que viven con la resignación de no poder volar y que ansían su libertad mientras nos cantan. Ellos viven sentenciados y nosotros somos sus carceleros. Con el homenaje a la comparsa 'Entre rejas' sobrevolando por el escenario, los ajustes de la presentación permiten que brille el mensaje -muy cuidado y directo- con mayor claridad al interpretarla más lenta y mejor vocalizada. La comparsa es pasión, pero bien entendida, tal y como demuestran. A estos cambios, que también se notan en la mejora de la interpretación del resto de las piezas, se une una sobresaliente tanda de pasodobles, subiendo varios peldaños el nivel de su primera actuación. Dos letras metacarnavaleras, pero muy bien escritas. En la primera, homenajean a Las Niñas de Cádiz por ser las pregoneras de la fiesta. Huyen de los tópicos al hilar la letra con la fuerza que tienen las mujeres en este mundo cuando se van uniendo. Cuando son cuatro y de Cádiz, la pueden liar como pregoneras. El segundo sube aún más el listón al tratar el tema de los límites de la libertad de expresión por los distintos calificativos que reciben por una misma copla y el complicado camino que se abre si se pide a la Fiscalía que intervenga, lo que puede provocar que el Carnaval acabe encerrado en una jaula. Bajan un poco en los cuplés. El primero es más simpático al llamar al seguro porque se inundaba la cocina y les da igual que suba la prima con tal de que se lo arregle. Gran bastinazo en el segundo al trauma de comerse los pellejitos de los dedos a causa del estrés por estar en el paro, lo que no ocurre con Isabel Preysler, que ha comido más pellejo y es millonaria. Vuelan alto.
En preliminares
El tipo. Pájaros entre rejas. las coplas. Una jaula que se convierte en una cárcel de por vida en la que no les sirve volar. Un canto entre rejas por la libertad. Pájaros a los que sólo les queda cantar. Con una idea clara, que sobre todo luce al desarrollarse en el popurrí en cuartetas como la de las pequeñas celdas que hay en la vida, la excesiva pasión en la interpretación hace que en algunos momentos el mensaje no sea del todo limpio, como sucede en la presentación. Con una bella melodía, pero menos directa en su construcción que en otras ocasiones, destacan del primer pase las dos notables letras de pasodoble. Las paradojas de Cádiz les hacen prisioneros para volver a cantar en la primera copla mientras que en la segunda reniegan de las naciones por la casualidad de nacer en cualquiera de ellas. Por encima de la media los cuplés a que Arturito cantó en un velatorio y a la retirada de los vestigios de Teófila Martínez. No digas ni pío.
La previa
En su segundo año, la unión del Noly, Subiela, García Argüez y Aranda consiguió el cuarto premio con 'Los equilibristas'. En esta edición, esta comparsa vuelve a aspirar a lo máximo, sobre todo al contar con un año más para conjuntar todas las piezas. Se incorpora Carlos Mera a la agrupación. Como casi siempre, el pasodoble del Noly será uno de los momentos más esperados.
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