“Mi sueño es que haya una titulación homologada sobre nuestro Carnaval”
Lola Cazalilla | Concejala de Fiestas y Cultura
“Cuando vives lejos de Cádiz te das cuenta de la potencia que tiene esta fiesta”
“El consenso popular tiene que estar detrás de la organización del Concurso”
Lola Cazalilla está viviendo su primer Concurso como concejala de Fiestas y Cultura. Carnavalera desde siempre, tras varios años viviendo lejos de su ciudad ha aparcado su vocación docente para acometer proyectos que la ilusionan, como conseguir inaugurar en esta legislatura el Museo del Carnaval.
–¿Cómo está viviendo este primer Concurso al frente de la Concejalía de Fiestas? ¿Esperaba que fuera tan complicado echar a rodar el Concurso?
–Pues sí que es complicado, porque llevamos aquí desde una semana antes del arranque. Es tremenda toda la maquinaria que hay que poner en marcha, a nivel venta de entradas sobre todo. Hasta que no estás codo con codo con los trabajadores y trabajadoras que hacen esto posible no te das cuenta de su potencia y de lo necesario que es la labor de todos y la coordinación. El día que abrimos a la venta las entradas, que es algo muy complejo y necesita que todos estemos coordinados, fue muy bonito. Me siento muy afortunada que haya gente en Cádiz trabajando con esa vocación, con esa profesionalidad, con ese tesón. Son muchas cosas que tienen que estar atadas, todo tiene que pasar por la junta ejecutiva, tiene que haber consenso, lo que tiene su parte positiva, porque sabes que todo lo que se decide tiene el respaldo de los colectivos que participan en el certamen, pero por otro lado también limita.
–¿Se esperaba que esa maquinaria fuera tal que así, que supiera lo que quiere hacer pero le resultara tan complicado llevarlo a cabo?
–Claro. Desde fuera se tienen muchísimas ideas, se ve todo tan claro, yo haría esto, haría lo otro...
–¿Tenía usted un modelo de Concurso antes de llegar al cargo?
–Sí, totalmente. Además tenía bastante claro cuando llegué que la junta ejecutiva debía ser consultiva, ahora no lo tengo tanto, aunque es algo que se sigue estudiando y ellos lo saben porque yo lo digo claramente y de manera honesta.
–¿Por qué no lo tiene tan claro?
–No lo tengo tan claro como al principio porque he visto la herramienta democrática que es la junta ejecutiva del Patronato. ¿El hándicap donde está?, que quizá le falta representatividad, porque igual todas esas personas que están hablando por una serie de colectivos no engloban a todo ese colectivo. Pero como herramienta democrática es maravilloso su funcionamiento, porque al final estás deciciendo por algo que, aunque sea municipal, pertenece a la ciudadanía, y es algo que se construye por las agrupaciones. Aunque nosotros lo organicemos, sin las agrupaciones no seríamos nada. Es fundamental que tengan voz. La idea es maravillosa. Pero hay colectivos que están más representados, otros menos, sectores de la ciudad que no sienten que los represente el Patronato. Así que hay como dos opciones: o intentar esa renovación del Patronato y que de verdad sea representativo, o bien que sea un órgano consultivo y nosotros tengamos la potestad y la responsabilidad de organizar el Concurso según nuestros criterios y nuestras políticas. Pero el consenso popular tiene que estar detrás porque esta es una fiesta del pueblo.
–¿Ha sido aficionada al Carnaval desde siempre?
–Sí. He tenido vinculaciones familiares, mi abuelo salía con Enrique Villegas, estoy casada con Dani Obregón, entonces he vivido el Carnaval desde muchas perspectivas.
–Y desde muchos lugares del mundo ¿no?
