Bruselas aprueba "por sorpresa" la bajada de graduación del vino Fino

Autoriza su salida al mercado por debajo de los 15 grados de alcohol exigidos hasta ahora para los vinos andaluces de crianza biológica, una reivindicación histórica de las DO Jerez y Montilla-Moriles

El consumo de vino se recupera en España, pero caen las exportaciones

Cata comparativa de vinos finos de los ensayos de Innofino en la última edición de Vinoble en Jerez.
Cata comparativa de vinos finos de los ensayos de Innofino en la última edición de Vinoble en Jerez.
Ángel Espejo

10 de febrero 2025 - 06:00

Jerez/Los vinos de crianza biológica de las denominaciones de origen andaluzas, o lo que es lo mismo, el Fino y la Manzanilla, ya cuentan con el beneplácito de la Unión Europea para su comercialización por debajo de los 15 grados de alcohol que se exigían hasta ahora.

Bruselas se anticipa así a la culminación del estudio que lleva a cabo desde hace tres años el Grupo Operativo Innofino con la participación de los consejos reguladores del Marco de Jerez y Montilla-Moriles, así como de investigadores de las universidades de Cádiz y Córdoba en colaboración con las bodegas González Byass, Williams & Humbert y Yuste, a fin de demostrar la viabilidad de la reducción del grado alcohólico al 14% de su contenido sin menoscabo de la calidad y las propiedades organolépticas de los vinos.

Detrás del encabezado -añadido de alcohol vínico- de finos y manzanillas hasta 15 grados para su embotellado había una cuestión histórica de índole enológica, la de mejorar la estabilidad de los vinos para su embotellado, ya superada gracias a los avances tecnológicos de las últimas décadas. La otra razón, de ámbito regulatorio y a la que ahora se da carpetazo, era su categorización como vinos de licor en la normativa comunitaria, que establecía la obligatoriedad de alcanzar un mínimo de 15 grados para la salida al mercado de los Finos y Manzanillas amparados por las DO Jerez y Montilla-Moriles -en esta última se aplicaba una excepción que permitía la venta con 14,5 grados-, a los que recientemente se unieron en otra modificación de la UE vinos del Condado de Huelva y Málaga.

La decisión ha cogido “por sorpresa” a los responsables del sector, explica César Saldaña, presidente del Consejo Regulador del vino de Jerez, que ahora deberá someter a decisión del pleno de la institución si inician el trámite para solicitar la modificación del pliego de condiciones para adaptarse a la nueva normativa, que daría cauce de legalidad a la comercialización del Fino con 14 grados, o si esperan a tener las conclusiones de Innofino el próximo mes de junio para dar el paso.

Algunas organizaciones sectoriales del Marco de Jerez se pronunciaron en la última sesión plenaria de la institución del vino a favor de adelantarse a los resultados del ensayo, que en todo caso pueden servir para elaborar un manual de buenas prácticas para la crianza biológica de Finos y Manzanillas por debajo de 15 grados.

El Consejo considera, sin embargo, que lo lógico sería esperar a la finalización de los ensayos que, precisamente, se pusieron en marcha para avalar esta reivindicación de las denominaciones de origen jerezana y cordobesa -en los años noventa ya se aprobó una reducción desde los 15,5 grados que regían entonces, mientras que la bajada a 14 grados se planteó en 2008-, que permite acercar estos vinos a los gustos de los consumidores, que tienden en la actualidad al consumo de vinos más naturales y de menos graduación alcohólica.

La UE se anticipa a la conclusión del ensayo Innofino promovido por Jerez y Montilla para avalar la viabilidad del Fino con menos de 15 grados

Al margen del ahorro de costes que implica para las bodegas no tener que fortificar los vinos hasta 15 grados para reponer el alcohol del que se nutre el velo de flor durante el proceso de crianza biológica, el interés sectorial en acelerar el proceso responde también a cuestiones fiscales, ya que paliaría, en parte, la subida de impuestos en Reino Unido, que penaliza sobre todo a los vinos con mayor graduación alcohólica.

Con anterioridad a la modficación del límite administrativo de la legislación comunitaria, la Consejería de Agricultura allanó el camino con la publicación en marzo de 2023 de la orden para la mejora de la caracterización de los vinos tradicionales andaluces, que abría la puerta tanto a la comercialización de Finos y Manzanillas de menos de 15 grados como a su elaboración sin fortificar.

La norma recogía el acuerdo alcanzado por los consejos reguladores Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Montilla-Moriles, Condado de Huelva, Málaga y Lebrija para suprimir la obligatoriedad de añadir alcohol a los vinos generosos cuando sea posible alcanzar la graduación mínima necesaria de forma natural.

Del mismo modo, Bruselas publicó en julio de 2024 en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) la resolución de la solilcitud de modificación del término tradicional ‘Fino’, que contempla la elaboración de vinos tradicionales andaluces de crianza biológica sin fortificar. Esta modificación está pendiente de aprobación definitiva, una vez supere el plazo de alegaciones.

De acuerdo con la normativa comunitaria, el Fino se definía como el vino de licor (generoso) de las DO Jerez y Montilla-Moriles con las cualidades de color pajizo, seco, levemente amargoso, ligero y fragante al paladar, envejecido en ‘flor’ durante al menos dos años, por el sistema de ‘criaderas y soleras’ y en vasijas de roble de una capacidad máxima de 1.000 litros.

La nueva definición incorpora a los vinos generosos de Condado de Huelva y Málaga, estableciéndose que deben ser vinos envejecidos exclusivamente mediante crianza bajo velo de flor, con un grado alcohólico adquirido entre 14-17% de su volumen para la categoría 1, en la que se englobarían los vinos de grado natural, y entre 15-17% vol. para la categoría 3, que corresponde a los vinos de licor, por tanto fortificados, salvo excepciones.

El pago de la uva por su calidad y no por kilos, otro debate abierto

La bajada de la graduación del Fino requiere una modificación del pliego de condiciones de los vinos de Jerez y la Manzanilla, trámite farragoso que lleva su tiempo y para el que el Consejo Regulador prefiere esperar a que haya una decisión del pleno sobre el doble límite de calificación de la uva (hasta 11.428 kilos/hectárea para la elaboración de los vinos amparados por la DO y hasta 14.285 para otros usos), distinción exclusiva del Marco de Jerez y que el sector baraja suprimir. Y también falta la bendición final de Bruselas a los jereces no fortificados. “La idea es que si hay que modificar los pliegos vaya todo junto”, explica el presidente del Consejo Regulador, César Saldaña, quien señala que la Comisión del Viñedo abordará el tema de la calificación, para el que se plantea poner fin al pago de la uva por kilos, en lugar de por la calidad, algo también casi exclusivo del Marco de Jerez. La Comisión del Viñedo se encargará de fijar un límite óptimo en función de las necesidades del negocio del vino y el vinagre, de un lado, y del Sherry Cask, de otro, para luego determinar subcategorías que incidan en la calidad, y por tanto en el precio final de la materia prima, como el grado alcohólico, la sanidad, cultivo ecológico, producción integrada, vendimia a mano...

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