“El agricultor no puede fiarlo todo a la lluvia, debe mirar a largo plazo”

Foro de Agricultura Joly-Santander

Expertos de diversos ámbitos sostienen que el sector primario debe profundizar en la modernización y la sostenibilidad para mantener la competitividad

"Trump ha provocado la ruptura del sistema económico mundial"

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La modernización de la agricultura andaluza, a debate en el Foro Joly-Santander / José Ángel García
Tomás Monago

13 de marzo 2025 - 18:40

Sevilla/Andalucía está en el camino de profundizar en una agricultura moderna, tecnificada, digitalizada, innovadora, productiva y a la vez sostenible. Y quien no esté en eso se va a quedar atrás. Como afirma Lorena Ruiz, directora de Negocio Agroalimentario de Banco Santander España, si los productores andaluces no están en esa filosofía “vendrán otros que los echarán del mercado”.

Esta es una de las ideas sobre las que giró este jueves el Foro de Agricultura Joly-Banco Santander, titulado Innovación en agricultura para ganar en competitividad. Consistió en un coloquio en el que intervinieron la propia Lorena Ruiz; Juan Vilar, CEO de Juan Vilar Consultores Estratégicos; Javier Moreno, CEO de Trivium John Deere; y Eduardo Valverde, director general de Conde de Benalúa, con la moderación de Magdalena Trillo, asesora de Transformación digital de Grupo Joly. Inauguró el evento Manuel de la Cruz, director territorial de Banco Santander; y lo clausuró Ramón Fernández-Pacheco, consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.

Todos los ponentes tuvieron claro que un agricultor tiene que estar preparado para todo, dada la enorme volatilidad de precios de su sector, y que la manera de ser resiliente es la inversión en modernización. En este sentido, en general se están haciendo los deberes. “Tengo el privilegio de estar en el mejor sector y en el mejor territorio. Se está invirtiendo y cada día a mayor velocidad”, afirma Javier Moreno, de Trivium John Deere, empresa especializada en agronomía y maquinaria agrícola. Este experto aboga por “democratizar la tecnología” y hacer ver al productor que “esa inversión tiene un retorno” en disminución de costes de insumos, por ejemplo.

Juan Vilar afirma que estamos en la era de la “agricultura de la información” y pone como ejemplo la capacidad de la Inteligencia Artificial “bien educada” para predecir periodos de lluvias y sequías con más o menos fiabilidad, ya que la meteorología va a seguir siendo el factor que defina los precios del producto y también de la tierra. “La IA no te va a determinar el futuro, pero cuando te preparas para ello el impacto va a ser infinitamente menor”.

“No podemos fiarlo todo a que llueva, hay que tener una visión transversal y a largo plazo”, incide en este sentido Eduardo Valverde, cuya cooperativa, Conde de Benalúa, ha pasado de un millón a 40 millones de kilos de aceite de oliva, factura 85 millones de euros, da servicio a 3.000 agricultores y es una “pequeña multinacional” en un pueblo de montaña de Granada de solo 600 habitantes. Para Valverde, “cada uno en su casa tiene que tener un plan estratégico preparado para lo peor pero esperando lo mejor. Lo importante no es tanto saber qué va a pasar con el precio como que te pille preparado y en el sitio correcto”.

Y, en este sentido, Conde de Benalúa ha convertido una adversidad, la menor productividad por razones naturales del olivar de montaña, en una oportunidad, a base de “aportar valor en la industria 4.0 y construir una marca creíble”.

Lorena Ruiz incide en que Banco Santander está para acompañar a un sector que ya, de por sí, es “el más sostenible ambientalmente”, al absorber CO2, y “socialmente”, al fijar población en el mundo rural. El reto es hacerlo también sostenible “económicamente”. “Nosotros les damos recomendaciones, les damos la visión, les aconsejamos sobre cómo hacer planes de negocio. No tiene que acometer la inversión de golpe, pueden hacerlo de forma salteada y ver cómo van evolucionando; somos el banco referente en la transformación de fincas”, afirma Lorena Ruiz, que también da mucha importancia al relevo generacional. “No podemos perder la experiencia de nuestros agricultores, pero necesitamos hacer un campo atractivo”.

