Análisis
Santiago Carbó
Tras un buen año en lo macroeconómico, en 2025 hará falta mucho más
Berna/La economía española ha logrado conservar su competitividad a nivel mundial a pesar de la "muy delicada" situación macroeconómica que atraviesa, ocupando por segundo año consecutivo el puesto 36 en el ranking elaborado por el Foro Económico Mundial (FEM), que compara el grado de competitividad de 144 economías y que vuelve a estar encabezado por Suiza y Singapur.
En el caso de España, el Informe de competitividad global 2012-2013, elaborado por un equipo de economistas dirigido por el español Xavier Sala-i-Martín, en el que también ha participado Beñat Bilbao-Osorio, destaca que "a pesar de su muy delicada situación macroeconómica y las bien sabidas dificultades de su sistema bancario que restringen el acceso a financiación a las empresas locales" España logra mantener el puesto 36 que ocupaba el año anterior, tras situarse en el 42 hace dos años.
Entre los elementos que favorecen la competitividad española, los autores señalan la calidad "de talla mundial" de sus infraestructuras de transporte, que ocupan el décimo puesto absoluto, el tamaño de su mercado (14), así como las altas tasas de matriculación en educación superior (18), lo que proporciona una amplia fuente de trabajadores cualificados, que "si se moviliza apropiadamente, ayudaría en la muy necesaria transación de España hacia actividades de mayor valor añadido".
"A pesar de estas fortalezas, la competitividad española se ve perjudicada por sus desequilibrios macroeconómicos", advierte el informe, que señala a España como el décimo peor país en control del déficit, ocupando el puesto 135 entre los 144 países analizados, mientras que es el 112 en control de la deuda pública, lo que, sumado a las dificultades del sector financiero, da como resultado una pérdida de la confianza de los mercados financieros y en el acceso del país a los mercados internacionales de capitales a costes asequibles.
De hecho, España ocupa en el análisis elaborado por el Foro Económico Mundial el puesto 122 en lo que se refiere al grado de asequibilidad del acceso de sus empresas a financiación, circunstancia que queda reflejada por los cada vez mayores diferenciales de los bonos españoles en relación a las economías más sólidas.
Críticas a los recortes del Gobierno
Por otro lado, el informe apunta que, a pesar de haberse registrado una ligera mejoría, el mercado laboral español continúa siendo muy rígido (123), aunque destaca que "las recientes reformas estructurales, tanto en el sistema bancario como en el mercado laboral, deberían contribuir a afrontar estas debilidades una vez que se implementen".
Sin embargo, el Foro Económico Mundial advierte de que, los recientes recortes en el gasto público destinado a investigación e innovación, unidos a las crecientes dificultades del sector privado a la hora de captar financiación para estas actividades, podría lastrar la capacidad de innovar de las empresas españolas (44), algo "crucial" para facilitar la transformación económica de España.
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