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Impacto del apagón nuclear: la factura eléctrica de los hogares se encarecería un 23% y la de la industria, un 35%

Un estudio de PwC alerta de la subida del precio del mercado mayorista por la pérdida de soberanía energética en caso del cierre de las nucleares en España

La consultora estima que la energía nuclear supone un ahorro de 8.000 millones de euros anuales para los consumidores

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Central nuclear de Almaraz en Cáceres, la primera que tiene previsto su cierre en España. / EFE/ Eduardo Palomo
Redacción

19 de marzo 2025 - 13:31

Madrid/España sigue adelante con sus planes de apagón nuclear, por el que se prevé el cierre escalonado de las siete centrales en funcionamiento entre 2027 y 2035, medida que tendrá impacto directo en la factura eléctrica tanto de los hogares como de las empresas.

Así lo refleja la consultora PwC en su informe ‘Decálogo de la energía nuclear: situación actual y perspectivas de futuro’, según el que el recibo de la luz doméstico y de las pymes se encarecería un 23%, mientras que el de la industria se dispararía un 35% en un escenario de apagón nuclear en España.

Según el estudio, esta subida respondería al incremento del precio del mercado mayorista o ‘pool’ eléctrico en unos 37 euros por megavatio hora (MWh), ya que los ciclos combinados deberían suplir prácticamente toda la pérdida de generación del apagón nuclear, lo que implicaría un impacto en la soberanía energética, dado que supondrá un aumento de la dependencia de las importaciones de gas natural, de las emisiones y del precio de la electricidad, "situando a España a niveles incluso superiores a los de Alemania tras su cierre nuclear".

PWC estima que, sin el parque nuclear y los 7.400 megavatios (MW) estables de los siete reactores operativos en España, la factura eléctrica aumentaría en un 23% para el sector doméstico y la pequeña y mediana empresa y en un 35% para la industria.

En este supuesto, el precio del mercado eléctrico se vería incrementado en casi 37 euros/MWh, dado que la producción de todas estas centrales nucleares tendría que ser sustituida por tecnologías de coste variable muy superior, como son las plantas de ciclo combinado de gas natural, destaca el informe.

Este notable aumento del precio de cada megavatio hora generado, que elevaría la cifra desde los 62,9 euros/MWh realmente registrados de media durante el ejercicio 2024 hasta los 99,7 euros/MWh (+58%), se traduciría en el ya mencionado incremento del recibo eléctrico para los hogares y las empresas.

8.000 millones de ahorro anual

La consultora estima que la energía nuclear supone un ahorro en la factura anual que pagan los consumidores de casi 8.000 millones de euros.

Asimismo, PwC subraya que, incluso en el hipotético caso de que se llegaran a cumplir los ambiciosos objetivos planteados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del Gobierno para el año 2030, el cierre nuclear representaría un aumento del precio de la electricidad a futuro de 13 euros/MWh, además de sextuplicarse las emisiones de CO2 y el consumo de gas natural, poniendo en riesgo el cumplimiento de los objetivos climáticos y mermando la soberanía energética del país, que incrementará sus importaciones de electricidad en un 58%.

España, a contracorriente

El debate sobre la necesidad de modificar el calendario de cierre nuclear acordado en 2019 por las empresas propietarias, previsto de manera escalonada entre los años 2027 y 2035 se ha reabierto.

De hecho, hace unas semanas, Iberdrola y Endesa, en las figuras de sus primeros ejecutivos, Ignacio Sánchez Galán y José Bogas, mostraron abiertamente su deseo de analizar y discutir una revisión del calendario de cierre nuclear en el país, poniendo también sobre la mesa las cargas fiscales que soportan las plantas y que, según las compañías, hace inviable su rentabilidad futura.

Al hilo de esta posibilidad están surgiendo numerosas voces en los ámbitos económico, político y social, como la plataforma ‘Sí a Almaraz, sí al Futuro’ -la central nuclear de Almaraz sería la primera en cerrar en 2027 según el calendario-, que abogan por la continuidad del parque nuclear español, poniendo de manifiesto su contribución a la garantía de suministro, estabilidad del sistema, contención de los precios, independencia energética, menor impacto ambiental y desarrollo socioeconómico de todas y cada una de las comarcas donde estas instalaciones de generación de energía eléctrica se ubican.

En Europa, la tendencia es justo la contraria, ya que buena parte de los países han dado marcha atrás en sus planes por reducir su dependencia de la energía nuclear, caso de Francia, que renunció en 2022 a estar idea para reforzar su apuesta por los reactores, mientras que en otros países del norte se sopesan construir nuevas centrales.

Y en Alemania, que completó el apagón nuclear en abril de 2023, también se ha reabierto el debate al hilo de la crisis energética, provocada por el aumento de las emisiones y del precio de la electricidad a causa del aumento de la dependencia del gas y el carbón, frente a la que el Gobierno se plantea volver a introducir la energía nuclear a través de reactores modulares pequeños.

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