–Sí, desde Australia, Canadá, Indonesia... La verdad es que me sirvió estar fuera para mirarlo con otros ojos, como también nos pasa a veces con la ciudad. A veces necesitamos tomar esa distancia. Siempre recuerdo lo que decía Cezanne, que afirmaba que sus cuadros necesitaban tiempo y distancia. Pues a mí me pasó algo así con Cádiz en general y con el Carnaval en particular. Desde fuera te das cuenta del potencial que tiene. Cuando conoces otras culturas, entiendes lo genuino y lo potente que es. Aquí a veces se critica eso, que se le presta mucha atención a la fiesta, desde el punto de vista cultural, presupuestario, cosa que no es así porque el Carnaval genera lo que todos sabemos, pero como que se le dedica mucha atención y como que no es la cultura académica como tal de la ciudad. Y es al revés, porque tiene una potencialidad a unos niveles de trasmisión de valore, de conocimiento, y es lo más genuino que tenemos a nivel cultural. También poseemos un flamenco maravilloso, muchas disciplinas artísticas muy potentes y que por supuesto hay que atender, tenemos gente de las letras maravillosas, pero el Carnaval es nuestra mayor potencia cultura. Para mí es un eje transformador tremendo, porque además es una herramienta con la que se llega mucho a la gente.
–Y además personas de diferentes extractos sociales.
–Exactamente. Ahí no hay diferencias. Me parece que tiene miles de dimensiones y me parece muy valioso y de lo que tenemos que estar muy orgullosos, porque es algo que nos distingue, y eso desde fuera se ve mucho. A veces es como si necesitáramos que desde fuera nos lo valoren para ser conscientes de lo que nosotros tenemos aquí.
–¿Y qué le falta al Carnaval de Cádiz para abarcar aún más, para llegar a cantar en el extranjero como hacen las murgas de Montevideo por ejemplo?
–Primero tendríamos que saber si queremos eso, ponernos de acuerdo, porque siempre estamos con esa dicotomía del Carnaval para nosotros o para fuera. Cuando es demasiado localista argumentamos que no se difunde lo suficiente; cuando se difunde mucho es que estamos perdiendo la esencia. Entonces primero tendríamos que saber si queremos un Carnaval como el de Montevideo, que se exporte al mundo. Sí que es verdad que a nivel de Concurso el de Montevideo tiene ideas super interesantes que creo que son a tener en cuenta para diferentes estudios, pero para exportarse tendría que estar seguros de esa intención, y yo al menos de momento no lo estoy. Porque en seguida nos sale esa parte más territorial de esto es nuestro, pero ojo lo tiene todo para poder exportarse. Yo le daría ese punto más de investigación, más de industria del Carnaval, que espero que con el museo sea una de las cosas que se cubra, porque va a tener una zona dedicada a la investigación que me parece fundamental, para que la gente entienda que a través del Carnaval se puede generar industria, no sólo hablo de industria artesana, sino de investigación, literaria, creativa. Mi sueño es que la gente venga a Cádiz a estudiar Carnaval, que exista una titulación homologada.
–Que no lo tuviera que aprender por la tele vaya.
–Exactamente. Que hubiera una escuela de Carnaval pero con una titulación y que si tú quisieras saber sobre nuestra fiesta pues pudieras venir a nuestra ciudad. Es un sueño con el que fantaseo mucho. Pero bueno, el Museo del Carnaval va a acoger esa parte más formativa, más pedagógica, más de excelencia, para que la gente entienda que eso también es Carnaval y que a partir de ahí se pueden llegar a cosas muy positivas para la ciudad.
–¿En el equipo de Gobierno confían que el Museo del Carnaval vea la luz en esta legislatura?
–Sí, es mi compromiso y el del alcalde. Cuando entré en el equipo de Gobierno se lo prometí, ahora se ha licitado ya la rehabilitación civil, está en contratación el pliego para la museografía, y estoy segura de que se inaugurará en esta legislatura. Me voy a dejar la piel para que así sea.
–Después de haber vivido en todos esos lugares que me ha nombrado con su marido, ¿no les resulta un poco agobiante volver a Cádiz, una ciudad pequeña?
