Los tontos de twitter
La copla sencilla
Años 80. Un afamado corista, rodeado de su habitual séquito, camina fumando, como todo el grupo, por los pasillos del Falla. Acaban de bajar de gallinero, tras escuchar exclusivamente los dos tangos de un coro rival. El patio de butaca ha aplaudido a rabiar, el teatro al unísono clamaba “ole y ole”, “es-to-es, car-na-val”, etc.
Pero entre ellos… “Na, esto es más de lo mismo”, dice uno, “este se cree que el piropito ese le va a dar el premio, y aunque la gente le chille, el jurao no va a tragar”, dice otro. “Espera, que yo pa hablar por derecho necesito un cubalibre”, y se van hacia una de las barras del Falla, las cuales están abiertas durante toda la sesión… “vamo a vé qué está disiendo la gente". Y van arrimando el oído. Allí ya hay varios grupitos bebiendo desde el principio de la sesión. De hecho, hay más de uno que ni siquiera se asomará al teatro ni escuchará nada. Se pasean por el ambigú y los pasillos, buscando como sea alguien con quien rajar. En esos momentos y durante toda la sesión, hay una acción que se está desarrollando sobre las tablas con el público presente, y hay otra acción, disgregada, furtiva y casi constante, por cualquier rincón del teatro, con su epicentro en la barra. Esta acción también se extiende a los bares colindantes, como el Ducal o el Bar Falla, y cada aficionado elige con qué acción se divierte más. Incluso se rumorea que, en esa trama, hay especialistas en crear corrientes de opinión, yendo de un lado para otro con aires de entendío, esperando que alguien le pregunte para decir “pues fulanito este año… tela de flojito, eh”, o bien “la de esta gente sí que viene fuerte, fuerte”, recibiendo el asentimiento de los presentes.
En un momento de la sesión, uno de estos aficionados, se mete en la escalerilla hacia paraíso con aires de suficiencia y, como si fuera un castigo, dice con la barbilla asomada hacia atrás: “bueeeeno… amo escuchá argo”. Se sienta en el gallinero saludando a la gente que conoce en mitad de la presentación de una comparsa conocida. Se coloca donde siempre, y escucha la letra del pasodoble. Al terminar, le comenta a su compadre que está al lao: “no vea, atacando a los derrotistas… ¿pero no hay más tema a los que cantarle? Ea, otra letra tirá”.
¿Y qué es el twitter - Carnaval? Pues viene a ser como si en ese teatro, en cada uno de sus rincones, butacas, palcos, emisoras, pasillos, barras, vasos (sobre todo vasos)… Pusiéramos unos 1500 micrófonos y escucháramos todo a la vez.
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