'Los recortaos' denuncia que la Policía Local revisó sus pancartas

El Carnaval de Cádiz no puede entenderse con censura. Por eso, el más mínimo ataque a la libertad de expresión causa un considerable revuelo en los medios de comunicación. En esta ocasión el hecho que ha desencadenado la polémica ha sido la revisión por parte de agentes de la Policía Local de las pancartas reivindicativas que la chirigota ‘Los recortaos’ iba a utilizar en su actuación del pasado martes, algo que posteriormente fue denunciado por su autor, Kike Remolino, en las redes sociales. Según Kike, varios agentes estuvieron en los camerinos momentos antes de su actuación para revisar estas pancartas, que hacían referencia a los recortes en materia de sanidad y educación, entre otros aspectos. “No queremos preocupar más a nuestras familias, lo que queremos es olvidar esto cuanto antes”, dijo Kike.

Por su parte, fuentes municipales informaron ayer en un comunicado de que se organizó un dispositivo especial durante la fase de semifinales del Concurso ante la sospecha de que “varios manifestantes pudieran acceder al Teatro Falla con la intención de boicotear el desarrollo del espectáculo”.

Esta información procedía, al parecer, “de una conversación mantenida entre personal del Teatro Falla, y miembros del Cuerpo Nacional de Policía, de paisano, asignado durante todo el concurso a servicios de vigilancia”.

Ante esto, se coordinó a los diferentes servicios del teatro con “especial atención a las puertas de acceso de la zona de escenario a sala”, donde se mantuvo una dotación de Policía Local entre la puerta trasera y el acceso al escenario.

Dentro de este dispositivo, las mismas fuentes aseguran que antes de la actuación de ‘Los recortaos’ dieron acceso a la chirigota, y a un “buen número de figurantes relacionados con distintas reivindicaciones de tipo laboral, ataviados de trabajadores de distintos sectores como sanidad, bomberos, construcción, enseñanza y otros, los cuales portaban carteles y pancartas alusivos”, todos ellos acreditados.

En el comunicado subrayan que “estos figurantes, como pudo comprobarse, tomaron parte en la actuación al final del popurrí, portando cada uno las pancartas, carteles y material previsto, con el que accedieron al escenario sin ningún tipo de impedimento por parte de la Policía Local ni de ningún servicio de seguridad”.

Además, niegan que se identificaran o se realizara registro de personas, ni de efectos personales, “ni se le dirigió palabra alguna a miembros de la agrupación ni a figurantes, ni ningún otro tipo de actuación que supusiese el mas mínimo impedimento a la libertad de expresión”, aseguran.

Enrique García Rosado ha mostrado su deseo de “olvidar este episodio” cuanto antes porque su intención es “disfrutar del carnaval”, aunque ha mostrado sus dudas de que si fuera una simple anécdota “el Ayuntamiento no hubiera hecho un comunicado”.

Por su parte Izquierda Unida Cádiz hizo referencia a la polémica y ha considerado que “es una auténtica vergüenza que esto pase en un Concurso como éste donde la libertad para la crítica a todos los niveles constituye una de sus características más valiosas, luego a los responsables políticos de la ciudad se les llena la boca denominando el Teatro como ‘Tempo de la Libertad’ pero un caso como este califica por sí mismo a quien dio la orden”. A lo que añade: “Para nosotros es algo insólito que ocurra esto, son más bien hechos de tiempos del franquismo que de una democracia donde en teoría no cabe la censura, por tanto vamos a exigir explicaciones y, llegado el caso, responsabilidades hacia quien haya o quienes hayan ordenado este control”.

Por su parte, Teófila Martínez dijo ayer en la junta local, al preguntarle por el asunto, que se había hecho por seguridad y que “acepto las críticas, porque el Carnaval es crítica y yo no me molesto por ninguna letra, me pueden gustar más o menos, pero nunca me he molestado porque me las tomo con deportividad. Así es el Carnaval de Cádiz”, dijo.