El Selu

Pepe Mata

09 de marzo 2025 - 07:01

Que el Selu no necesita defensa alguna es algo incuestionable. José Luis García Cossío, es un genio del Carnaval de Cádiz, y la inmensa mayoría de los aficionados así lo seguimos considerando. Me incluyo, por supuesto. Sin embargo, en los últimos tiempos he escuchado algunas voces discrepantes que insinúan que su mejor momento ya pasó, que es hora de dar paso a las nuevas generaciones.

A quienes piensan así, les digo que es fantástico que los jóvenes vengan apretando fuerte y que cada año surjan nuevas chirigotas con talento y creatividad desbordante. Es una señal excelente de la buena salud de nuestro Carnaval. Pero esto no debe ser incompatible con el reconocimiento a figuras como el Selu y otros veteranos, que han sido, son y seguirán siendo pilares fundamentales de la fiesta. Sin ellos, el Carnaval no sería lo que es hoy, porque han contribuido a su evolución con su ingenio, su arte y su dedicación durante décadas.

A veces se dice que tener un nombre en el Carnaval es una ventaja, que se valora a ciertos autores por su trayectoria. Pero esto es un arma de doble filo, porque la exigencia hacia ellos es siempre máxima. A quienes han alcanzado la excelencia se les mide con un listón altísimo, como si cada agrupación que saquen estuviera obligada a ser histórica. Y eso es injusto. Nadie puede revolucionar el Carnaval todos los años, pero hay quienes han dejado una huella imborrable y merecen todo nuestro respeto. Su legado sigue vivo en las nuevas generaciones, que sin duda han bebido de su arte y su ingenio para encontrar su propio camino.

El Selu ha creado un estilo propio, ha cambiado la forma de entender la chirigota, ha dejado repertorios memorables que forman parte del ADN de Cádiz. Ha sido capaz de hacer reír a toda la afición con su humor característico, con personajes inolvidables que han quedado grabados en la historia del Carnaval. Y sigue estando ahí, con su sello inconfundible, con su humor inteligente y su capacidad para sorprendernos. ¿Que no está en su mejor momento? No lo creo. Está en su momento, en su historia, en su leyenda, en su esencia.

El Carnaval no es un ring donde unos tienen que vencer a otros. Es una fiesta de arte y talento, donde cabemos todos: los que llegan con fuerza y los que llevan años demostrándolo. La renovación es necesaria, sí, pero sin que ello implique olvidar a quienes han construido esta fiesta con su esfuerzo y talento. Disfrutemos de lo que viene, pero sin olvidar nunca a quienes nos han hecho reír y emocionarnos durante décadas. Porque sin ellos, el Carnaval no sería lo que es hoy. El Selu no necesita defensa, pero aquí está la mía.

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