Los zincalé

En semifinales

Los lamentos de los gitanos se transforman en arte con el flamenco. Una agrupación que ha ido a más en el apartado interpretativo en cada pase, aunque no llega a tiempo para meterse de lleno en la competición. El patriarca Faly Mosquera se lleva un merecido homenaje en un destacado segundo pasodoble con el recurso de la sorpresa. Una copla en la que muestran el día a día de los ensayos para reconocer el lugar que tiene el director dentro de la agrupación y el trabajo que cuesta llevarla hacia delante. Por ello, le reconocen que él fue quien les enseñó a disfrutar la fiesta hasta que se mueran, por lo que podrán decir "con orgullo" que salieron con Mosquera. Bajan el nivel en la primera copla con un giro ya visto al contar la historia de una persona mayor que recoge todos los recuerdos de su vida porque la desahucian de su casa, por lo que es "un muerto en vida" que el banco "me lo ha matado". Repiten el chiste de la ropa vieja en el primer cuplé. No consiguen remontar con el segundo a un robot de cocina al que le piden que les haga la comida que más les alegra, por lo que su mujer se va a casa de su suegra.

En cuartos

Los zincalés vuelven a terminar su camino en Cádiz. En este segundo pase sí reluce mucho más el repertorio, sobre todo en el apartado flamenco, con un grupo mucho más seguro de sí y un sonido mucho más limpio, lo que hace que esta agrupación llegue al nivel que se espera de ella. Con una música agradable y que adquiere fuerza cuando se acerca a su final, los giros demasiado directos de las dos letras deslucen su desarrollo. En el primero, nombran varias enfermedades raras para denunciar que los laboratorios no dan respuesta, ya que son muy pocos enfermos y no dan dinero. La crítica la acaban dirigiendo a los políticos, ya que si devolvieran "el dinero que han robado" se podría curar a los enfermos que "viven sin soluciones". El planteamiento de la segunda letra es un poco rocambolesco -aunque el mensaje es claro- al comenzar diciendo todo lo que se les pide a los niños que no hagan. Sin embargo, le dan la vuelta al final al recordar que cuando una mujer dice no es no. Mucho mejor el segundo cuplé a todas las vueltas que ha dado la Patrona este año -el público coge moscas-. Flojete el primero a una niña que se come un catálogo de juguetes y pide por Reyes en casa de la abuela el Cocodrilo Sacamuelas al cagar esa página.

En preliminares

El tipo. Gitanos . las coplas. Con una carreta, estos zincalés acaban su camino en Cádiz y encuentran su refugio en el barrio de Santa María. Un pueblo que su rabia y su dolor lo transformó en voz y lo convirtió en arte con el flamenco, en el que mezclaron la música con los lamentos. Con un repertorio y una idea que se prestan a la potencia, la comparsa de Faly Mosquera pincha un poco en la interpretación, sobre todo por algunos excesos que deslucen la actuación, perdiéndose en algunos momentos el mensaje de un repertorio por debajo de lo esperado. Engancha más la música de los pasodobles que el apartado literario. La primera letra cumple con la excesiva corrección de esta fase preliminar al contar los sentimientos que se viven desde casa cuando canta una agrupación cercana. No convence el mensaje populista de la segunda letra al intento de robo del Carnaval a Cádiz desde Sevilla. Aciertan en la crítica al concurso exclusivo para los sevillanos, pero se equivocan en la queja por el festival El Falla en Sevilla o la primera experiencia con las actuaciones en la sevillana plaza de San Francisco. Flojean un poco los cuplés a un aficionado al bricolaje que hizo una jaula y metió al Subiela y a sus problemas con los adornos navideños por vivir en un bajo. Las alegrías levantan el popurrí.

La previa

La comparsa de Faly Mosquera, semifinalista el pasado año con 'Los camballá', mantiene este 2018 la autoría del Chato y Tomy Alemania. El grupo, en cambio, sí ha sufrido importantes cambios, con Raúl Trechera, Agustín Correa 'el Zoleta', Dani Fopiani, Francisco Manuel Leal, Alberto Oliva, Víctor Fontao, Alberto Domínguez y Antonio Parra 'Aceituna' como caras nuevas.