El reino de don Carnal

Comparsa

Foto: Lourdes de Vicente y Fito Carreto
Tamara García

12 de febrero 2015 - 06:59

Localidad: Cádiz

letra. José Marchena Domínguez y Ramón Manuel Ruiz Lorenzo.

música. José Martínez González.

director. José Joaquín González Domínguez.

el tipo. Del espíritu del Carnaval en persona, Don Carnal.

En semifinales:

Don Carnaval vuelve a "transportarse en el tiempo" para resucitar por febrero en las tablas del Falla. Truena el dios de la fiesta en una presentación temible en una primera parte (en la que echan la bronca) y que se suaviza poco a poco para hacerse más amable. En ambas partes, el grupo está a la altura. Este nivel interpretativo lo mantienen en el resto del repertorio. Qué grupo más sólido.

El segundo pasodoble, con chicos de la cantera en escena, es una letra-consejo sobre lo que tienen que hacer en la fiesta para mantener el espíritu del Carnaval que a Don Carnal le gusta. Encierra el tributo a los chicos, por su ilusión; y la crítica a los actuales carnavaleros (a la del Concurso le dedican todo un popurrí).

Antes, en el primer pasodoble tiran de todos los tópicos que se dicen de Astilleros (acusando también a sus trabajadores, que es lo que me da pena de esta ciudad, siempre nos lían y acabamos trabajador contra trabajador) para decir que operarios, patronato y sindicatos han convertido "a nuestro Astilleros en una cueva de ladrones". En los cuplés trazan un parecido algo cuestionable, Yeray Romero con Fali Mosquera; y en el siguiente sacan a una empleada de la limpiezaque manda lejos a quien tire papelillos. Bonito final de popurrí.

En cuartos:

Don Carnal viene con las manos en jarras. Una buena bronca que nos cae en una presentación muy potente, rabiosa, contundente. "¡Qué habéis hecho de febrero!" nos riñen antes de, más comprensivos y amables, sacar los remedios para "salvar al Carnaval". Bajan las revoluciones para meterse en un pasodoble que se desarrolla de forma muy dulce, de manera muy melódica para acabar con garra. Muy bonita pieza que trata, muy bien interpretada, en un primer momento, el punto de vista de un hijo que se reencuentra con su padre con quien, por lo que se ve, n ha tenido mucho trato tras la separación de la madre que, además, lo ponía en contra de él. Pasodoble tragedia con final feliz.

El siguiente pasodoble parece sobre la pérdida, sobre el dolor que se apodera del vacío que deja la persona que se ha ido. "No hay religiones ni misas que puedan sanar la herida". "Es un pellizco en el vientre". Hasta ahí, muy bien. el final, sin embargo, es para "el abogado podrido" que no permite (¿?) que los padres de Marta del Castillo se despidan de su hija. Cuplé de sus grandes conocimientos en lucha callejera. El siguiente con coña con el físico de Teófila Martínez. En la media de la modalidad. Popurrí que deja al aire las vergüenzas del Concurso.

En preliminares:

Aunque la idea de esta comparsa, la de un todopoderoso ser carnavalero que viene a echarnos la bronca, ya la hemos visto en alguna otra ocasión, hay que decir que Don Carnal viene con un poco más de alegría que esas otras apuestas y con un gusto interpretativo muy importante. "Soy rey en mis reales aposentos y me ha llegado noticia que en mi reino algo malo está ocurriendo", comienzan en un tono muy serio y apocalíptico estos don Carnal que vienen con arrestos. Menos mal que al final de la pieza se ponen un poquito más chirigoteros y comienzan a dar soluciones.

Igual ocurre con su popurrí. Repasan los principales males de la fiesta (como digo, nos suena a otras propuestas carnavaleras) pero ellos terminan con mucha alegría, disfrazando a medio Falla y llenando el teatro de papelillos y serpentinas, como un mensaje de esperanza de que nos perdona y de que nos podemos salvar.

Creo que lo mejor de su repertorio (que de por sí tiene calidad) son las letras de los dos pasodobles que, sobre todo, están rematados magníficamente. En el primero, que ahonda en la presentación, hablan de un Carnaval pasado pero, esta vez, poniéndole nombre y apellido, el de los autores ajusticiados y que sufrieron en sus carnes a una dictadura implacable: Guillermo Crespillo (que apareció "con tres tiros en la cabeza"), Díaz Mariscal, José Mejías, Juan Ragel, José Quintana, Manuel López Cañamaque.... "Hoy se mueren por un premio y ayer murieron cantando". Genial. En el siguiente, rotundos contra los recortes en Sanidad pero sin utilizar oscuridades ni amarillismos porque recorriendo los lugares donde hay esperanza en los hospitales también se puede hacer una buena crítica. Cuplé, por encima de la media de su modalidad, a los cambios en las agrupaciones (final para el secretario del jurado que también se ha ido) y siguiente para el chiquillo de Ortega Cano. El popurrí, ya digo, bien interpretado aunque no nos suene muy original.

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