Los tangos brillan en Cádiz más que el sol

En una mañana de inestabilidad se iban sucediendo las suspensiones de eventos en el segundo sábado del Carnaval de Cádiz 2025, pero los coros son otra cosa y no querían dejar pasar un carrusel después de lo trabajado hasta aquí desde septiembre. El coro es la calle y la calle es el coro. Por eso los tangos, una vez más, han dado contenido al primer tramo de esta jornada. Se han abierto paso entre los claroscuros mirando de reojo a un cielo que en pocas ocasiones dejó asomarse al sol.

Las bateas no arrancaron a la hora prevista, una de la tarde, ante la amenaza de lluvia. Y la ilusión por cantar se vino abajo con el fuerte chaparrón que cayó poco antes de las dos de la tarde, obligando a los coristas a refugiarse en bares y casapuertas de los dos lugares previstos para los carruseles oficiales. La Viña y la plaza de El Mentidero.

Cuando escampó, los componentes de 'El gallinero' comenzaron a pintarse entre ellos los preceptivos coloretes y fueron, en El Mentidero, los primeros en arrancar con su presentación a las 14.20. Casi a la vez iniciaba sus cantes 'Este coro es la polla' y luego se animó el coro infantil 'La promoción'. "Aquí tenéis que cantar alto", decían a los jóvenes coristas los adultos que les acompañaban. Luego se incorporaron a la rueda de tangos 'La última función', 'El grimorio', 'Asignatura pendiente' y 'Ley natura'.

En La Viña el carrusel se inició más o menos a la misma hora. A las 14.35 cantaba 'El lado oscuro' su presentación en Corralón de los Carros, seguido de 'Son y sal' y del coro de Barbate 'La fábrica de... chocolate', con Manolo Varo en todo lo alto de la batea y pegado a él José Manuel Cardoso, el director y uno de los autores del grupo.

Ante la antigua peña El molondro en Cristo de la Misericordia iniciaba su repertorio el coro de Luis Rivero 'Cádiz, el show', con el autor en el frontal de la formación. El coro de Barbate esperó a que terminara la potente presentación de los de Rivero, con bajo eléctrico incluido, para desgranar unos cuplés.

El coro 'Palabra de Dios' se encontraba en la esquina de Cristo de la Misericordia y Palma y detrás le seguían 'La desafinada', '¡Qué barbaridad!', 'Los trampucheros del callejero' de Quique Valdivia y Luis Frade y 'Los guardianes de Momo' de Faly Pastrana, manteniendo el tipo y el maquillaje también en la calle. En la esquina de Casa Manteca cantaba el coro juvenil de la peña La Salle Viña 'El coro de la IA'

En ambas citas había poco público y un cielo ligeramente cubierto. Por La Caleta venía negro, pero nubes y coros aguantaron el tirón. Hubo tiempo para otra mojada antes de las cinco de la tarde, con coros cantando bajo paraguas y un poco más de público -también soportando el aguacero- que en las horas iniciales de los carruseles.

Otros coros como 'Las entrañas de Cádiz', 'Los malhablao' o 'La suerte de Cádiz' dejaron verse por la plaza de Candelaria. Además de las bateas, a la hora del almuerzo ya podían escucharse por el centro de la ciudad algunas agrupaciones callejeras. Las coplas, una vez más, habían desafiado al mal tiempo. Que una semana de Carnaval se queda en nada si encima se pierden momentos por la lluvia.