Trichet apunta a una inminente rebaja de los tipos si la inflación no se desboca

El presidente del BCE deja en el aire si el precio del dinero, en el 3,75%, bajará 25 ó 50 puntos porcentuales en noviembre · Defiende que España debe estar en la cumbre mundial para reformar el sistema financiero

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ayer, en Madrid.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ayer, en Madrid.
Iratxe Manchobas / Madrid

28 de octubre 2008 - 05:02

Buenas noticias para la maltrecha economía de la Eurozona. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, anunció ayer en Madrid la posibilidad de que el Consejo de Gobierno de la institución decida en su próxima reunión del 6 de noviembre bajar los tipos de interés, un recorte que se sumaría al descenso de medio punto del pasado 8 de octubre. Trichet no quiso cuantificar la bajada y fue claro al asegurar que es una posibilidad y no una certeza, que dependerá de que se confirme la reducción de las tensiones inflacionistas, pero teniendo en cuenta su tradicional cautela, sus palabras sonaron a una más que previsible rebaja del precio del dinero.

Trichet, que auguró fusiones bancarias para hacer frente a la crisis, se refirió también a la posible participación de España en la cumbre internacional del 15 de noviembre en la que se pretende rediseñar el sistema financiero. Afirmó que España debe estar en este proceso de reflexión mundial "por motivos históricos".

El presidente del BCE, que participó en un coloquio en Madrid, señaló que el descenso del precio del petróleo y el debilitamiento de la demanda han reducido las expectativas de inflación, lo que amplía el margen para una reducción del precio del dinero, actualmente en el 3,75%. También señaló que la inflación continuará sobre el 2% durante un tiempo para moderarse de forma gradual en 2009.

No obstante, aunque las tensiones inflacionistas se hayan relajado, advirtió que el BCE hará lo necesario para evitar el descontrol de precios y pidió responsabilidad a sindicatos y empresarios a la hora de fijar salarios, e insistió en que la moderación se extiende a los polémicos salarios de altos ejecutivos.

Trichet, que resaltó que España es "de facto un país muy importante", lo que justifica que esté "dentro del proceso de reflexión mundial" para la reforma del sistema financiero global, matizó que la presencia física de España en la reunión del 15 de noviembre en Washington dependerá de los organizadores. Donde sí fue más explícito fue al anticipar fusiones en el sector bancario como respuesta a la crisis. "Siempre se han observado fusiones en este tipo de casos. Vamos a una reestructuración en esta industria, es algo normal", destacó justo antes de evitar pronunciarse explícitamente sobre la posibilidad de uniones entre cajas de ahorros en España. Trichet tampoco quiso emular los pasos del ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, quien hace unos días admitió parte de culpa por los errores en la supervisión del mercado y se limitó a abogar por mejorar la cooperación de los reguladores y supervisores europeos.

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