“Andalucía está demostrando más resiliencia económica que España”
Peio Belausteguigoitia | Country Manager de BBVA España
La comunidad autónoma andaluza aporta un 12% del negocio que genera el
banco en toda España, que a su vez representa un 30% del total del grupo bancario
Madrid/Tenemos un contexto macroeconómico, tanto para España como para Andalucía, que en términos generales podríamos considerar bastante positivo, pero no exento de incertidumbres o riesgos...
–Sí.
–...el banco, sin embargo, a través de su servicio de estudios, que es muy reputado, prevé una caída del crecimiento para el año próximo, aunque hay factores de riesgo muy coyunturales, como la sequía en el caso andaluz. ¿Puede evolucionar a mejor la perspectiva económica para la región?
–En primer lugar, diría que la previsión de crecimiento de PIB para el próximo año es positiva, del 1,8% del PIB, menor que la de España, un 2,1%, pero muy diferencial con el resto de Europa. Y esto es un factor muy positivo. Es cierto que al final la economía cada vez es más global y está absolutamente conectada, sobre todo con los países de mayor relevancia económica. Por tanto, si la economía no crece en determinados países de Europa que siempre han funcionado como motor o tractor, eso acaba afectando también al resto de las economías y es un riesgo que hay hacia adelante y que en parte también explica el menor crecimiento en 2024 respecto a 2023. Dicho todo eso, aquellos países que hoy se están viendo más afectados en términos de crecimiento son aquellos que tienen una relación más directa con el coste de la energía en general. Y también vemos que aquellos países que se están viendo más beneficiados son aquellos que tienen un peso del sector servicios más significativo y relevante, que es el caso de España. Es cierto que hay estas incertidumbres hacia adelante. Después hay algún factor, que no es menor y que hay que tener en cuenta en términos de sesgo positivo, que es la movilización de los fondos europeos y el dinamismo que eso le dé a la economía y el impacto positivo que vaya a tener en el año 2024.
–Algunas de esas incertidumbres, y le citaba yo la sequía, porque el sector agroalimentario andaluz depende de que llueva para que pueda recuperarse, que son potentes y que son factores mucho más de riesgo, como una regionalización del conflicto de Israel y Hamas y su repercusión sobre el precio del petróleo. ¿Si se salvan esos dos, llueve y el conflicto no se regionaliza, esas perspectivas de crecimiento, cree que pueden mejorar claramente o no?
–Las perspectivas, tal y como están hechos hoy los escenarios macro hacia el próximo año, son neutras en relación a si se escala el conflicto de Oriente Medio. Dicho al revés, en caso de que haya una escala, eso impactaría negativamente sobre la previsión inicial y también en términos de sequía. En el caso concreto de Andalucía, se prevé que 2024 sea mejor que 2023. La previsión ya está deflactando o no está considerando que en ese aspecto vaya a haber mejora.
–Podríamos decirlo entonces al revés, que esos factores de riesgo pueden empeorar, pero en ningún caso se prevé que mejoren.
–Eso es.
–Respecto al banco, que tiene una posición sólida en Andalucía, cifran ustedes el negocio en España en un 30% aproximadamente del resultado. ¿Cuánto de ese 30% lo aporta Andalucía tanto respecto a las empresas como de particulares?
–Andalucía evidentemente es una de las comunidades autónomas más significativas que tenemos en España. Y en términos de generación de negocio puede aportar en torno al 12% de lo que generamos en España. Lo que hemos percibido en los últimos años es mucho dinamismo y mucha fortaleza en términos de generación de empleo. También hemos visto que la reacción a los momentos de incertidumbre que ha podido haber en los últimos años ha sido un comportamiento de resiliencia por parte de Andalucía que ha estado por encima de la media de España. Y eso es un dato muy positivo.
–Sí. Pasó en la pandemia con el sector agroalimentario y, cuando regresó la movilidad, el turismo regresó con fuerza. ¿Lo atribuye a esos factores o a alguno más?
–Sí, esos son los dos factores más significativos. Pero también en el caso de Andalucía, a nivel industrial, por ejemplo, y a nivel empresarial, hay compañías muy potentes más allá de lo que podemos considerar como los sectores en los que tradicionalmente Andalucía ha destacado, como puede ser el sector primario o el del turismo. En ese sentido, en los últimos años, las noticias económicas alrededor de Andalucía son muy positivas.
–¿Cómo ven, desde la perspectiva de las palancas del negocio del banco, una situación empresarial que está caracterizada porque son mayoritariamente pymes?