Moreno señala que el panorama es “prometedor” y que la vía para tener un porcentaje importante de “cultivos de alto valor” es la tecnología, la formación, la inversión y la financiación. Su empresa, dice, está también ahí y puso como ejemplo de innovación muy reciente un atomizador para cultivo leñoso autónomos, que “no hay que manejar a distancia, sino que toma decisiones propias”. “El número de avances diarios que vemos es formidable”, asegura.

No hay que olvidar las debilidades del campo andaluz, que menciona Juan Vilar. La más importante es el tamaño de las explotaciones, “inferiores a las de nuestros competidores”, pero también hay otras como la falta de mano de obra –que se suple parcialmente con automatización-- y el déficit hídrico, que también puede ser paliado con inversiones tecnológicas.

Entre las amenazas, la más urgente es la de los aranceles. Vilar cree que “si Trump pone aranceles al aceite de oliva no conoce lo que va a hacer”, ya que EEUU apenas produce el 3,85% de lo que consume y se trata de un producto necesario “si lo que se persigue es una dieta saludable”. El consultor se refiere también al vino, pero cree que incluso con un incremento arancelario estaría más barato en EEUU que hace unos años. El sector que ve más perjudicado es el de la almendra, ya que Andalucía tiene incluso más superficie que California, aunque produce menos. Aquí sí “podría ser razonable que se pusiera el arancel”. Todo en términos de lógica, claro, y sin contar con que Trump es un presidente que ha demostrado ser imprevisible.

Ramón Fernández-Pacheco: “Necesitamos más agua que la que podemos almacenar”

Ramón Fernández-Pacheco, consejero de Agricultura, fue el encargado de clausurar el acto, y dejó claro que el ‘leit motiv’ de la Junta en estos últimos años, el de “planificar, invertir y ejecutar las obras que sean necesarias” en materia de agua “no va a cambiar por mucho que llueva”. Fernández-Pacheco afirmó que Andalucía “necesita más agua de la que puede almacenar” y puso como ejemplo las políticas de regeneración de aguas, con el objetivo de llegar a 180 hectómetros cúbicos en 2027 (ahora son 70). Hasta ahora, afirmó, el departamento que dirige ha llevado a cabo 130 obras hidráulicas por 853,3 millones de euros y llamó a no desechar la idea de colaborar con administraciones públicas “de otro color político” para avanzar en este campo. Para el consejero, que un sector agroalimentario con 6.000 empresas, 22.140 millones de negocio y 61.900 trabajadores mantenga su fortaleza depende del agua precisamente, de la disponibilidad de mano de obra y de la modernización. Y, añadió, hacen falta también “jóvenes dispuestos a hacer del campo su medio de vida”. Puso en valor, en este sentido, los 130 millones de euros en ayudas para la primera implantación de menores de 40, “que se han quedado cortos porque hemos recibido 2.910 solicitudes por un valor de 160 millones.

Santander apoya en 2024 con 1.200 millones al campo andaluz

Santander apoyó en 2024 con 1.200 millones de euros al campo andaluz, con el objetivo de “reforzar su inversión, la I+D, la maquinaria con GPS incorporado, los sensores y la investigación en nuevas variedades genéticas”, señaló Manuel de la Cruz, director territorial de Banco Santander y encargado de abrir el foro. El banco tiene repartidas por toda España 125 sucursales agro, 14 en Andalucía, lo que permite “cercanía y conocimiento adecuado de la realidad de los agricultores”. Eso se traduce en el anticipo de pagos de la PAC o la gratuidad del cuaderno agrario para aquellos que reciben más de 2.500 euros de subvención. De la Cruz mencionó también el fondo Atgro de 250 millones que lidera el Santander (con 200 millones) con Atitlan (50 millones) para el desarrollo de proyectos agrícolas.

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