–Me resultaba asfixiante Cádiz cuando me fui, por eso de hecho nos marchamos, aparte porque no teníamos perspectivas de evolucionar profesionalmente. Necesitábamos tomar distancia, para aprender, para evolucionar, pero luego volvimos con la determinación y con las ganas de estar aquí. Mi idea era opositar para profesora, de hecho es algo que tengo muy claro hacer, y cuando me plantee el tema de las oposiciones era para dar clases aquí. Habíamos estado casi cinco años fuera. Cádiz tiene muchas cosa buenas. Es cierto que quizá aquí todo tiene mucha repercusión, la pasión que le ponemos a todo. Pero claro, cuando te alejas te das cuenta que es un asunto menor. Ayer precisamente le dije al alcalde que tenía razón en algo que me dijo, que es que yo ahora quiero a Cádiz más y la veo con otros ojos. Desde que soy concejala te duelen más sus calles, me emocionan más las letras hacia Cádiz, porque lo sientes como más tuyo, de hecho creo que es lo más bonito que me voy a llevar de esta experiencia, la posibilidad de querer más a mi ciudad. Ahora mismo estoy donde quiero estar y estoy muy orgullosa de ello.
–¿Y se siente más vigilada ahora? Antes el conocido era su marido.
–Sí, ahora han cambiado las tornas. He pasado de ser la mujer de Dani Obregón a él convertirse en el marido de la concejala. Lo decimos en broma. Pero sí que notó más el foco puesto sobre mí, además debe ser así, porque es lógico que la gente esté pendiente de tu trabajo, que lo fiscalice, porque trabajas para ellos. Tampoco me obsesiona. Al principio es verdad que lo leía todo, cada cosa que se decía sobre mí, pero ya luego te relajas y te centras en trabajar. Si trabajas el resultado se ve.
–Y cinco años después de la llegada de este equipo de Gobierno, ¿cree que habrá alguna letra crítica este año a su gestión?, porque hasta el momento están siendo muy cariñosas.
–Es verdad, han sido bastante amables. A mí me han dicho que hay alguna coplilla para mí, me lo han soplado, pero creo que las críticas además están siendo suaves. Yo pienso que las críticas son positivas para que cuando nos equivoquemos se nos diga, y seguro que hay cosas que podemos hacer mejor, y este es el momento de decirlo. ¿Pero qué ocurre? Pues que también hay medios que nos dan mucha caña y quizá la gente nos cuida un poco más. Igual piensan que ya nos dan bastante.
–¿Están pensando eliminar los premios de la cantera para el próximo año?
–Sí, es un debate que yo mantengo con el alcalde y la junta ejecutiva porque entiendo que hay otras maneras de educar. No sería a lo mejor quitar los premios, pero sí la cuantía económica y sobre todo eso de primero, segundo, tercero... Igual crear otro tipo de premios, a la copla más comprometida, al compromiso medioambiental, la comparsa más igualitaria, la chirigota con más compañerismo... No sé, no creo que eso vaya en detrimento de los niños para enfrentarse al mundo. El alcalde piensa que en juveniles el componente de competición es fundamental, pero en infantiles está en bastante sintonía conmigo. Además este año se aprobó en junta ejecutiva que el dinero destinado a la cantera de los derechos de autor, además de aumentarse, se dedique a una parte formativa, para aumentar la Escuela de Carnaval, porque ahí sí creo que es donde tiene que estar más la atención.
–¿De verdad hay tan mal rollo entre el jurado oficial y el equipo de Gobierno como parece?
–No, no, para nada. Han sido malentendidos. Hay buena sintonía, el presidente del jurado sabe que puede contar conmigo, me llama y yo a él cuando tenemos que tratar algún tema y no hay mal rollo. Incluso al principio, cuando salieron esas declaraciones, nos sentamos, hablamos y quedó todo aclarado. Las últimas reuniones antes del Concurso fueron muy positivas y quedó de manifiesto la ilusión que tenemos todos en común porque esto salga muy bien. Es cierto que nosotros habíamos presentado a otra candidata y yo lo que lamenté cuando fue elegido es que la mujer tuviera dificultad para llegar a esa posición, pero no por este año en concreto sino en general. Más allá de eso yo llamé a Manolo nada más conocer su elección y le dije que estaba tranquila porque sabía que cualquiera de los dos candidatos lo iba a hacer muy bien.
–¿Considera que la mujer aún tiene que dar un paso adelante en el Concurso, sobre todo en autoría?
–Totalmente, creo que eso es lo que nos tenemos que proponer. Con la cantera ocurre algo similar, que creo que el paso definitivo será cuando los niños y las mujeres compongan y creen. Cada vez hay más inquietud, pero son muchos años de tradición en que ha estado fuera. Todavía es dificultoso entrar ahí.
