La prohibición de Alemania de vender a Arabia Saudí agrava la situación del A400M
Resultados 2019
Airbus pierde 1.362 millones por el pago de multas y el A400M.
El A400M registra 1.200 millones de pérdidas por provisiones por la falta de ventas y los acuerdos con los países para cerrar las investigaciones por corrupción cuestan otros 3.600 millones.
La compañía lamenta la decisión del Gobierno alemán.
Airbus no garantiza el empleo en las plantas andaluzas en 2020
Toulouse/Año de contrastes y agridulce para Airbus. 2019 fue una montaña rusa para el principal constructor de aviones del mundo ahora mismo. Perdió 1.362 millones de euros, en contraposición a los 3.054 millones de beneficios de 2018. Sin embargo, facturó más y vendió más aviones comerciales (768 por los 747 de 2018), en una división en la que también logró un récord histórico de entregas, por la madurez, sobre todo de sus programas A320 y A350 XWB, y a pesar de ser el primer año sin el A380.
La división civil de la compañía europea, con plantas en Cádiz y que proporciona carga de trabajo a cerca del 30% del sector aeroespacial andaluz, entregó 863 aviones, por los 800 de 2018. Estas entregas se repartieron de este modo: 48 aviones A220, 642 aviones de la familia A320, 53 aviones A330, 112
aviones A350 y 8 aviones A380.
Así, los pedidos recibidos consolidados se incrementaron hasta los 81.200 millones de euros (55.500 millones de euros en 2018) y el valor de la cartera de pedidos consolidada fue de 471.000 millones (460.000 millones de euros).
Además, los ingresos consolidados aumentaron hasta los 70.500 millones de euros (63.700 millones en 2018).
La división militar, sin buenas noticias
Las malas noticias volvieron a protagonizarlas la división militar, sobre la que pivota la mayoría de la industria aeroespacial andaluza, que cuenta en las instalaciones sevillanas de San Pablo con la única línea final de montaje de aviones de España.
Un año más, el avión estrella de la división, el A400M, sufre cuantiosas pérdidas: 1.200 millones en provisiones. Motivadas principalmente por la falta de nuevas ventas desde el inicio del programa. La imposibilidad de vender a Arabia Saudí por la prohibición expresa por parte de Alemania ha sido la puntilla al programa en 2019.
"A pesar de haber completado el establecimiento de una nueva base para el programa A400M y de haber llevado a cabo importantes avances en cuanto a sus capacidades técnicas, las perspectivas de exportación durante la fase de contrato de lanzamiento son cada vez más complicadas. A ello se añade la prórroga sucesiva de la prohibición de exportaciones a Arabia Saudí por parte de Alemania", indicaron desde la compañía en la presentación de los resultados de 2019.
Faury pide al Gobierno que corrija el "error" de nombrar a Indra coordinador del caza europeo
El CEO de Airbus, Guillaume Faury, mantuvo en el encuentro ante los medios de comunicación celebrado en Toulouse la misma postura que el presidente Airbus España, Alberto Gutiérrez, respecto a la designación de Indra como coordinador industrial para el Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS). El máximo responsable del grupo aeronáutico no dudó de calificar de "error" la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez y manifestó que aún tiene esperanzas de que Airbus sea el coordinador del nuevo caza de combate europeo en España. Faury incidió en que Airbus sigue siendo la mejor elección, por encima de Indra, si se tiene en cuenta su larga trayectoria como fabricantes de aviones y por sus capacidades tecnológicas.
Faury explicó que ya ha comunicado al Gobierno español su postura contraria la elección de Indra para liderar un programa que espera movilizar 200.000 millones de euros en las próximas décadas. Para el CEO de Airbus el hecho de que el FCAS no se trate sólo de un caza de combate, sino de un "sistema complejo" en el que habrá que integrar multitud de otras tecnologías como drones o radares hace que sólo la compañía europea especializada en desarrollar y fabricar productos aeroespaciales sea la opción más adecuada y garantía de éxito. El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, por su parte, indicó que la compañía que lidera siempre será "la que mejor defienda los intereses de España" al no participar de su accionariado países como Alemania o Francia, como ocurre con Airbus. Manuel Ponce, secretario general de Metal de UGT-Sevilla, mostró ayer su preocupación por la actual situación de enfrentamiento entre Airbus y el Gobierno español y avisó que su sindicato "no permitirá" que la compañía "castigue" a España por la decisión de elegir a Indra como coordinador del FCAS.