–La reacción de las pymes, frente a todas las previsiones que pudieron existir en el periodo Covid en relación a cómo iba a ser la desescalada y la vuelta a la vida normal, ha estado muy por encima y ha sido mucho más positiva que todas las expectativas que pudo haber en el año 2020. Todo lo que tuvo que ver, por ejemplo, con la financiación ICO fue un acierto, en términos sobre todo de rapidez de reacción. Hubo una rápida colaboración público-privada que fue muy positiva a la hora de aprovechar la capilaridad de las entidades financieras para la distribución de la financiación ICO. Y después, lo que hemos visto, es que cuando todos esos préstamos y toda esa financiación ICO, que mayoritariamente llevaban un año de carencia, cuando venció tanto los que no extendieron la carencia, porque había la posibilidad de llevarlo a dos años, empezaron a amortizar a los 12 meses o a los 24 meses. El comportamiento en términos de pago está siendo francamente positivo. El porcentaje de morosidad ha sido mucho menor al de las previsiones que pudo haber hace tres años y medio.
–Vivimos una coyuntura de tipos de interés en el entorno del 4% que parece que va a durar hasta quizá el cuarto trimestre de 2024. ¿Qué capacidad tiene la economía española de aguantar tanto tiempo con unos intereses relativamente altos, acostumbrados a muchos años a tipos cero o incluso negativos?
–Dependerá al final de un factor que tiene que ver con el crecimiento y la generación de riqueza que haya. Insisto, la previsión para 2023 es muy positiva y la de 2024, aunque es menor, es también positiva. Como lo es la resistencia que nosotros estamos viendo y también los indicadores adelantados que nosotros manejamos en términos de ahorro, por ejemplo, de las personas físicas y de liquidez que tienen las empresas. Hoy por hoy la foto es muy positiva. Puede haber algo de deterioro, pero nunca prevemos que vaya a ser un deterioro significativo. Una de las causas más importantes tiene que ver con el nivel de deuda de las personas físicas y de las empresas y con la capacidad de reacción que tienen ante un entorno de tipos que es muy distinto al de hace doce meses. Con los niveles de deuda que hay hoy tanto de particulares como de empresas es más sencillo reaccionar positivamente a este nuevo entorno. Esa es una muy buena noticia. También es verdad que en los últimos años un porcentaje no menor de la nueva producción ha ido a tipos fijos, con lo cual eso también lógicamente en un entorno de subida de tipos de interés ha dado otro nivel de protección absolutamente distinto. Ese también es un factor a resaltar.
–El regulador no va a tocar los tipos mientras no tenga seguro que hay un entorno inflacionario que aconseje empezar a desescalar esta brusca subida que hemos tenido en el último año. Eso, en el banco ha tenido un efecto lógico en el resultado, pero un interés demasiado alto también puede ser un riesgo para el balance, ¿no?
–Sí, totalmente de acuerdo. Habrá que ver cómo es la evolución de los tipos. Es cierto que las previsiones que hoy por hoy maneja BBVA Research y la mayoría de servicios de estudios es un cambio de política en la parte final del año 2024. Es cierto también que en la última semana tanto el dato de crecimiento a nivel europeo como el dato de inflación, que ha sido mejor de lo previsto, puede hacer cambiar o adelantar o anticipar un poco este cambio de política monetaria. De hecho, en el corto plazo, lo que hemos visto es que, por ejemplo, el Euríbor 12 meses ha caído estas dos últimas semanas un poco. Y tiene que ver con esos datos de inflación que se han visto que está más controlada de lo que se esperaba. Entonces yo creo que ahí está el juego de los bancos centrales.
–Si habláramos en términos de virtud, ¿cuál es el escenario que el banco cree que sería el más virtuoso para que los tipos estén ajustados a que no lastren la economía y no se vea muy perjudicado el margen del banco, después de estar años luchando contra márgenes bajos por los tipos negativos?
–No es una pregunta sencilla. Porque no es solo un juego de los tipos de interés, que evidentemente influyen. Al final lo que influye es la marcha de la economía en general y el crecimiento de la riqueza. Y eso es una parte de asignatura propia de cada uno de los países. Y por otra parte también tiene que ver con el entorno y con el contexto y con algunas variables que ninguno de los países controla en sí mismo, como ciertos riesgos de los que hemos estado comentando con anterioridad. Lo que yo diría, en términos positivos, es que dentro de este nivel de incertidumbre en que llevamos viviendo prácticamente desde el post-covid y, de manera más acentuada, desde la invasión de Ucrania, la comparación de España y de Andalucía en relación a otros países muy importantes de Europa es muy positiva. Me quedaría con ese mensaje.
–Ustedes también han rentabilizado su gran apuesta por la digitalización y por la tecnología que hicieron hace más de un decenio en el banco, lo que les ha llevado a tener nuevas estrategias y perfiles tecnológicos distintos.
–Claramente sí. El número de ingenieros, informáticos o matemáticos que tiene hoy el banco no tiene absolutamente nada que ver con el que podía tener hace diez años. Incluso diría que otro tipo de habilidades o de profesiones, como pueden ser diseñadores, tan relevantes para nuestra app o página web o con profesionales que dominan el mundo del marketing digital o el mundo de las ventas digitales. Son habilidades o profesiones que hace unos años no existían en la industria financiera y que BBVA fue el primero en apostar claramente por esos perfiles distintos y conseguir combinar en términos de propuesta de valor la banca más tradicional con lo que tiene que ver con propuestas de valor y, sobre todo, de experiencia de usuario.
