El 75% de los 986 millones de la estrategia andaluza del olivar van a sostenibilidad ambiental

La Junta plantea una marca para el olivar tradicional y fomentar la gestión conjunta de explotaciones

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Recolección de la aceituna en un olivar intensivo en Jaén
Recolección de la aceituna en un olivar intensivo en Jaén / José Manuel Pedrosa / Efe
Tomás Monago

19 de febrero 2025 - 05:40

Sevilla/Un extenso documento de 298 páginas define la estrategia de la Junta de Andalucía para el olivar, un sector fundamental de la economía andaluza al vertebrar prácticamente todo el territorio y con un valor de mercado que supera los 3.000 millones de euros. El texto radiografía casi al milímetro la actividad, con múltiples datos sobre valor económico, número de explotaciones y tamaño medio, empleo, costes o ayudas de la PAC, para a continuación establecer un diagnóstico con fortalezas y habilidades y a partir de ahí diseñar las medidas.

Los 986 millones son un presupuesto estimativo

Para llevarlo adelante, la Consejería de Agricultura ha presupuestado casi mil millones de euros (986, en concreto), de los cuales 377 están previstos para este año, 324 para 2026 y 285 para 2027. El mismo documento da muestras de realismo al admitir que no se trata de un compromiso ineludible. “El contenido de carácter económico-financiero de este plan, dado su carácter eminentemente estratégico, es una mera previsión, máxime en un momento como el actual, en el que encontramos un escenario fiscal y económico que presenta un alto grado de incertidumbre que no permite determinar, con un grado de verosimilitud razonable, los recursos presupuestarios disponibles a medio y largo plazo”, afirma.

Sostenibilidad ambiental y competitividad de las explotaciones concentran el 90% del esfuerzo económico

El documento diseña once objetivos estratégicos con varias medidas en cada uno, hasta sumar un total de 52. Dos de estas líneas concentran el 90% del presupuesto total: “Mejorar la competitividad de las explotaciones olivareras” y “Consolidar la sostenibilidad de las explotaciones olivareras”. Y es esta última la que concentra hasta el 75% de la partida prevista, 755,7 millones de euros. En este apartado, el más importante desde el punto de vista económico, el documento presta especial atención al olivar tradicional y de montaña y plantea, además de ayudas específicas para explotaciones con limitaciones naturales o con alto valor ambiental, la creación de una marca o sello, o la posibilidad de que tengan beneficios en el sistema de módulos del IRPF.

La Consejería de Agricultura también plantea ayudas para inversiones con objetivos ambientales y climáticos o fomentar la “conversión” del cultivo a ecológico, además de extender las técnicas de producción integrada (que consisten en la reducción al mínimo de los fitosanitarios) con agrupaciones destinadas a este fin. También se habla de impulsar el uso de energías renovables en el marco de las comunidades de regantes y de poner en valor económico la captura de carbono del olivar.

Para este ejercicio están previstos, solo en este objetivo estratégico, 263,1 millones de euros, 248 para 2026 y 244 para 2027, hasta sumar 755,7.

Gestión conjunta de explotaciones

La segunda línea en importancia es la de la mejora de la competitividad de las explotaciones olivareras, a la que se le destinan 130 millones de euros, aunque el grueso está previsto para este mismo año, con 84 millones y, en menor medida, par 2026, con 43,5 millones. Quedaría una cantidad residual de 3,1 millones para 2027.

En este punto la Junta plantea, quizás como medida más novedosa, el fomento de la gestión conjunta de diferentes explotaciones, algo que puede hacerse a través de las propias cooperativas, con el objetivo de reducir la atomización y paliar la volatilidad de precios en la que ha estado sumida el sector en la última década. El resto de medidas de este apartado son más conocidas: ayudas a la modernización de la explotación, avales para posibles créditos, favorecer el relevo generacional, mejorar los seguros, aprovechamiento de los recursos hídricos, búsqueda de nuevas fuentes, etc.

El tercer capítulo en importancia económica es la mejora de la competitividad de las industrias del olivar, con el apoyo a inversiones en transformación y comercialización o desarrollo de nuevos productos. Esta partida está dotada con 49 millones de euros hasta 2027, pero para este año solo se han presupuestado cinco millones de euros. El año que viene ya hay 18,5 y en 2027 son 25.

El resto de objetivos son fomentar la orientación al mercado; fomentar la bioeconomía circular; avanzar en la transformación digital; consolidar un sistema andaluz de ciencia-tecnología-empresa; consolidar la formación y el asesoramiento para los agentes de la cadena; promocionar el sector del olivar, sus productos y territorios e impulsar la simplificación administrativa y la gobernanza. Se llevan, en conjunto, 51 millones en total en los tres años de aplicación de la estrategia, apenas un 5,17% del total.

Medición del impacto

La estrategia andaluza del olivar incluye un apartado que mide el posible impacto de la inyección de casi mil millones en tres años. Así, se espera elevar un 10% el valor de la producción respecto a la media de la década anterior, tanto en aceituna de molino y de mesa como en la industria del aceite de oliva y de la de orujo. También se estima que el reforzado apoyo a las explotaciones de carácter ecológico hará que estas pasen de representar el 24,9% (dato de 2022) al 29,9% del total. Y que las explotaciones que solicitan ecorregímenes lleguen al 90% desde el 86,6% de 2023. La Junta también apuesta por elevar un 5% anual el número de agricultores jóvenes que inician actividad, y que las empresas que regularmente exportan pasen de 316 (dato de 2022) a 363.

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