El Yuyu cumple 'condena' fuera del Falla y vuelve 15 años y un día después

El lunes 8 de febrero de 2010 cantaba por última vez una chirigota del Yuyu en el Concurso Oficial de Agrupaciones. Eran las semifinales y el jurado no vio oportuno que 'Los emires por donde mire' accedieran a la gran final. Ahí acabó la participación de su chirigota en el certamen de coplas del Falla hasta que hoy, domingo 9 de febrero de 2025, 15 años y un día después, regresaba al coliseo con 'Los James Bond que da glorias verlos'. Han sido exactamente 5.480 días sin el Yuyu en las tablas de modo oficial, ya que estuvo posteriormente a 2010 con su antología.

El cuartel general del agente 007, el de los servicios secretos de Su Majestad, el M16 en plan gaditano, se instalaba en la tarde de este lunes en el colegio público San Felipe, donde el ambiente era el de las grandes ocasiones.

Amigos, familiares, seguidores, antiguos componentes y compañeros-rivales se daban cita para saludar a los James Bond, en los que hay mucho Carnaval vivido e impresionantes historiales como el de Fernando Pérez, cuya última incursión en el Falla se produjo en 2019 con Julio Pardo en 'El batallitas'. "Esto ha sido una montaña rusa de sensaciones. Y mucho sacrificio", comentaba en relación a los ensayos entre Sevilla y Cádiz. Fernando iba a coincidir en la sesión con buenos compañeros con los que salió en míticas chirigotas como 'Las momias de güete...' o 'Los príncipes encantados, gracias igualmente', como Gueli Villegas y Chico y Cristóbal Cornejo, que este domingo vienen con 'Los disléxicos'. "Ellos son una eterna enseñanza. Muy buenos chirigoteros que practican el buen rollo", apuntaba.

Otro con un currículum de altura es Ricardo Darriba, que se despidió de la chirigota también con 'Los emires', pero que estos años ha formado parte de su coro de siempre, el de Los Niños, en el que debutó en 1988 con 'Camelot'. "Estoy nervioso, con sensaciones raras", destacaba.

Juanma Canseco, un histórico de esta chirigota que por motivos laborales no ha podido cantar en el Falla, contemplaba la escena de esa vorágine de maquillajes, abrazos, besos, reencuentros, compañeros de la prensa... junto al pintor Pepe Baena, un reconocido yuyista. Otro ex, Mario Garci, llegaba con sus padres para mantener el nivel de carga gaditana que le caracteriza. Tampoco faltó Maxi para apoyar a sus antiguos compañeros.

Yuyu, aún sin vestir pero ya maquillado, justificaba su bigote aduciendo que Sean Connery, uno de los actores que dio vida al icónico agente inglés, lo llevó en alguna película. Kiki, el fotógrafo de Cádiz, le soltó "te pareces a Maduro".

"Tengo muchas ganas de cantar y de situar a la chirigota. Estamos contentos con lo que llevamos. Sé que iremos creciendo a lo largo del concurso, pero la primera sensación en preliminares es fundamental", confesaba mientras se cambiaba unos calcetines de Pepe Pinreles con dibujos de sus chirigotas por unos que los agentes estrenan, de la misma marca, y que pronto saldrán a la venta. Su esposa, María, estaba al quite ayudándole con los detalles del disfraz, Luego sacaba unos gemelos con el emblema 007 "comprados por Amazon", antes de enfundarse el esmoquin blanco confeccionado por La Trajería de Jerez, rematado por una pajarita que eran dos cáscaras de mejillón.

A David Aparicio, gaditano residente en Sevilla, le ha tocado afinar al grupo, con la dificultad que suponía ensayar, al principio, pocos días para no quemarse en viajes de Cádiz a Hispalis y viceversa. "Para no perder tiempo en los ensayos íbamos con la tarea hecha de instrumentación incluso. Y las letras, aprendidas en casa", precisó. Dijo haberse sentido respaldado por Yuyu. "Él ha faltado a solo dos ensayos", apuntaba.

Quiso rodearse José Guerrero de gente que lo acompañaba siempre, como Aurora, la maquilladora de sus años mozos como chirigotero, que no faltó a la cita junto a su marido Chaves. Y muchos más amigos que no quisieron perderse tan ilustre regreso. Nostálgicos aficionados que evocan sus coplas esperaban fuera del colegio para arañar alguna foto con Yuyu. Los James Bond enfilaban la calle Sacramento para, en un corto pasacalles, llegar al Falla.