La torre del reloj

Las coplas. Las campanas del primer templo vuelven a sonar y las esculturas sanluqueñas despiertan al anochecer por segunda vez. En esta ocasión, el sueño se hizo realidad al pisar, con merecimiento, los cuartos de final del Concurso. Pero como suele suceder cuando se supera por primera vez el primer corte del Concurso, se le pueden ver las costuras al repertorio, en el que sigue destacando el evidente avance en la conjunción del grupo y la música del tango, de bella factura. Pinchan un poco las letras. En el primero, se agradece la originalidad del tema al tratar el vandalismo que sufren los parques gaditanos y lamentar que se le tenga que poner rejas a las flores y horarios a estos espacios. En el segundo, algo flojo, caen en el metacarnaval al expresar su fe en esta religión con algunas coplas antiguas. ¡Vuelve el negro del Whatsapp en el primer cuplé con un trancazo! De relleno. Más aceptable el segundo a la embarazada del coro, que en semifinales hará el bautizo del niño. Amén.

En preliminares

El tipo. Esculturas de piedra de la Catedral de Cádiz que reviven al anochecer. Las coplas. Un templo con misterio en el que estas figuras encuentran un gran parecido con el Falla. Figuras que despiertan cuando el resto duerme y que se lamentan de no poder compartir más tiempo con nosotros en una presentación con sones eclesiásticos de correcta factura. El coro de Sanlúcar da un salto importante de calidad en su tercera participación en el Concurso, tanto en repertorio como en interpretación, destacando la potencia de la cuerda de tenores, que se come en muchos momentos a las voces femeninas. Con una falseta guiada por la manecillas del reloj de la torre de la Catedral, el tango se muestra alegre, aunque se desluce al buscar su final con la sucesiva repetición de frases, aunque el resultado es agradecido con un remate suavecito, a pesar de algunos fallos en la vocalización. En las letras, salvan la primera de ellas al contar cómo ven pasar el tiempo desde su torre y los problemas que sufre Cádiz, que volverá a ser importante cuando “vuelva a ser un emporio marinero”. Curiosa la segunda letra de los tangos, en la que relatan el apoyo que los letristas encuentran en sus esposas para acabar dedicándoselo a Nandi Migueles por el reciente fallecimiento de su pareja. Destaca el primer cuplé a una componente embarazada y un posible pase a cuartos. El segundo, bastante peor por excederse en el efectismo con un mannequin challenge.