Para garantizar la estabilidad del programa a largo plazo, Airbus Defence and Space llegó a un acuerdo con los países clientes iniciales para remodelar el calendario de entregas y bajar la producción anual, mientras se intentaba cerrar alguna venta fuera de este grupo de países, en el que se encuentra España.
Esta bajada de producción, sin embargo, afectará al empleo con toda seguridad, después de los mensajes en este sentido lanzados por el responsable de la división, Dirk Hoke, en las pasadas Navidades y del presidente de Airbus España y responsable de los aviones militares, Alberto Gutiérrez, un par de semanas más tarde.
Los sindicatos ya cifran las salidas en cerca de 3.000 en toda Europa, aunque hay que tener en cuenta que el grueso de la plantilla de la división de defensa se reparte entre Andalucía (Sevilla y Cádiz) y Madrid, donde trabajan 8.000 personas.
Negociación del ajuste
Para entender las dimensiones de este ajuste hay que resaltar que el Grupo Airbus emplea en España algo más de 13.000 personas, de las que el 60% trabajan para programas de carácter militar, esas 8.000 personas que estarán muy pendientes de cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos meses y qué plantea la compañía para reducir costes y ser más competitivos.
El resto de la plantilla de Airbus en España se reparte entre la división comercial, que emplea a un 35% (unos 4.500 trabajadores), y la de helicópteros, un 5% que suponen alrededor de 600 empleados.
El próximo miércoles será clave al producirse el primer encuentro oficial entre los representantes de los trabajadores de la compañía a nivel europeo y los responsables de la empresa.
"La división está preparando un programa de reestructuración para abordar su estructura de costes y restablecer la rentabilidad hasta conseguir un margen de una cifra alta de un solo dígito. Durante 2019, se entregaron 14 aviones de transporte militar A400M, conforme al programa de entregas más reciente, con lo que la flota en servicio se situó en 88 aviones a finales de año", explicaron hoy mismo.
Acuerdos costosos
El pago de multas por valor de 3.600 millones a países como Francia o Estados Unidos para finalizar las investigaciones que se llevaban a cabo contra Airbus por posibles actividades corruptas en el proceso venta de ciertos programas es lo que ha hundido principalmente el beneficio de la compañía, hasta incurrir en pérdidas.
Con todo, Airbus ha realizado una propuesta de pago de dividendo de 1,80 euros por acción para 2019, un 9% superior a 2018.
El chief executive officer de Airbus (CEO), Guillaume Faury, realizó hace unos minutos este resumen sobre el balance de la compañía en 2019: "Hemos conseguido un buen resultado en 2019. Logramos un sólido rendimiento financiero debido, principalmente, a nuestras entregas de aviones comerciales. Los beneficios declarados reflejan también los acuerdos definitivos alcanzados con las autoridades y que ponen fin a las investigaciones sobre cumplimiento, así como un cargo relativo a la revisión de los supuestos de exportación del A400M. El nivel de confianza en nuestra capacidad de seguir logrando un crecimiento sostenible en el futuro se ha traducido en una propuesta de dividendo de 1,80 euros por acción. En 2020 nos centraremos en reforzar nuestra cultura corporativa, en la mejora operativa y en el ajuste de nuestra estructura de costes para afianzar el rendimiento financiero y prepararnos para el futuro".
Bombardier abandona el A220
Bombardier deja el programa A220, en el que participaba junto a Airbus y el Gobierno de Quebec, tras un acuerdo alcanzado entre las tres partes.
Bombardier recibirá 591 millones de dólares por su participación en el avión, que hasta la entrada de Airbus era denominado Bombardier CSeries, al ser su principal desarrollador.
Tras este movimiento, Airbus pasará a tener el 75% del programa. Además, podrá comprar su parte al Gobierno de Quebec en 2026, lo que supone adelantar tres años la posibilidad de esta operación a lo pactado en la constitución de Airbus Canadá.
Los paquetes de trabajos que Bombardier realizaba para el A220 y para el A330 los asumirá Stelia Aerospace, filial de Airbus, que se hará cargo de las plantas y del personal de Bombardier en Saint Laurent.
Desde que Airbus se hizo cargo efectivo del programa A220 sus ventas han crecido un 64% hasta los 658 aviones.
"Este acuerdo con Bombardier y el Gobierno de Canadá demuestra nuestro apoyo y compromiso con el A220 y Airbus Canadá. Además extendemos nuestra relación sincera con el Gobierno de Quebec. Esto son buenas noticias para nuestros clientes y empleados, al igual que para la industria aeronáutica canadiense," indicó el CEO de Airbus, Guillaume Faury.
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