–Hay mucho talento femenino en la calle, pero no dan el paso al Falla.
–Muchísimo, pero el COAC es un mundo muy masculinizado. Yo me he sentido respetada y escuchada, pero nada más hay que mirar a la junta ejecutiva, en que soy la única mujer.
–¿Le resulta incómodo?
–No, a mí se me ha tratado bien siempre, se me ha respetado y escuchado, se me ha tenido muy en cuenta mi opinión, pero no deja de ser una realidad que son hombres decidiendo sobre el Concurso. La calle es más libre, no tiene ese filtro. A mí me da tristeza por una parte y por otro me hace reflexionar. Pero es verdad que ellos tienen mucha conciencia con el mundo feminista.
–¿El mundo de la cultura va aceptando cada vez más al Carnaval como fiesta global, como símbolo más representativo de la ciudad?
–Por fortuna sí, aunque todavía hay gente detractora que lo entiende como una fiesta menor, como un folcklore, o que tiene la idea de que esto se come el resto de manifestaciones artísticas, y para mí es al revés, porque el Carnaval es algo que suma, que puede acoger todo tipo de disciplinas. Pero también hay personas de otras disciplinas que lo ven como eje transformador, como canal, como transmisión de conocimiento, como fuente de la que beber, como fuente a la que aportar, y eso lo estamos viendo. Ahora queremos que en 2025 se celebre el Congreso de la Lengua Española y me gustaría, aparte de hablar de la Constitución y del lenguaje que se utilizaba entonces, que hubiera conferencias que se dediquen a las letras propias del Carnaval. Cuantos autores hay, Juan Carlos Aragón o Chapa, por ejemplo, que en otras dimensiones son excelentes artistas.
–Este año tenemos un viernes festivo con el Día de Andalucía, ¿tienen pensado fomentar el programa de actos por este motivo?
–Sí, ese día la programación va a ser potente, con circuito de agrupaciones con las finalistas por el centro y la Batalla de Coplas en el Paseo Marítimo, lugar que también el sábado va a acoger un carrusel de coros. Queremos eliminar esa periferia cultural teniendo esos dos días seguidos en el Paseo más el primer sábado, con el pregón infantil y actividades infantiles.
–En cuanto a las retransmisiones del Concurso a través de la televisión, ¿satisfecha de cómo al final se ha ido arreglando la situación?
–Bueno, yo no diría al final, porque nosotros lo teníamos claro desde el principio. Llevábamos meses estudiándolo todo. La presidenta de Onda Cádiz y yo nos habíamos sentado y conversado viendo esta posibilidad, encargando estudios desde todos los prismas. La decisión que tomamos estaba fundamentada, por eso nosotros estábamos muy tranquilas. El nerviosismo se creó desde fuera, y desde otros sectores que tendrían otros intereses. Nosotros sabíamos que la oferta de OC era la más beneficiosa. Yo la había negociado y sabía que las condiciones de Canal Sur eran inferiores, no había otra intención. Si hubieran sido ofertas similares hubiera habido otro dilema, pero es que la oferta de Canal Sur era sensiblemente inferior a todo los niveles, no sólo económica que también, sino también en cuanto a horarios. Estamos empezando las funciones a las ocho de la tarde, que es muy beneficioso para la gente que trabaja, la que participa, Canal Sur nos imponía empezar a las nueve de la noche, o empezar a las ocho pero parar de ocho y media a nueve, y eso fue una de las cosas que más pesó a la hora de tomar nuestra decisión. Yo he vivido en el extranjero y me he conectado a Onda Cádiz sin problemas.
–¿Un deseo para este Carnaval?
–Pues que aprendamos de la cantera, que no se nos llene la boca con los valores que estos niños transmiten pero que luego llegue el Concurso de adultos y nos envenenemos, que no olvidemos que ahora mismo somos altavoz de nuestra ciudad, de nuestra cultura, y tenemos una responsabilidad con eso. Por tanto vamos a estar a la altura de Cádiz, porque tenemos el foco puesto. Seamos respetuoso, solidarios, profesionales, elegantes, critiquemos con arte, seamos fraternales y que no olvidemos la potencia que tiene esto.
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