–Me refreía más a eso, a que ustedes han sido premiados en los últimos años varias veces por, podemos decir, ser el mejor banco en la mano. Es decir, desde la aplicación del móvil, donde se puede hacer con sencillez prácticamente todo. Eso ha llevado a que hayan emprendido un nuevo negocio, una banca puramente digital en Italia. ¿Cómo va esa experiencia?
–Estamos muy contentos. Nosotros lanzamos el banco en Italia en octubre del 2021, hace dos años. Un banco, como ha dicho, puramente digital, donde lo que hemos hecho es apalancarnos en la tecnología y en la app de España para replicarla en tiempo récord en otro país. En este tiempo tenemos un banco con una app con prácticamente todos los productos de la banca universal per se y hemos sido elegidos por la revista Forbes como el cuarto mejor banco en Italia. En términos de experiencia de usuario, tenemos una valoración de 4,8 en la App Store sobre cinco y en los ritmos de captación de clientes que llevamos, pues apuntamos a estar por encima de 400.000 clientes a finales de este año 2023. Es algo que te posibilita hoy la tecnología y que hace unos años era imposible que en un tiempo récord pues hayas construido un banco.
–No sé por qué eligieron exactamente el mercado italiano, si por las especificidades del sistema bancario italiano u otra razón. ¿Este modelo de Italia podría trasladarse pronto a otros mercados como Portugal, Francia o incluso Marruecos?
–En el caso de Italia había una parte de cierta cercanía cultural. También fue importante la escala, que era un tema relevante para nosotros a la hora de lanzarnos y poder evaluar el proyecto. Dos años después sí que estamos en un proceso de valorar internamente la posibilidad que comenta de crecer en otros mercados con un modelo muy similar.
–La aportación exterior se ha vuelto muy relevante para el banco. México es el país que más negocio aporta al banco desde hace varios ejercicios. Y por otro lado está la posición que tienen en Turquía. Me gustaría que valorara esos dos mercados internacionales. Y, sobre todo si en el turco ve recorrido para que mejore la situación delicada que tiene ahora.
–De México diría que es un país muy grande, con muchas posibilidades, donde el banco es la franquicia número uno de lejos, en términos de implantación y en términos de cuotas de cualquier producto, tanto de activo como de pasivo. Es un país que todos los años incrementa el número de población que se bancariza y eso, siendo líder, es una noticia muy positiva. Y es un país que económicamente tiene una estabilidad en los últimos años que también es un dato muy positivo, en parte ligada a que se ha convertido en un socio clave de Estados unidos. Económicamente, pues tiene un impacto muy positivo y le da mucha estabilidad al país. Ese contexto nos ha permitido jugar ese rol del banco tradicional número uno y también el banco con la mejor aplicación móvil, el que lidera la transformación del sector. En un mercado que se bancariza mucha población, la gente joven lo ve como el banco más atractivo para trabajar.
–¿Y Turquía?
–En el caso de Turquía, el banco también es líder en transformación y con una cuota muy relevante. En relación a la situación de Turquía, vive un contexto de inflación significativa, pero es un país con todo el potencial del mundo. Por la situación geográfica y estratégica que tiene Turquía, por su población y número de habitantes, por la pirámide de edad que tiene y el porcentaje tan significativo de gente joven que tiene. Y, además, el nivel profesional y el nivel empresarial que existe en Turquía es muy significativo.
–En España hay bastante polémica por la falta de traslación a la remuneración de los depósitos de la escalada de tipos. En junio, el Santander defendía que debía hacerse de manera escalonada y teniendo en cuenta otros factores. Pero todavía muy lento. ¿Cuál va a ser la evolución de la remuneración de los depósitos?
–El elemento más importante sigue siendo la situación de liquidez de las entidades financieras, que es una situación holgada. Pero sí ha habido una evolución en los últimos meses y me imagino que seguirá dándose esa evolución en los próximos meses.
–En el caso de BBVA, la liquidez es mayor también por la operación de venta que se hizo en Estados Unidos. Ustedes apostaron por recompra de acciones para mejorar la remuneración de los accionistas. ¿Se contempla alguna otra opción para invertir ese exceso de liquidez?
–Fundamentalmente ha habido tres vías, la recompra de las acciones, el dividendo a los 800.000 accionistas que tenemos. Y una parte significativa también de inversión en proyectos propios de mejora de la propuesta de valor que el banco ofrece a todos sus clientes en todas las geografías, con inversiones en cuestiones internas o de impacto en los clientes.
–¿No ve a corto plazo ningún crecimiento inorgánico?
–No, no.
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