Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Sector aeroespacial
Sevilla/El actual director general de Alestis Aerospace y directivo de Airbus, Javier Díaz Gil, fue el encargado de anunciar la venta del único suministrador aeronáutico de primer nivel de origen andaluz a la burgalesa Aciturri: "Como resultado de las negociaciones que avanzábamos hace unas semanas, Airbus ha cerrado el acuerdo para la venta del 62% de sus acciones en el capital social de Alestis Aerospace al Grupo Aciturri", confirmaba tan sólo hace unos minutos a la plantilla y los representantes de los trabajadores.
El grupo burgalés, que también tiene centros de producción en la región y de un tamaño similar al Tier 1 andaluz, pero que ha demostrado una gestión intachable y un crecimiento constante durante la última década, se hace también con el 14% del capital hasta ahora en propiedad de Unicaja, único accionista de la compañía que quedaba de sus inicios.
La SEPI, de titularidad pública, mantiene su 24%, aunque con condiciones, que pasan principalmente por "la aprobación del Consejo de Ministros para la participación de SEPI en la ampliación de capital", según explica el propio Díaz Gil. En el acuerdo también se estipula, que la SEPI tenga la posibilidad de elegir a dos consejeros en un nuevo consejo de administración dominado obviamente por Aciturri.
Con esta adquisición, Airbus está más cerca de lograr su ansiado sueño de tener en España un único gran Tier 1. Sólo haría falta ya la unión de Aernnova, que por sí misma es más grande que la nueva Aciturri tras la compra de Alestis.
"La nueva estructura accionarial se ha comprometido a llevar a cabo una ampliación de capital para reforzar la situación financiera de la Compañía, lo que supondrá la consolidación de un gran Tier 1 español del sector aeronáutico, manteniendo el respaldo de la Administración Pública", asegura Díaz Gil, en referencia a garantizar el pago de 284 millones de euros de deuda, la mayoría en ayudas públicas al Ministerio de Industria, a partir de 2021.
El poco más de año y medio que quedaba para la señalada fecha de devolución del dinero a los acreedores hacía imprescindible una operación de este tipo, ya que Alestis iba tener difícil cumplir con todas sus obligaciones con sus recursos propios a pesar de haber mejorado en varias áreas desde su entrada en concurso de acreedores a mediados de 2012, del que no pudo salir hasta dos años después.
Aciturri no da por completamente cerrada la operación. Aún quedan temas por cerrar. Por ejemplo, que el Consejo de Ministros apruebe con carácter inmediato la suscripción por parte de SEPI de la ampliación de capital de Alestis por 6,7 millones, de acuerdo a su actual porcentaje en la compañía. En esa ampliación de capital también participará Aciturri con 21,3 millones. Además, está previsto que los socios inyecten otros 51,9 millones destinados a la compensación de pérdidas. En total, 80 millones que tienen el objetivo de reforzar la solvencia de la compañía de cara al pago de la deuda contraída con sus acreedores de 285 millones cuando finalice el próximo año. Como aseguró ayer el nuevo máximo responsable de Airbus España, Alberto Gutiérrez: "El cierre de esta transacción está sujeto a ciertas condiciones previas que deben completarse a corto plazo".
"Estoy seguro de que esta operación es una garantía de éxito y nos permitirá seguir creciendo como un actor principal en el cada vez más competitivo mercado de las aeroestructuras", concluye Díaz Gil.
Con esta operación Alestis vuelve a cambiar de manos, pero estabiliza su futuro cercano. El proceso pasa por una inyección de capital de 80 millones que eviten el mal trago de un impago de la deuda dentro de 21 meses.
Aciturri además conforma un grupo con mayor visibilidad internacional, que tendrá más posibilidades de pujar por los próximos grandes paquetes aeroespaciales. Aunque cómo aseguraba hace tan sólo unos días el presidente de Aernnova, Iñaki López Gandásegui, "en este momento no hay grandes contratos" y es más fácil crecer "mediante adquisiciones". Como hará Aciturri.
El objetivo de todos los implicados en la operación es que los recursos de ambas compañías se complementen para aumentar la facturación y el empleo de forma conjunta. Actualmente, Aciturri factura alrededor de 320 millones –los últimos datos oficiales son del ejercicio de 2017, cuando registró 303 millones en ventas– y emplea a cerca de 1.500 personas.
Alestis Aerospace, por su parte, anunció una facturación en 2018 de 283 millones –por los 286 millones de 2017– y emplea a 1.600 personas, de las que 1.157 se ubican en Andalucía. Región en la que Aciturri actualmente emplea a 240 trabajadores en su planta de Alcalá de Guadaíra.
Recortarían distancias a Aernnova, que facturó 740 millones en 2018 y da trabajo a 4.500 personas, según dio a conocer de forma oficial el pasado viernes.
Tanto Alestis como Aciturri trabajan para los principales programas aeronáuticos del mundo, tanto de Airbus –mayoritariamente– como de Boeing. Entre sus productos estrellas se encuentran las aeroestructuras que desarrollan y fabrican para el A350 XWB, el avión comercial más moderno del planeta. Aciturri se encarga de la Sección 19, el estabilizador vertical y los flaps. Alestis, por su parte, de la Sección 19.1 y la belly fairing.
Además, entre ambas compañías fabrican todos los estabilizadores horizontales para el A320, el avión más vendido.
Ahora se abren multitud de cuestiones sobre el futuro del Tier 1 andaluz, que ninguna de las tres empresas implicadas en la operación (la que vende, Airbus, la que compra, Aciturri, y la vendida, Alestis) quieren -o pueden- resolver en estos momentos.
Tras cerrarse la operación: ¿Se mantendrán todos los puestos de trabajo y los programas hasta ahora ubicados en las plantas de Alestis, cuyo grueso se reparte entre Sevilla y Cádiz? ¿Se mantendrá su nombre? ¿Qué ocurrirá con la sede corporativa de Alestis, actualmente situada en el parque Aerópolis de Sevilla? ¿Qué pasará si existe duplicación de puestos en los puestos altos y dirección de Aciturri y Alestis?
Lo único seguro es que el sector aeronáutico andaluz ha dado su mayor cambio de dirección en varios años y sólo el tiempo dirá si el nuevo camino tomado es luminoso o sombrío.
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