El tipo de 'Cuando tú vas, yo vengo': Del futuro pero gente normal, solo que del año 3.000 por ahí
La chirigota ‘Cuando tú vas, yo vengo’ se llena de artilugios cotidianos para convertirse en tribus urbanas llegadas de otra época
Orden de actuación de cuartos de final
![Carlitos Pérez ataviado del futuro.](https://static.grupojoly.com/clip/5573b288-51e8-44c0-ac03-2dea30aab717_source-aspect-ratio_1600w_0.jpg)
Como dicen en su presentación, ‘Cuando tú vas, yo vengo’ no tiene nada que ver con Chenoa, sino que la chirigota surge “de un cigarrito enconao que Carlitos se fumó” y a partir de ahí vio claro como surgía “un agujero de gusano en la Caleta y aparecían desde lo oscuro las tribus urbanas del guashisnai, unos gachones de un Cádiz del futuro que van vestíos pa darle dos guantás”. Con esta explicación se presentan ante el público estos chirigoteros viñeros que llegan, año arriba año abajo, “de allá por el año 3000”.
Carlitos Pérez nos cuenta en el local donde se preparaban este viernes para su actuación de cuartos de final que “yo tenía la idea al principio de unos tíos del futuro, unos gaditanos, una pájara que me dio a mí” pero, ¿cómo son los gaditanos del futuro? El autor explica que en un contrato con el Love le explicó su idea y a la media hora este le vino y le dijo ‘Cuando tú vas, yo vengo’. Eah, ya tenía nombre, y a partir de ahí echó a andar la idea gracias al buen hacer de los diseñadores del tipo y la sombrerería que la fueron plasmando.
“Berta Miró, Maura Revuelta y José Goma, que es nuestro manitas que se encarga de tó”, son los responsables de darle forma a estos gaditanos futuristas a través de tribus urbanas. “Cada dos vestidos diferentes, tres abuelos del futuro, tres de moda naif, que se dice ahora, así japonesa, otros tres que son los chatarras –que van con cosas del día a día por todos lados–, los pijos del futuro, el punki, en fin, crear como una pequeña tribu urbana a la que le hemos puesto la tribu del guashislá, que van vestíos pa darle dos guantás”.
Carlitos explica que “veréis muchos detalles chirigoteros y, lo que yo estoy acostumbrado con Manolo Aragón y con Lupi de toda la vida, usar cosas típicas del día a día que a lo lejos parezca algo espectacular pero cuando te acerques digas mira si lleva unos desagües, una cadena del váter, una lata de atún...”.
Con esos pequeños detalles llenan de vida este vestuario futurista que da un resultado muy chirigotero. Latiguillos de fontanería, las batas llenas de chapas de carnaval, los cascos con plumerillos y otros muchos artilugios cotidianos convertidos en aparataje futurista para darle color a un tipo variado.
“Un estilo del futuro, pero nosotros no queríamos robots, no venimos del tiempo de las máquinas, somos gente normal pero de un futuro muy lejano y todo lo que llevamos va en clave de humor, muy artesanal todo”.
Y el más brillante de todos los tipos, lentejuelas plateadas que deslumbran, sin que falten los flecos y la corbata, Carlitos Pérez al frente como una estrella reluciente, “la estrella de Hollywood, un rollaso pa mí”, como se refiere a sí mismo este autor chirigotero, que llega del futuro con este tipo que tiene más de analógico que de digital o de metaverso.
No podemos dejar de prestar especial atención a los detalles que luce uno de sus componentes, el caja Emilio López, hijo de nuestro compañero e ilustre periodista Emilio López Mompell. Su hijo lleva en su futurista vestido recortes que son una radiografía escrita de un pasado no tan lejano, aquél que su padre eternizara con su pluma sobre los temas gaditanos que controlaba como nadie. El disfraz de Emilio está regado de recortes de artículos escritos por su padre en Diario de Cádiz. Quién le iba a decir a Emilio que iba a volver del futuro hilvanado de esta manera.
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